Día A Día Contigo

Navidad

Decoraciones brillantes por todos lados llamaban la atención, un árbol en una esquina, iluminado con pequeñas lucecitas y campanas, bolitas coloridas, blanco, rojo, verde.

Trató de no tirar su bebida cuando uno de los invitados lo empujó sin disculparse, pasándose una mano por la cara, recordándose que debía ser bueno y dulce por Noodle, ella había organizado la fiesta y él, como buen amigo, debía comportarse.

Miró a sus compañeros de banda, Murdoc y Ace compitiendo por quien bebía más, él estando seguro de que se noquearían hasta Año Nuevo; Russel charlaba con un sujeto que no reconoció.

Una mujer se le acercó, sin embargo, él no estaba de ánimos para buscar compañía para pasar la noche, así que se alejó con disimulo, perdiéndose en el mar de gente que cantaba un ridículo villancico.

Su espalda chocó con otra persona, girándose para disculparse cuando vio a una encantadora figura enfundada en un bonito vestido navideño de color rojo.

- ¡Toochi! – Dijo la mujer risueña, lanzándose a abrazarlo.

- Noodz...

- ¿Cómo lo estás pasando?

- Bien...supongo. – Susurró, mirando al acompañante de su pequeño amor. – Tu novio parece estar esperándote.

- Mmm...él puede seguir esperándome, porque yo quiero pasar unos minutos más con mi mejor amigo. – Eso había dolido, mucho, a decir verdad, pero no podía evitarlo, después de todo, era eso, solo su amigo aunque él no la quisiese como una amiga precisamente.

- ¡Ya bésense! – Escucharon la voz de Murdoc, Stuart soltando a la guitarrista como si sus manos le quemaran.

- ¿Qu-qué?

- No seas idiota, Stuart, y mira sobre tu cabeza. – Hizo lo que su líder había dicho, mirando unas hojas verdes colgar sobre sus cabezas. - ¡Es muérdago!

- Pe-pero...- Miró a Noodle sonrojarse a pesar de la poca luz que iluminaba la sala, sus ojos posándose después en el rostro del novio de su amiga, quien lo observó con el ceño fruncido.

Algo se prendió dentro del cantante, bien podría soltar a Noodle y dejar que Murdoc lo llamase cobarde por el resto de su vida, después de todo, Ace y él sabían lo que 2D sentía por la japonesa, o podría besarla, tal vez un beso sería todo lo que pudiese conseguir de ella.

- ¡Beso! ¡Beso! – Comenzaron a gritar los invitados, él respirando profundamente antes de ceder a la presión, tomando el rostro de su mejor amiga, acariciando con los pulgares las mejillas de la japonesa.

- Perdón. – Apenas susurró, agregando un "por amarte" en su mente, tirando de ella para besarla con suavidad.

Noodle se quedó estática, sin corresponder hasta que sintió como él se volvía más insistente, separando levemente los labios y cerrando los ojos, sus manos apretándose en la camisa masculina.

Se sintió atrapada en un mundo fantástico por el segundo que se demoró Stuart en separarse, el hombre de pelo azul soltándola como si fuera una brasa ardiendo, mirándola como un cervatillo delante de un cazador, sin moverse antes de darse cuenta de lo que había hecho, echando a correr por entre las personas que se habían quedado calladas, como si estuviesen presenciando un desastre.

- No te preocupes, amor, seguro que encontrará con quien pasar la noche. – Sintió el brazo de su novio rodearle la cintura, sin embargo, no percibió nada especial, no era como el agarre de 2D, no era el olor de 2D, no era 2D.

- ...

- Vamos a seguir celebrando.

Era como pasar desde la alegría infinita hasta la más profunda de las tristezas, su corazón deseando correr detrás del cantante, pero tenía que aparentar, aunque de algo si estaba segura.

Algo acabaría esa noche.