Consejo IX

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- ¿N-Noodle? – Preguntó 2D con el teléfono pegado a la oreja, conteniendo la respiración cuando escuchó un pequeño quejido del otro lado de la línea.

- ¡Toochi! ¡Amor! ¿Cómo estás?

- Hum...bien...pero...

- Cariño, estoy vistiéndome para ir a dormir, ¿necesitas algo?

- ¿Estás desnuda? – La voz de Stuart se agudizo, sintiéndose nervioso.

- Cuando sales de la ducha y te secas, típicamente estas desnudo, amor. – Él se pasó una mano por la cara, sintiendo como se calentaba por lo que estaba por decir.

- Noodz...cariño...yo...yo me siento muy solo aquí.

- Toochi, regresan en tres días y tienes a Murdoc, pueden jugar a las cartas o simplemente hablar.

- No hablo de ese tipo de soledad. – Dijo pausadamente, lamiéndose los labios. – Te echo de menos.

- ¿Stu, qué quieres decir?

- Te necesito, Noodle. – Al otro lado, ella entrecerró los ojos, mordiéndose el labio inferior.

- Nos volveremos a ver en tres días, ¿no puedes aguatar unos días?

- No. – Stuart negó como si ella pudiese verlo. – Noodle q-q-que te pare-parece si tenemos sexo...

- Stuart, estoy en Inglaterra y tú en Francia...

- Eso no es un problema.

- ¿Qué propones?

- Que tú y yo...pues...hablemos y...nos toquemos. – Noodle se atragantó, tosiendo por la proposición del cantante.

- Toochi...

- Si no quieres...pues...

- Hagámoslo. – Cortó la japonesa. – ¿Qué es lo que quiere mi señor que haga?

- Noodle. – Su voz enronqueció, sonriendo al escuchar el sobrenombre que ella le daba cuando probaban cosas nuevas. - Quiero que quites cualquier cosa que te cubra y te recuestes en tu futón. – Ella hizo caso, poniendo altavoz en su teléfono para escuchar claramente las instrucciones.

- Estoy lista, señor. – Los ojos de 2D se cerraron, imaginándola, sintiendo su aroma revolotear en su nariz, sus labios palpitando de deseo por besar a la mujer que amaba.

- Correcto...chupa tus dedos índice y pulgar, haz ruido, quiero escuchar. – Con la cara ardiendo, hizo lo que él le dijo, oyendo un gruñido. – Sácalos y pellizca tus pezones.

- Señor... - Sintió un pinchazo de dolor mezclado con placer, retorciendo las duras puntas de sus pechos con los dedos, Stuart apretando los ojos al escuchar los sonidos eróticos que la japonesa profería. Inconscientemente se llevó una mano a los pantalones, abriendo su cinturón, deslizándola hasta encontrar la incipiente erección que se levantaba en sus pantalones.

- Aprieta tus pechos. – Ordenó, Noodle arqueándose y abriendo las piernas, sintiendo como su cuerpo se calentaba. – Demonios, amor...

- ¿Qu-qué harías si...si estuvieras aquí? -Él gruñó, abriéndose los pantalones para quitárselos y lanzarlos lejos junto con sus calzoncillos.

- Pasearía mi lengua por tu vientre, lamería toda tu piel cremosa. – Noodle gimió, imaginando las acciones de su amante. – Mis dedos...mis dedos se deslizando por tus muslos hasta tus labios inferiores y...y busco tu entrada.

- Mmm...sí...Stu...quiero enterrar mis uñas en tu espalda. – Antes de continuar, Stuart buscó algo con que hacer más fácil su tarea, agradeciendo internamente encontrar una pequeña botella de loción corporal, embadurnándola apresurado mientras escuchaba como su novia se complacía, apretando su erección con fuerza antes de comenzar a bombear, lamiéndose los labios. – Stu...yo...

- Toco tu clítoris con mi dedo antes de agacharme y comenzar a lamerte. – Noodle jadeó en voz alta, el sonido de los gruñidos de 2D calentándola más.

- Toochi...- Comenzó a masajear su propia intimidad, sintiendo como su habitación comenzaba a dar vueltas.

- Noodle...me entierro en ti...

- ¿Cómo se siente? – Metió un dedo en su interior, sopesando la sensación antes de sumar otro dedo.

- Eres tan apretada y húmeda. – Stuart se acarició más rápido. – Noodle, eres tan...mi amor...

- Toochi...- Gimió, levantando las caderas, buscando más contacto, como si pudiese sentir al hombre que amaba sobre ella. – Toochi...me falta tan poco.

- Noodle...Noodle yo...yo estoy estrujando uno de tus pechos entre mis manos, amor. – Ella hizo lo que él dijo, mordiéndose el labio mientras su cuerpo se estremecía, escuchando como el cantante maldecía al otro lado de la línea.

- Stu...- Gimió con fuerza, el cantante gruñendo mientras sentía el placer inundarlo, su semen saliendo en chorros espesos, manchando las sábanas de la cama.

- Noodz... - Dijo de manera cansina con una sonrisa en los labios, el sonido de la respiración de la guitarrista calmándose, ayudándolo a tranquilizarse también.

- Eso fue...genial. – Stuart rio ante lo dicho por ella.

- Lo sé.

- No puedo esperar por tenerte aquí. – Suspiró Noodle.

- También quiero tenerte aquí.

- Toochi.

- Dime.

- Te amo.

- Yo también te amo, amor.

- Creo que tendré que bañarme de nuevo.

- Yo tendré que hacerlo también.

- ¿Hablamos después?

- Claro, mi amor, te llamo en un rato más. – Escuchó como ella cortaba, aspirando profundamente antes de levantarse para ir al baño y lavarse.

Quizá, pensó, después podría usar la opción de videollamada.

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