¿Amor real?

Pug / Ramón / Señor

POCHÉ.

Deseaba a Daniela Calle ya, en estos momentos.
-Que te pasa?
-Nada... por qué?
La miraba fijamente.
-Por qué me miras así?
-Qué no puedo?
-Deja de contestarme las preguntas con más preguntas.
Cada gesto de su cara me hacían amarla más.
-Poché...
-Mande?
-Me espantas gorda.
-¿por? ¿Tan fea estoy?
Calle torció los ojos, podía desesperarla fácilmente.
-No, obvio no pero ... siento que estás en un trance o algo por el estilo.
-Solo admito tu belleza.
Parpadeo rápido por unos segundos y sus mejillas se tornaron rojizas/Rosas, trató de no sonreír pero se le escapó una sonrisa que provocó un alborote dentro de mi, se llevó las manos al rostro y oculto la mitad de la cara por debajo de su saco.
-No te tapes que así te ves más bonita.
Baje el sacó y ella se volteó al lado contrario de mi. Me recargué en su hombro, el sueño seguía apoderándose de mi.
-Te dormirás?
-Tu dormirás?
-Si tú lo haces yo lo hago. Para que me quedaría despierta?
-entonces durmamos amor.
Nos acomodamos fácilmente en nuestros asientos del avión.

CALLE.

Al bajar del avión Pepe nos acompañó al área de maletas.
-Siéntate acá, voy por la maleta rápido si?
Poché venía medio dormida aún y dejaría que se despabilara, estábamos en una sala de espera para la entrega de maletas, según Pepe tenía vigilada ya la zona.

-Señorita Calle...
-Dígame Pepe?
Tiene que notificarle a su padre que ya llego.
-Ah si! Cierto... no traigo mi teléfono, se quedo donde Poché, o pues notificarle tu.
-Le notificó.
Puso a hablarse en claves que no entendía, la gente se me quedaba viendo.... no obvio no era una famosa pero era lo que había por mi seguridad.
Por primera vez en la vida la maleta no se atrasó en ningún vuelo, ni me la mandaron a España, ni se quedo en el aeropuerto de Bogotá.
-¿Y Poché?
Se escucharon gritos desde lo lejos, por un momento sentí un golpe en la nuca y todo se volvió negro.
-¡Calle! ¡Calle ayúdame! ¡Calle ayúdame! No dejes que me lleven Calle!!
Los gritos desgarradores de María José se escuchaban cada vez más lejos y no podía moverme.
-¡Calle!

-Señoritas? Señoritas....
Pepe estaba parado frente mío, ¡Juepuerca! Había sido la peor pesadilla de mi vida, Poché estaba a mi lado dormida, trague saliva y respire profundo.
-Está todo bien?
-Si... si... qué pasa Pepe?
-Ya casi aterrizamos..
-De acuerdo gracias.
Con la mano libre seque el sudor de mi frente, ¡en que pinche momento empezó todo esto!
-Amor.... amor ya despierta.
María José parecía una tabla, estaba tan dormida.
-María José... ya despierta amor.
Abría los ojos y los cerraba como toda una bebé.
-Te voy a dejar aquí en el avión! Ya levántate porque vamos a aterrizar.
Sin decir nada se sentó y con los ojos cerrados buscaba el broche del cinturón de seguridad.
-Alza las manos.
Alzó las manos y abroche su seguro, ay mi mujer mi mujer...
-Y Pepe?
-Enfrente de nosotras.
-Muy bien...
-Ya estás despierta?
-Amor, estoy hablando contigo ya estoy despierta.
-Es que contigo ya no sé, ya me ha pasado que según tú estás despierta pero no es así! Y cuando realmente despiertas no te acuerdas de nada.
-Jiji ya se...
Mi novia parecía la típica amiga ebria en una fiesta solo que ella no consumía alcohol solo dormía. El aterrizaje fue ligero, Poché estaba despierta pero muy despierta, parecía espía a mi lado. Nos tomamos de la mano y caminamos hacía la sala donde nos darían la maleta.
-Voy a sentarme allá...
-No! Tu te quedas aquí conmigo y con Pepe.
-Pero solo voy a estar sentada ahí gorda...
-No María José.
Mi sueño me había dejado traumada. Se quedo de mala gana detrás mío como niña chiquita regañada, me entregaron la maleta y salimos al estacionamiento...
-Camioneta blanca.
-¿qué?
-Hacia la camioneta blanca señorita.
Yo no había rentado ningún carro, ni Poché ...
-Por cortesía de su papá.
-Mmm, perfecto okay.
Entramos a la camioneta, Poché y yo por la parte trasera. Pepe subió la maleta y se puso de copiloto.
-Su nombre es Ramón y será otro guardaespaldas..
-Ay como mi perro!
Soltamos a reír todos excepto Ramón, Poché era creativa, espontánea... no podía con sus comentarios.
-Una disculpa Ramón pero es que tenemos un pug que así se llama.
-No se preocupe señorita, es la primera vez que me dicen así.
Poché tapaba su boca con ambas manos para evitar que se escuchara su risa pero era imposible, la risa de foca ahogada que tenía no se podía disimular.
Ramón condujo al hotel donde había dejado mis cosas, ahora algo más aumentaba mis nervios. ¿Que pasaría si Poché llega a ver a Fernanda Valeria y Camila?
-Calle...
-Mande?
-Nada, solo quería ver si estabas en este mundo.
-Pues obvio...
-Es que te ves muy pensativa.
-Estaba pensando en todo lo que ha pasado amor, me sorprende la valentía con la que tomaste esto.
Tome su mano jalándola hacia mi para poder abrazarla. No era exactamente lo que estaba pensando pero no iba a decirle que estaba pensando en Fernanda...

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