Londres 6:00 P.M

14 3 0
                                    

Kimbley se encontraba afuera de la oficina de su padre escuchando la conversación que había realizado el por teléfono con un escuadrón elite de la C.D.A. que lo acompañaría a la negociación. Kimbley abrió la puerta y entro a la oficina del coronel Wisley, su padre.
— Padre— Exclamo Kimbley mientras terminaba de cerrar la puerta de la oficina— ¿Qué piensas hacer?
— Eso no es de tu incumbencia hijo ya que tu no iras a la negociación— Exclamo bruscamente el general Wisley sin dirigirle la mirada.
— Tengo el presentimiento que no piensas acoplarte al plan de Edward para la negociacion— Exclamo melancólicamente Kimbley.
— Ese bastardo de Folker Jr piensa que ese pensamiento pacifista de mierda de su padre va a calmar  a esos bastardos alquimistas de no matarse entre si— El general levanto la vista y miro fijamente a Kimbley—y no seas mal agradecido Kimbley si piensas apoyar la postura de ese cretino de Folker y no vuelvas a decir su primer nombre frente a mí— Dijo completamente cabreado el general Wisley.
— Padre pero puede que sea la única salida para acabar un conflicto de raíz.
— Ese pensamiento ridículo e inútil no te sacaron de la orfandad Kimbley. Recuérdalo, ese pensamiento solamente les permitió vivir la vida que le arrebataron a toda tu familia antes que te adoptara.
— Lo se padre pero deberías de seguir el plan de Folker tal vez.
— ¿Tal vez funciones?— Le interrumpió molesto el general Wisley, junto sus manos y apoyo su cabeza sobre ellas y miro fijamente a Kimbley— Ese pensamiento pacifista no te llevara a ningún lado, y esos criminales deben de pagar sus crímenes con su sangre no hay necesidad que nos humillemos ante ellos y negociemos para que se queden tranquilos y sin hacer nada.
— Pero si iniciamos un ataque a gran escala o iniciamos una guerra probablemente hallan más niños que crezcan en una situación similar a la mía o peor padre por eso te pido que no empieces un conflicto.
— ¡NI UNA MIERDA KIMBLEY!— el general Wisley se levantó de su asiento y le dio un puñetazo a su escritorio con fuerza provocando que este se agrietara levemente— ¡ SI PIENSAS DE LA MISMA FORMA QUE ESE COBARDE DE FOLKER JR ENTONCES NO ME LLAMES PADRE Y QUIERO QUE TE QUEDE CLARO CUANDO VUELVA DE JAPON Y HALLA ACABADO CON CADA TERRORISTA ALQUIMICO JURO QUE TE DESPEDIRE POR SER UN MAL AGRADECIDO! — el general Wisley señalo a la puerta de la oficina que se encontraba a las espaldas de Kimbley—¡ SAL DE MI VISTA AHORA MISMO BASURA SIN FAMILIA!
Kimbley sin decir más salió de la oficina con los ojos llenos de lágrimas y camino con la cabeza agachada hasta salir de las instalaciones de la base central en Londres de la C.D.A. Al salir se arrodillo y empezó a llorar y a gritar por la frustración, y la tristeza al oír lo que el hombre que lo había adoptado le dijo.

Edward Folker se encontraba sobre la terraza de su habitación de hotel donde se estaba hospedando, este tenía la mirada perdida mientras en la ciudad empezaba a nevar. Edward empezaba a tener un recuerdo, el ultimo día que disfruto jugar con su padre, era similar a ese, su padre reía mientras su madre los miraba desde la entrada de su casa, él le había lanzado una bola de nieve en la cabeza a su padre y este fingía que le había lastimado de verdad, Ed se acercó preocupado hacia él, era una trampa del conde Folker pues este sujeto a Ed por las costillas y lo levanto y lo lanzo en el aire y luego lo volvió a capturar y se lanzó al suelo con él y le empezó a hacer cosquillas, Ed no dejo de reír hasta que se hizo pipi.
Alice la prometida de Edward coloco sus brazos alrededor del abdomen de Edward, este reacciono rápido y la volteo a ver.
— Cariño ¿estás bien? — Le pregunto Alice al percatarse lo callado y preocupado que se miraba Edward.
— Si Alice no tienes que preocuparte por mi ...— Ed levanto la cabeza y miro al cielo— Simplemente me acorde de mi padre.
— El conde Folker... cariño no te sientas triste por eso, me tienes a mí y a mucha gente que te respalda— Edward se dio la vuelta y miro la dulce sonrisa de Alice.
— Lo se Ali pero tengo miedo de no estar a la altura para obtener la paz y evitar que se malgasten más vidas humanas, no sé ni siquiera si lo lograre, tengo miedo de defraudar a cada una de las personas que han creído en mí.
Alice coloco su mano sobre la mejía derecha de Edward y la empezó a acariciar con ternura.
— No debes de tener miedo, intentas ayudar a los demás evitando un conflicto a gran escala, eres un héroe.— Le dijo con ternura Alice y le dio un beso a Ed, luego del beso prosiguió— No importa lo que suceda yo siempre te apoyare

Una hora después Edwardse había puesto su ropa de invierno y se dispuso a salir de compras al supermercado. Mientras caminaba en la calle levantaba la cabeza espontáneamente para ver el cielo y la nieve que caía.
— En tres días...—Se dijo a si mismo Edward mientras dejaba de ver el cielo. Vio a un sujeto bastante familiar, se encontraba apoyado en una pared. Edward lo reconoció y se acercó al sujeto. — ¿Kimbley?
Kimbley volteo a ver a Edward y se limpió las lágrimas.
— Ed ¿Qué tal?— Exclamo con una voz cortada Kimbley.
— ¿Te encuentras bien? — pregunto Edward al notar la voz cortante de Kimbley.
— Si no es nada— Respondió de forma melancólica Kimbley.
— Voy al super mercado ¿quieres venir?— Pregunto Edward quien tenía un poco de lastima hacia Kimbley, sabía que este le había mentido y que no se encontraba bien.
— Claro por qué no.
Después de hacer las compras fueron a hablar a un bar que se encontraba cerca. Kimbley seguía con el rostro melancólico, Edward se empezaba a molestar por el hecho que Kimbley se encontraba mal pero este no decía nada y actuaba en forma de dar lastima.
— Kimbley creo que deberías de saber que para mí es bastante fácil percibir quien está mal o bien cuando lo veo.
— Gracias Edward— Exclamo agachando la cabeza rápido Kimbley e interrumpiendo Edward — En serio lo agradezco ya que lo que menos deseaba era estar solo ahorita, me siento inútil, solo y sin lugar de pertenencia.
— ¿Qué hay de tu padre el general  Wisley?— Pregunto Ed mientras le daba un trago a la cerveza.
— No debo decirte esto pero lo haré porque te admiro Edward— Ed al escuchar eso se ruborizo un poco— Yo soy adoptado, mi familia biológica era de Alemania, un ataque simultaneo entre los Unravel y los Xfire la mato y me dejo gravemente herido, mi padre el general Wisley me salvo, el me adopto cuando me vio agonizando en el suelo, pero ahora solo por no tener sus creencias— Kimbley empezó a quebrarse en llanto— Estoy solo , él no me apoya más ¡MALDICIÓN,CARAJO!— Kimbley golpeo la mesa con furia.
— Mi padre solía decir que el mayor Wisley era alguien impulsivo y que la mayoría de los escuadrones que él tuvo bajo su mando no pensaban lo que decían y hacían — Edward miro fijamente a Kimbley— Te prometo que no dejare que estropee las negociaciones.
— Veo que lo que dicen de usted es cierto Edward, tienes un corazón puro y lleno de honestidad y deseos de ayudar a los demás por eso lo admiro.
Edward se ruborizo al escuchar eso y exclamo sin mucha importancia mientras le daba un trago a su jarra de cerveza.
— Oh por favor no es para tanto Kimbley.
— Quisiera pagarle esta invitación Edward con una cena el día de mañana y claro puede llevar a su prometida.
Edward acepto la invitación y luego de cinco minutos de conversar ambos se retiraron del bar y tomaron caminos separados.    

Alquimia OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora