Mi Pequeña

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CALLE

Era más de media noche y no localizaba a Poché, estaba desesperada, angustiada. ¿Por que no pude escucharla? Que estupidez! Quería vengarme del "engaño" de Poché y la que terminó peor fui yo.
¿No me habrá engañado? Yo creo que no.
Me di cuenta que habían medicamentos en su mesa de noche pero no sabía porque.
-Se lastimo la mano.
Me dijo Juana quien estaba sentada en la orilla de la cama al verme leer la receta médica.
-Se lastimo la mano, eso fue lo que me dijo cuando hablamos por teléfono.
-Y por qué no me dijiste?!
-Calle era una sorpresa! Y te dije que no era buena idea lo que estabas haciendo con Katia! Pero eres súper necia! Y los tragos de más no te ayudan.
Sonó el teléfono de la casa, era de la recepción.
-Si?
-Señorita Calle soy el portero, viene un taxista buscándola.
-un taxista?
-Tal ves sea Poché.
Me susurró Juana.
-Si Si... voy para abajo dígale que no se valla.
Bajamos a toda prisa.
-Buenas noches, señorita Calle?
-Si soy yo.
-Una chica se subió a mi taxi hace algunas horas y al terminar el viaje no me di cuenta que había dejado su cartera en el asiento y venía su número telefónico, tarjetas y esta dirección junto con otra.
Revise, era la cartera de Poché con sus credenciales y tarjetas. Venía en un papel mi número, el de Vale, el del señor Juan Carlos y el de Juana.
-Dónde llevo a la señorita?
Pregunto Juana al ver que yo no reaccionaba, tenía un nudo en la garganta que no me dejaba hablar.
-La lleve a las afueras de Bogotá, se veía terrible a decir verdad, le ofrecí ayuda pero me dijo que lo único que quería era un lugar para descansar.
Se me prendió el foco! Papá hizo un hotel de Cabañas a las afueras de Bogotá, Poché nunca recordaba los hoteles que mi papá hacia, ni los edificios empresariales hasta que yo sé lo recordaba.
-Gracias señor.
Me di la media vuelta y le marque a mi papá.

POCHÉ

Había llegado a un hotel en las afueras de Bogotá, había olvidado mi cartera en el taxi que me trajo así que mentí, dije que pagaría cuando desocupara, creo que tenía que hablarle a mi papá para que viniera por mi y pagará la cuenta pero... otro día, no sé si mañana o pasado o hasta una o dos semanas, estaba tan podrida. Mi mano se había puesto peor, tenía el triple de hinchado. Me ardía la cara, me desmaquille con cuidado y me lave con agua tibia el rostro.
-Mi amorcito ya me hubiera curado, me estuviera consintiendo... pero ya no es mía, es de esa.
No aguante las ganas y me solté a llorar como una niña chiquita cuando le quitan su juguete.
¿En que momento pasó todo esto?
Me acosté en la cama y puse a mi lado una almohada, la abrace y llore, estaba tan agobiada, tan cansada que termine quedándome dormida.

Ella se encontraba ahí, en la orilla de la cama, abrí los ojos y mi atención fue para ella.
-¡Calle!
Grite y me lancé a sus brazos llorando.
-Mi pequeña hermosa, ya vine por ti.
-Discúlpame, todo fue un mal...
-Shhh, ya lo sé, sé que fuiste en busca de mi mamá. Perdóname por favor, perdóname.
-Por qué estabas con ella?
Me tomo de la cintura y me comenzo a besar. Empeze a llorar...

Desperté de mi sueño llorando aún más, mire el reloj, eran las 4 am. Me recosté abrazando aún la almohada.
Prendí el teléfono y comenzaron a llegarme todas las llamadas perdidas y mensajes de Calle, de Vale, de Juana. En ese momento entro una llamada de Calle...

-Alo?
-Poché? Donde estás? Donde estás voy por ti dime, donde estás?!
Me solté a llorar, no podía hablar.
-Perdóname, perdóname por favor estaba ebria y dolida. Perdóname.
Comencé a tener una crisis, la vista se me nubló, la respiración se me comenzó a acelerar.
-Poché dime donde estás?
Escuchaba la voz de Calle lejos a pesar de que tenía el teléfono cerca del oído, no podía más..

CALLE

-Písale Juana, acelera por favor!
Yo le imploraba a Juana, ella aceleraba todo lo que podía, íbamos sobre la carretera ambas echas nada por la desvelada, la preocupación y la angustia. Tenía sincronizados nuestros teléfonos así que mientras Poché contesto la llamada podía saber en dónde estaba, no es que fuera una maniaca celosa controladora, pero siempre era bueno por cualquier cuestión.
Llegamos al hotel, entre corriendo a la recepción.
-Cuál es la habitación de María José Garzón?!
-Señorita no puedo darle ese dato.
-Soy Daniela Calle, la hija de uno de los dos inversionistas de esta compañía hotelera, sino quiere perder su trabajo dígame en donde está! Le dio una crisis por favor dígame en donde está!?
-305 habitación 305.
Subí corriendo al elevador, Juana había ido a estacionar la camioneta.
Toqué la puerta.
-Poché, Poché soy yo! Por favor abreme! Por favor Poché soy Calle!
Baje de nueva cuenta a la recepción por la llave y volví a subir ahora ya acompañada de Juana quien traía una maletita con ropa de las tres, el medicamento se Poché entre otras cosas más por si se llegaban a utilizar.
Abrí la puerta y me encontré a Poché tirada a un lado de la cama, estaba inconsciente.
-Juana por favor alcohol.
Subí a la cama a Poché y pase por su nariz un pequeño algodón mojado de alcohol. Abrió los ojitos, se le miraban cansados, hinchados y rojos.
-Shhh shhh... ya estoy aquí.
Acaricie sus mejillas con las yemas de mis dedos, sé que eso la tranquilizaba bastante.
-Calle..
-Descansa, descansa mañana hablaremos. Tranquila Poché.
Le si un beso en la frente. Voltee a ver a Juana quien se encontraba llorando en la entrada de la habitación.
¿Juana llorando? ¡Que día tan más loco! Pero al verla y ver a Poché en ese estado me partió aún más el corazón y comencé a llorar, Juana salió de la habitación, me coste a lado de Poché y la miraba mientras dormía.
-Espero que me perdones.
Después de un rato salí, Juana estaba en el sillón y le acomode una camita de improvisto.
-Mañana en la mañana habla con ella si? Yo estaré caminando por ahí, cuando estén listas para regresar a casa me llamas por favor.
-Gracias por estar y por no irte Juana, gracias en verdad.
-Eres mi mejor amiga y a ambas las amo con todo mi ser.
-Gracias.
Nos abrazamos y se acomodó para dormir apague todas las luces y me acosté a lado de Poché, quien en seguida de sentirme se me acomodó poniendo una pierna sobre mi y su brazo entero, pude sentir su mano hinchada, caliente y pesada. La acomode para que no se lastimara y así, con Poché entre mis brazos me quede dormida.

Buenas noches.♡

¿Amor real?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora