¿Amor real?

Juntas

Juntas.
CALLE.

Estábamos en un bar, Juana, Alejo, Juan, Cris, Caro, Pau, Grecia, Mario y Sebastián. Poché estaba furiosa y le echaba unas miradas increíbles a Sebastián.
-Gorda cálmate.
Tome su mano y golpee un cubierto en contra de la copa.
-Ey! Ey! Háganme caso, necesito decirles algo importante.
-Ya sueltalooooo que te traes! Grito Juana haciéndome burla.
-Bien, creo que todos ya conocen a Poché. En este tiempo... Me enamore de ella y... somos novias.

Mario y Sebastián se quedaron helados acompañados de Grecia. Todos comenzaron a abrazarnos y a darnos las felicitaciones, a desearnos lo mejor y sin fin de cosas más. Yo no entendía la expresión de Grecia en su rostro.
-Ya era hora tortolitas!
Nos dijo Juana abrazándonos a las dos demasiado fuerte.
-Yo las amoooo y las vamos a apoyar en todooo.
Era siempre tan linda. Llego el turno de Sebastián así que Poché completamente se apartó y se pasó del lado contrario, me tomo la mano y no me soltó en ningún momento. Sebastián me abrazo, le tenía algo de miedo y rencor.
-Yo... quiero disculparme por todo esto, lo único que quiero ahora es que seas feliz, que ella te haga feliz y haga todo lo que yo no pude hacer..
-Basta Sebastián.
Se aferró a mi y me abrazo muy fuerte, Poché apretó mi mano.
-Ya Sebastian, suéltame me estás lastimando.
-Vamos parce no vas a armarle una escena a Calle ahora.
Le dijo Juana acercándose a Sebastián, lo retiro de mi y se lo llevó.
-Calle...
-Estoy bien gorda tranquila.
La abrace y seguimos con los abrazos.
-Mis noviecitas.
-Jajaja Mario!
Nos abrazo y nos dedicó unas palabras lindas, después trajo el humor a la situación al ver que estábamos algo tensas por lo que había sucedido con Sebastián.
-y cuando quieras serle infiel a Calle no dudes en buscarme Poché, y de la misma manera, Calle cuando se te antoje.
Poché Le dio un puño en la costilla.
-Estás loco.
Seguimos bailando y bebiendo aunque Poché dejo de hacerlo porque empezó a sentirse mareada, está ves me tocaba cuidarla.
Salimos del bar, de un lado traía a Juana y del otro a Poché casi cargandolas, mejor dicho, arrastrandolas, las subí a la camioneta, estaba tan divertida con actitud de ambas, se miraban y reían, Juana trataba de hablar pero no se le entendía nada y a pesar de eso Poché le seguía la platica y reían. Comenzaban a bailar y se reían, sin querer di un frenon y ambas se estamparon en los asientos y no pude evitar soltar una carcajada. Se quedaron serias después de eso y unos momentos más se quedaron dormidas.
Llegue a casa de Juana y su hermano salió por ella, llegamos al apartamento, Poché completamente estaba echa piedra así que tuve que cargarla, subí al ascensor con Poché como costal de papas sobre los hombros. Entre al apartamento y la coloque con cuidado en la cama. Cerré la puerta y comencé a desvestirla cuando le quite el pantalón me di cuenta de algo que jamás había prestado atención... Poché marcas de cortadas en las piernas. Mi niña. Me quede sentada en la cama observándola, se miraba tan tierna! ¿Cómo pudo pasar por esto? Las crisis... cierto.
Termine de desvestirla y la cubrí con una sabana, hice lo mismo y la abrace para dormir... se movió un poco tomo mi mano y la colocó sobre su cintura, le di un beso en la frente y nos quedamos dormidas una ves más.