Rumba

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La noche trascendía y Calle había tomado demasiado con sus amigos, tal ves era un poco aburrida pero a mi no me gustaba el sabor del trago.

-Vamos Poché toma una conmigo. Insistía Calle cada que se servía un nuevo trago y siempre le decía que no.
-Poché una, una y ya te dejo de molestar.
Dijo Calle cuando me puso el vaso enfrente de mi, lo tome y ella sonrió y comenzó a bailar como niña chiquita, al ver esta acción no pude evitar sonreír...
-Bien mi Pochésita así quiero verte. Dijo Calle arrastrando las palabras de lo ebria que estaba.
-¿Quieres bailar conmigo? Me pregunto Mario estirándome la mano.
-No no no, ella no quiere bailar contigo! Grito Calle poniéndose entre los dos, ¿sentirá celos? Que hermosa..
-Poché ¿quieres tú quieres quieres bailar con el? Me pregunto Calle haciéndome pucheros, sentía una mezcla de ternura por sus hermosos pucheros pero risa al escuchar su oración tan maluca.
-No Mario muchas gracias, Calle y yo ya nos vamos a ir te agradezco la invitación.
Calle torcía los ojos cuando Mario la veía, en seguida se acercó Sebastián el estupido amigo empalagoso de Calle quien no quería soltarla ni un momento.
-Ya ya nos vamos Sebas. Dijo Calle entregándole el vaso.
-¿cómo así? No Calle tú estás mal yo te voy a dejar a tu casa amor.
-NO, yo la llevaré! Respondí en automático, ¡mira este! ¿cree que se va a aprovechar?
-Si si si si... ella ... ella me llevara no te preocupes.
Calle se despidió de todos y salimos.
-Pochésita gracias por venir conmigo a sido la cita más maravillosa del mundo.
Solo le sonreí y le abroche el cinturón de seguridad, me puse a conducir hacia su departamento.
Al llegar ella se había quedado dormida, le saque las llaves del bolso y metí la camioneta al estacionamiento. Se veía tan Hermosa dormida que no quería despertarla.
-Calle, bebé, Calle... la sacudía despacio, le di un beso en la mejilla.
-Calle, bebé ya llegamos ven vamos.
Ella abrió los ojos y sonrío.
-Uuh Pochésita, sigues conmigo. Dijo bajándose de la camioneta y tomándome el hombro para recargarse.
Subimos al elevador y fue ahí cuando intercambiamos miradas, miradas intensas, miradas que sentía que estaba desnudándome el alma, el calor del trago y el mareo se me había subido pero estaba más consciente que ella. Entramos al departamento.
-Poché, no te vallas, quédate conmigo esta noche por favor.
-Calle pero no pedí permiso para quedarme...
-Poché, no te vallas. Me dijo haciendo pucheros y una carita tan tierna que no pude decir que no. Me levante de la cama y fui al comedor.

-Vale? ... Aja si, todo bien gorda solo quería que le avisaras a mi papá que me quedaré en casa de Calle, una amiga, si gordita ahorita les pasó la ubicación.... Si mi gorda todo está bien, te duermes ya que es tarde ok? Si besos chao los amo.
Colgué y fui a ver a Calle quien estaba tratando de quitarse la playera.
-Jajajaja Calle déjalo yo lo hago...
-Uuu me vas a desvestir?. Me dijo mordiéndose los labios.
Me puse roja y conteste:
-Si pero para ponerte la pijama y ya calla que estás poniéndome nerviosa.
Comencé quitándole la blusa, ella me sonrió de una manera sexy, sonreí pero decidí que no iba a tocarla de más aunque lo deseara pues ella estaba con varios tragos encima, termine de cambiarla y nos acostamos en su cama cuando sentí que ella me tomó por la cintura y quedamos pegaditas.
-Gracias Pochis... me dio un beso en la mejilla y se quedo dormida.

¿Amor real?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora