¿Amor real?

Abuelita

CALLE.

-Calle... Calle...
Sebastián me estaba despertando con pequeños sarandeos en el brazo, tenía del otro lado a Poché acostada en mi brazo.
-Mmm?
-Ya acabo la fiesta, si quieres las vamos a dejar Paula y yo.
-Si...
-Las veo halla abajo.
Salió de la habitación, tome mi celular "5:45 am", nos habíamos quedado súper dormidas las tres, Juana amaneció en el suelo, no entendí si hasta donde yo me quede se había dormido en el sofá.
-Amor, amorcito...
-No Calle no.
Renegó y se volteó, safe mi brazo, iba a ser un rollo subirla a la camioneta. Así que fui a donde Juana.
-Marica, marica despierta.
-Que que que...
Despertó toda asustada y me dio ternura.
-Marica ya vámonos al apartamento nos irán a dejar.
-Ah si si.
Se sentó en el suelo y sobo su cabeza.
-Que haces ahí? No te habías acomodado en el sofá?
-Ya se... pero me caí y me dio tanta flojera levantarme así que decidí quedarme en el suelo, la alfombra del suelo esta más calientita que la del sofá.
Empezamos a reírnos, la ayude a levantarse y pasarse al sillón en lo que se despertaba un poquito más, amarre mi cabello y me puse el sacó. Acomode nuestras cosas en la bolsa que llevaba y me la colgué.
-Marica pero Poché está bien dormida.
-Ya se, ya la traté de despertar pero no me hizo caso.
-La bajaras cargando?
-Yo creo.
-Por que no me consientes así?
Le di un sape y reímos.
-Si lo hacia boba.
-Ah pus entonces yo también quiero que me lleves cargando.
Se encimo en mi, perdí el equilibrio por un momento y casi nos caíamos.
-Estupida me vas a tirar.
Entro en ese momento Paula, tenía unas ojeras enormes pero se veía feliz.
-Ya chi chicas?
Estaba ebria.
-Ya ya vamos, me prestas una cobija ligera o pequeña?
-Si si espera.
Fue hacia un mueble tropezando y riendo tras cada tropiezo, Juana y yo nos miramos y reímos.
-Que que que? Cuéntenme el chiste?!
-Jajaja nada Paula, vamos...
Juana la tomo del brazo y se acercó a la puerta, fui a dime Poché y la cargue como un bebé.
-Ay Calle bájala que este que.. que? Ah si! Que camine!
En verdad Paula era bastante boba y cuando estaba ebria pues más.
-Está dormida Pau y si se despierta ni vas a querer estar presente de lo tan brava que se pone.
Paula le aventó la cobija encima, bajamos las escaleras, en verdad sentía que me iba a caer así que tarde una eternidad bajando las escaleras con Poché en brazo. Salimos a la camioneta, Juana y yo comenzamos a chocar los dientes del frío que estaba haciendo.
-Ya Sebas Vámonos.
En en camino todos íbamos callados, Poché no despertaba.
-Amor... ya vamos para la casa despiértate.
Estaba entre mis brazos sentada en mis piernas, mi pequeña novia de lo flaca y pequeña que estaba parecía una niña de 11 años.
-Poché....
Fruncía el ceño y sin abrir los ojos se quejaba. La deje de molestar, bajamos de la camioneta y Juana me abrió la puerta del edificio. Nos despedimos de Paula y Sebastián y el recepcionista que siempre estaba ahí nos llamó el ascensor.
-Señorita Calle le..
-Mañana me dice si?
-Pero señorita Calle...
-Más tarde le prometo que bajo pero déjeme dejar a mi novia en cama.
Sonrió amablemente y las puertas del ascensor se cerraron. Juana estaba a mi lado tarareando una canción. Bajamos del elevador recordando todo lo qué pasó, abrió el departamento, deje a Poché en la cama, le quite los jeans, los tenis, la chaqueta y la blusa y la metí debajo de las cobijas. Juana y yo nos pusimos una camiseta larga cada una, le di sábanas y cobijas y juntamos los sillones para que se quedara en la habitación con nosotras pues en la sala se sentía un poco más de frío.
-Hasta al rato...
-Hasta al rato, descansa.
Me metí entre las sábanas y me quede dormida abrazando a Poché.

POCHÉ.

Desperté al rededor de medio día, Calle estaba en la puerta despidiendo a Juana, olía riquísimo.
-Buenos días amor... te hice un mini desayuno porque si te acuerdas que tenemos que ir a comer con papá ¿verdad?
Chin! Se me había pasado.
-Si amor pero ... oye...
-¿qué pasa amor?
Se acercó a mi y le acaricie su carita, tenía pequeñas miradas y uno que otro rasguño.
-Te voy a maquillar, no quiero que tú papá nos valla a regañar.
-Si amor.
Me guiñó el ojo y se acercó a mi a abrazarme. Se volvió a incorporar y fue hacia la cocina mientras la observaba caminar, ese lindo trasero, era mío, esa linda espalda, era mía, esa mujer de piernas largas, era mía, toda ella... no podía creer lo estupida que me tenía por ella.
-Amor quieres café?
Grito desde la cocina y desperté de mis pensamientos.
-Gorda... que si quieres café?!
-Ah si si un poco por favor.
Calle preparaba la mesa, me trataba como una princesa.
-Vente amor ya está.
Me levante de la cama y Ramón se levanto conmigo, fui hacia el comedor.
-Por qué se fue Juana?
-Su mamá fue la que vino por ella, a Juana se le olvidó avisarle y obviamente su mamá estaba toda preocupada.
-Ay esa Juana!!
Comenzamos a desayunar, estaba haciendo mucho frío en Bogotá.
-Mi papá dijo que a las 3, crees que nos de tiempo?
-Nos tiene que dar tiempo amor.
-Nos bañamos juntas?
Calle alzó una ceja.
-Así nunca vamos a salir del apartamento.
Reí y me metí al baño en seguida, comencé a bañarme, me sentía Fresca.
-¿Ya vas a acabar gorda?
-Si ya voy.
Calle se metió a la ducha, aún con jabón en los ojos la mire... se veía tan linda.
-Ay ay ay...
-¿que?
-Me entró jabón en los ojos!!
-Jajaja por mirona.
Me echo agua en la cara y bajo lentamente al pecho, con los ojos cerrados alce las cejas.
-Ah caray!
Río suavecito y siguió bajando por mi vientre antes de llegar a ... quito la mano. Abrí los ojos lentamente con una sonrisa cuando sentí sus dedos dentro de mi. Volví a cerrar los ojos formando una O con la boca. Me pego contra la pared..
-Ya amor que nos tenemos que ir y tú me des concentras aquí.
Me dio una nalgada sacando sus dedos y jalándome para la salida de la ducha.
-Ushhh Calle.
Salí con las piernitas temblando, quería más pero sabía que teníamos un compromiso.
Comencé a vestirme, me senté en el tocador para maquillarme. Calle salió de bañarse... solo con una toalla en mano. Me quede embobada mirando por el espejo.
-Cierra la boca y apúrate que tú te tardas más que yo.
Sonrió guiñándome el ojo, sacó su ropa.
-Poché apúrate!
Cerré la boca y trague saliva volviendo a mirarme al espejo. Comencé a arreglarme y unos minutos más se sentó a mi lado Calle.

CALLE
-En 5 estamos ahí papá.
Colgué, eran 2:50 y mi papá ya nos estaba presionando.
-Gracias.
Dejamos las llaves de la camioneta con una persona que los estacionaba.
-Lista gorda?
Poché estaba un poco sería pero se le notaban los nerviosa.
-Tranquila amor, todo va a estar bien.
La tome de la mano y se me quedó viendo.
-Somos novias cálmate.
Le sonreí y entramos al restaurante. En la mesa estaba mi abuelita, mi hermana y mi papá.
-Familia!
Todos se levantaron y los fuimos saludando. Al llegar Poché con mi hermana estás se abrazaron y se quedaron un rato así, se me hizo tan extraño. Me senté y después de un rato se sentó a mi lado Poché, la tome de la mano y las coloque sobre la mesa, Poché quería safarse pero la sostuve. La platica fue la de siempre, ¿como están? ¿Que tal les ha ido? ¿Que han echo? ¿Que tal el trabajo? Y un sin fin de cosas más.
Comimos tranquilamente hasta que mi abuelita pregunto.
-¿Cuando piensan casarse?
A mi y a mi hermana se nos atoro el bocado, nunca creí que mi abuela fuera a preguntar eso.
-Te hablan.
Le dijo mi papá a Poché.
-Aún no sabemos abuelita.
Contesto Poché tartamudeando. Juliana se echo a reír en seguida de mi.
-Abuelita todavía no tenemos fecha pero... yo sí me quisiera casar con ella.
-Y yo contigo.
Me lo dijo mirándome a los ojos súper tierna.
-pero si ahorita con los trabajos que nos han salido casi no hemos tenido oportunidad de hablar de eso.
Dijo Poché más tranquila.
-Primero tenemos que hacer una comida, tu familia, nosotros. Después viene su pedida de matrimonio y después puedes casarse.
Dijo mi papá sonriendo y frotándose las manos.
-Si! Y esa boda tiene que ser en grande! Yo quiero ser madrina de algo... si?
-Si pero por supuesto.
Respondió Poché entusiasmada.
La conversación se hizo de mi abuela, hermana y novia. Mi padre y yo estábamos excluidos.
-Hija ¿como están?
-Papy han pasado muchas cosas que con más tranquilidad te contaré.
-Me alegra mucho verlas juntas, te ves muy centrada, ya no eres la misma muchachita de antes que solo estiraba la mano y salía de fiestas todos los fines de semana, ya le hablas más a tu mamá y eso me alegra Calle.
Sonreí y nos tomamos de la mano, ver a mi papá me provocaba tranquilidad, siempre que nos despedíamos me daban inmensas ganas de llorar.

Hola bebés hermosas. ¿Cómo están? ❤️
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