¿Final?

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Havok había apresurado su marcha al ver la gran explosión proveniente del edificio donde sería la negociación. Las sirenas sonaban con mayor fuerza, la gente corría en pánico, los puntos de control estaban vacíos ya que habían reunido a todos los involucrados en la seguridad del perímetro frente a las instalaciones donde se llevaría a cabo la negociación. Havok por alguna extraña razón empezó a sentir dificultad para respirar en cada paso que daba, le parecía molesto y extraño observar a la mayoría de gente estática, algunos se ahogaban.
- Havok...espera- Exclamo con cierta dificultad Saito quien se encontraba siguiendo a Havok- Esto es demasiado extraño.
- Sé que estás pensando y estoy completamente de acuerdo con lo que vas a decir. Es como si nuestros cuerpos no quieran acercarse a ese lugar- Exclamo Havok con la voz temblorosa.
Ambos reanudaron su marcha, Havok en el fondo tenía miedo era la primera vez que experimentaba esa sensación, Saito sentía lo mismo. La misma curiosidad que tenían los impulsaba a seguir avanzando. Cuando estaban cerca se detuvieron. La imagen que estaba frente a ellos parecía ser proveniente de una película de terror, más de quinientos soldados y tanques arrasados, consumiéndose por el fuego color verde que se estaba empezando a apagar. Los dos empezaron a caminar entre los cadáveres calcinados, Havok miro hacia un callejón a la izquierda y observo a Yoshida junto a tres militares y al agente Miller, estaban temblando.
- ¿Qué demonios acaba de ocurrir?- Dijo en voz baja y temblorosa Havok. Saito puso su mano sobre el hombro derecho del agente del C.D.A.
- Mira al frente- Exclamo Saito mientras señalaba en esa dirección.
Havok miro hacia donde le había  dicho saito, observo un cuerpo de rodillas, este estaba calcinado y con los brazos extendidos, el aire empezaba a soplar, el cadáver se empezaba a deshacer ya que el viento se llevaba las cenizas. Detrás de ese cuerpo estaba Saubers completamente inconsciente, tenía unos leves rasguños. Havok corrió hacia el sin pensarlo dos veces, patio la cabeza de uno de los cadáveres calcinados, levantando las cenizas de lo que quedaba. Se barrió hacia donde Saubers, lo levanto.
- Saubers despierta- Exclamo mientras lo movía para que despertara.
Los ojos de Saubers empezaron a abrirse lentamente, miro a Havok, puso su mano derecha sobre su cabeza.
- Perdóname Havok....hemos fallado- Exclamo Saubers sin reflejar mucha emoción.
Saito se acercó a ellos, empezó a ver los alrededores, miro un edificio de la derecha, sobre el tejado había un sujeto de cabello blanco, el viento movía su cabello de forma violenta, detrás de Kaworu había un sujeto con traje de fuerzas especiales que cargaba a Folker,  Saito  reconoció inmediatamente al joven Folker.
- Agente Havok ...tienen secuestrado a Folker- Exclamo con la voz temblorosa.
Havok miro a Saito y luego observo el edificio, sintió escalofríos al ver al sujeto de cabello blanco, se dio la vuelta junto con el otro sujeto que cargaba a Folker.
- Mierda es el mismo sujeto que nos embosco en akihabara junto con Adalia... Es el bastado que nos atacó ayer. si esta aquí significa que- Havok hizo una pausa, su rostro empezó a reflejar cierta frustración y enojo pero en mayor medida preocupación y con una voz casi quebrándose en llanto dijo - .hemos perdido....¡MIIIIEEEERDAAAAA!- Grito Havok eso último con lágrimas de frustración.

Kaworu llego donde se encontraba Kimbley quien solo observaba la piedra filosofal con arrogancia.
- Con esto...podre ser un dios y revivir a mis hermanos- Exclamo con soberbia Kimbley.
- No quiero arruinar su celebración por esto amo.....pero para realizar el jaquemate debemos de ir al bosque de Aokiagara...por el libro de la alquimia oscura- Dijo con tranquilidad Kaworu.
- Vaya parece que el autor quiere ver de nuevo su obra maestra no- Kimbley se puso de pie- Bien es hora de ir por eso.....Sujeta bien a Folker Excelsius...o prefieres que te diga tu antiguo nombre ahorita que estamos en confianza Murano- Dijo con una sonrisa Kimbley mientras el fuerza especial baja su mascarilla, era una chica, era Murano , la chica que fue amiga de la infancia de Dean y el cuervo negro en el refugio de Grecia, donde ella había muerto frente a los ojos de uno de ellos.
-Como usted guste mi señor...después de todo usted tiene el poder de llamarme como quiera señor ya que me salvo la vida en Grecia- Exclamo sin emoción Murano.
- Muy bien es hora de irnos- Kaworu puso su mano en el suelo, surgió un circulo alrededor de ellos y los otros fuerzas especiales que servían a Kimbley, todo lo que estaba dentro de ese círculo se desvaneció con el aire.

La lluvia empezó a caer. Dean iba apoyado sobre la ventana del tren, iba dormido, pero por algún motivo sintió que se ahogaba, se despertó agitado, Tomoe lo observo con asombro y asustada.
- ¿Estas bien idiota?- Pregunto con preocupación Tomoe.
- No lo sé...por algún motivo sentí que me ahogaba- Respondió Dean mientras trataba de recuperar el aire y miraba la ventana del tren. Un recuerdo le surgió de la nada, una imagen, era esa niña con la que jugaban en el campamento de Grecia, esa niña que le gustaba y se le pensaba declarar y que murió en ese ataque al refugio- Murano- Fue lo único que dijo en voz baja.

Natan se bajó en la estación de Nuevo Kioto, levanto el rostro al igual que Woodkeeper y Living Scar, por algún motivo, unas lágrimas empezaron a salir por las mejías de los tres, se sentían deprimidos por dentro, pero Natan también sintió algo más, algo lo asfixiaba, la imagen de una niña , la imagen de Murano vino a su mente.
- ¿Qué está pasando?- Pregunto confundido Woodkeeper mientras se secaba las lágrimas.
Living Scar solo agacho la cabeza, estaba también confundido, una gran melancolía los estaba envolviendo, sabían que algo ocurría.
- ¿Por qué siento esta sensación melancólica?, ¿Por qué recuerdo a Murano?- Fue lo único que exclamo en voz baja Natan observaba el cielo confundido, por dentro los tres no sentían solo melancolía, sentían miedo, sabían en el fondo que esa sensación era solo un presagio que todo iba a empeorar.

Continuara en libro dos.

Alquimia OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora