Los mejores papás del mundo.

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-Vámonos.
Me dijo sonriendo después de un hermoso amanecerá teníamos que ir a la escuela, casi terminábamos el grado, teníamos que entregar un último trabajo.
Desde que Calle regreso no había día en que no pasáramos juntas, había retomado mi rutina.

-Desde que Calle regreso volviste a vivir...
Me dijo mi papá una tarde la cual Calle había ido a su departamento ya que su papá la quería ver.
Solo le sonreí y me encogí de hombros.
-¿Qué pasa entre ella y tu hija?
Me quede fría sin saber que responder, mi celular comenzó a sonar, era Calle.
-Espera Papy...
Fui corriendo a mi recámara y respondí.
-Pulga ¿que pasó?
-Papá quiere ir a comer.
-Si, ya me habías dicho...
-Pero quiere que también vallas tu.
-¿qué? ¿Yo? ¿Por qué? ¿Qué pasa Calle?
-No lo sé, solo... me dijo que te llevará que no quería excusas ni pretextos.
-De acuerdo..
Dude en responder.
-Pasó por ti en 30 mnts.
-Ok chao.
Regrese corriendo con mi papá.
-Papy el papá de Calle nos citó para comer, ¿tienes algún inconveniente?
-No hija, solo queda nuestra charla pendiente si? Avísame en donde estás.
-Gracias.
Le di un beso en su frente y corrí a mi habitación a arreglarme. Por la mente no dejaban de correrme mil preguntas ¿qué pasaría? ¿Por qué quería el señor Germán que fuera? Estaba tan nerviosa que no sabía ni que ponerme.
"Amor baja ya estoy aquí"
Tome mi saco y mi celular, baje de prisa.
Calle fue callada todo el camino al igual que yo, ambas íbamos intrigadas, al entrar al restaurante el señor Germán se encontraba sentado ya en la mesa, sonrío al vernos y se levanto abrazando a Calle primero.
-Hija, hija hermosa mi niña.
Le dio un beso en la mejilla y después se dirigió a mi.
-Un gusto Poché.
Me abrazo y acaricio mi cabello, siempre era súper lindo conmigo. Pedimos la cena y comenzó a hablar..
-Quiero platicar con ustedes dos.
Calle y yo estábamos sentadas juntas, por debajo de la mesa tomo mi mano y la apretó. Todo el rato habíamos estado muy serias, ya era hora de que Don German nos dijera que propósito tenía la comida.

CALLE.
Cada minuto que pasaba era más inquieta la situación.
-Tengo que hablar con ustedes dos.
Teníamos enfrente a mi papá, tome de la mano de Poché y la apreté, pasara lo que pasará iba a luchar por ella y a estar con ella eso lo tenía muy claro.
-Quiero comentarle algo...
Guardo silencio, estaba haciendo casa segundo mas dramático.
-Si.. dinos papá que nos tienes con la duda!
-Vamos Calle tranquila.
Sonrío, me estaba haciendo sufrir.
-Tienen ya tiempo de conocerse y en verdad Poché mi hija jamás nos había presentado a nadie como contigo. Sé qué tal ves no estoy mucho pues viajo mucho en los negocios y tu madre con eso de los preparativos de su boda con César y su cambio de casa te hemos abandonado.
Saco de su saco un sobre.
-Esto es para las dos, es un viaje de una semana a punta cana, un pequeño regalo de que finalizaron bien su Grado.
Tenía tanta adrenalina que comencé a gritar, Poché y yo nos abrazamos, gritamos y reímos juntas.
-En verdad señor?
Pregunto mi pequeñita.
-Si Poché es todo suyo, está todo pagado, ya está reservada una casa en renta y un auto.
Esto era demasiado, no podía creer t detalle de mi papá. Cenamos y brindamos por ese viaje, ese viaje aquel lugar al que quería ir desde hace mucho tiempo con la persona que amaba en estos momentos.

¿Amor real?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora