¿Amor real?

Puños

CALLE

Poché estaba sobre Mariel, le soltaba puño tras puño, Mariel hacia lo mismo pero Poché no se dejaba.
-No!!!
Corrí hacia ellas pero Vanessa me detuvo.
-Déjalas! Déjalas que se den para de una ves acabar con esto.
Me detenían entre Vanessa y dos chicas más.
-No sé metan!
Grito Karen y de la misma manera la detuvieron.
-María José por favor ya!
Ahora Mariel la tenía abajo, le estaba dando duro en su estómago.
-Deténganlas por favor deténganlas!
Estaba llorando de la desesperación, trataba de safarme de los agarres de todas pero no podía. Veía a Poché y solo se cubría, ya no tiraba golpes, no pida ver su rostro pues se lo estaba cubriendo.
-Ya! Basta!
Poché le soltó  golpe que tumbó a Mariel, creímos que se había desmayado pero Poché siguió dándole duro en el rostro.
El entrenador se metió levanto a Mariel quien estaba inrreconocible con el cabello echo nada, ls cara y los ojos hinchados, la ceja la boca y la nariz abierta.
Me soltaron y corrí a Poché... toda su carita estaba cubierta de sangre, la ayude a levantarla y Vanessa comenzó a reírse, deje a Karen con Poché, de la ira que tenía le metí un puño directo a la boca a Vanessa para que dejara de reír.
-Cállate perra.
La tire, se tapo de inmediato la boca ... ups! Creo que se la abrí. Vanessa en seguida se levanto, creí que me iba a meter un puño y la volví a empujar y la tumbé.
-Calle Ya!
Karen grito, le estaba limpiando las heridas, me acerqué.
-Vamos.
Agarre la maleta y a Poché, totalmente estaba doblaba no podía respirar bien. Karen nos ayudó a llegar a la camioneta, subimos a Poché.
-Gracias Karen.
-Me avisas qué pasa.
-Si gracias...
Conduje en silencio a el doctor de cabecera que tenía mi papá.
-Calle!
-Ayudenne, atiendala!
Le supliqué al doctor que estaba en la recepción, trajeron una silla de ruedas y la metieron rápido a urgencias. Salí a estacionar bien la camioneta.
-Señorita yo lo hago si me permite.
Me dijo el portero, estaba llorando y temblando, no podía controlarme.. había visto muy mal a Poché.
-Gracias.
Le di las llaves y me metí corriendo, entre al consultorio y Poché se quejaba del dolor pues estaban limpiándole las heridas que tenía en la boca, en la mejilla izquierda con alcohol.
-Doctor no podía respirar bien, le pegaron en el estomago.
La enfermera le subió la playera a Poché ... tenía moradas por todos lados. ¡Ay no!
-Acompáñeme Señorita.
Me saco la enfermera y comencé a llorar aún más.
-Tenga, tranquilícese porque no puede estar adentro así, tiene que calmarse.
Me dio un vaso de agua y traté de tranquilizarme, después de un rato pase, Poché estaba inquieta.
-Calmate Calmate.
Tome su mano.
-Aquí estoy.. cálmate. Le di un besito en la mano y se la agarre en lo que estaba el doctor revisandola.