Ciudad de Nuevo Kioto. 15:40 horas

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Los lugares públicos y centros comerciales como cafeterías se encontraban completamente repletas de gente, los turistas deseaban verla de noche ya que pensaban que la ciudad tenía aún más movimiento de personas, por alguna extraña razón algunos de estos turistas creían que existía una clase de festival por las noches en la ciudad. Una de las cafeterías más conocidas por tanto turistas por alguna clase de recomendación de los guías y por las personas que Vivían en la ciudad, era la cafetería Utada, esta se encontraba llena de gente, no había ninguna mesa disponible en el interior, un grupo de cuatro chicas inglesas que se encontraban en una de las mesas que se encontraban en la esquina del restaurante. Ellas observaban a uno de los meseros de esa cafetería, el chico tenía el pelo peinado hacia atrás y sostenido por una coleta, el uniforme característico de los meseros de esa cafetería cual era una camisa blanca formal y vestir de saco y corbata. Uno de los meseros pasó dándole una palmada al chico al percatarse de eso.
- Oye nuevo parece que tu encanto mestizo funciona con las holandesa.-exclamo el jefe de la cafetería.
- ¿Ellas? A que se refiere señor Iriuka, no me he percatado en nada solo que me queda media hora más de trabajo y poder marcharme. - dijo el chico con inocencia y confusión.
- No te has percatado - Susurrándole al oído Iriuka al chico- voltea a ver a esas chicas de la esquina - el chico dirigió su mirada hacia la mesa de las chicas y estas desviaron la vista rápidamente y de una forma nerviosa de el - ¿Ahora vez a lo que me refiero con tu encanto mestizo?
- ¿Ver el que? - respondió inocentemente el chico.
- Es una broma ...¿Verdad?
- Solo veo a unas clientas que parecen desear más postre, no creo que les interese señor Iriuka. - El chico se empezó a reír después de decir eso.
- Enserio empiezo a creer que eres idiota niño...y eso hace que me enfade. - prosiguió con unas cuantas lágrimas en su mejía -pero por que no me pasa a mí.
- No entiendo que le sucede señor Iriuka.
- Quieren que tú seas su postre niño- le dijo Iriuka con una sonrisa pícara.
- ¿Yo? Señor Iriuka pero si yo no soy ninguna clase de pastel para serlo o al menos estos seguro de eso- exclamo sonrojada el chico.
- Eres demasiado idiota lo sabes niño.- Exclamo Iriuka mientras ponía la mano izquierda sobre su cara.
- No sé a qué se refiere señor....pero creo que deberíamos seguir trabajando. - dijo el chico mientras se dirigía a una mesa para atender a unos clientes.
El chico era bueno en lo que hacía, la mayoría de clientes que eran atendidos por él lo expresaban de esa forma y con la propina, aunque en ocasiones él no las aceptaba si era demasiado dinero debido que no lo consideraba justo. La forma de ser del chico era simple, inocente, demasiado pacifico, y lo que los clientes adoraba del chico era la forma en que los trataba, era demasiado respetuosos con ellos, los clientes lo adoraban aún más que a los demás meseros, y todo esto en 3 semanas que tenia de trabajar en la cafetería Utada.

La mesas de las cuatro chicas inglesas lo llamaron, el llego lo más rápido que pudo, cuando se encontró frente a las cuatro inglesas que parecían tener 26 años cada una, sintió que lo devoraban con la mirada provocando que este se ruborizara por completo, también provocando que se pusiera demasiado nervioso.
- ¿C..Co...como le...a pa....pa...recido el servicio señoritas? - pregunto tartamudeando el chico.
- Bien y aun mejor ahora que nos atiendes tu lindo - respondió una de las cuatros chicas que era pelirroja con ojos azules.
- Gracias..po..Por su cumplido...so. Yo solo les quiero ..Pre..gun..gun tar si no.. Desean ninguna clase de postre?
- Te deseamos a ti - dijo otra chica quien era de piel oscura y cabello negro, quien le guiño el ojo al chico poniéndolo más nervioso.
-... ¿Desean la cuenta? - pregunto el chico completamente ruborizado.
- Te deseamos a ti - le dijo otra de las chicas quien poseía cabello oscuro piel blanca con ojos azules, esta vestía como roquera.
Tres de las cuatros chicas habían logrado poner demasiado nervioso al chico, quien no encontraba como preguntarles, el deseaba que se fueran debido a que lo habían incomodado demasiado. La puerta del local se abrió abruptamente, Era una chica con cabello café, ojos negro, y poseía unos grandes pechos.
- Oye Niño - Grito Iriuka desde el bar del café - ya vino tu sustitución puedes retirarte ya, yo te cubriré mientras Inoue se arregla.
- De acuerdo señor Iriuka -respondió el chico luego volteo rápidamente hacia las cuatro inglesas. - Discúlpenme señoritas debo retirarme.
- Estas libre, entonces esperaremos que te salgas así podremos divertirnos. - dijo la cuarta chica quien tenía el cabello café y unos lentes y ojos verdes.
- No quiero atrasarlas señoritas...No es necesario que me esperen.
- Ten nuestro numero entonces - la chica de lentes tomo una servilleta y puso un número de teléfono en ella- llámanos, por cierto mi nombre es Charlotte.
- Lo agradezco señorita Charlotte lo tomare en cuenta en llamarles. - Exclamo el chico mientras tomaba la servilleta.
- Te esperaremos y luego nos divertiremos y te sacaremos tu nombre por medio del placer. - Prosiguió la chica de piel oscura - y te daremos el nombre de nosotras tres.
El chico se retiró de la mesa rápidamente con el rostro completamente ruborizado, este entro rápidamente a los vestidores.
-Al fin a salvo - dijo mientras apoyaba su cabeza con la puerta de los vestidores. - juro que pensé por un momento que las cuatro me iban a violar en público.
Un sonido dentro de la habitación lo desconcentro provocando que este levantara la cabeza. El rostro del chico se ruborizo completamente. Frente a él estaba Inoue Akatski, esta se encontraba en ropa interior. El chico se paralizo al verla, su vista se centró en los redondos pechos de Inoue quien se percató de la presencia del chico al interior de la habitación, el rostro de la chica se empezó a ruborizar al punto que su rostro parecía un tomate por lo rojo de sus mejías, ella se lanzó al suelo y se tapó con la ropa dando un grito.
- Akatski cámbiate rápido no veré nada enserio. - dijo el chico nervioso volteando la vista hacia la puerta.
- ¿Cuánto tiempo llevabas ahí pervertido?- Pregunto la chica con un tono de voz nervioso.
- Akatski no creas que tengo mucho tiempo de estar acá...enserio no lo crea yo solo abrí la puerta y pues solo levante la vista no lo esperaba entonces.
- Oye relájate ya entendí que no tenías esa intención de verme...pero tu nerviosismo de hablar me dice que me quería ver así. - dijo Akatski mientras se ponía la falda del uniforme. - sabes si quieres puedes tocarme un pecho.
- No gracias......- el rostro del chico estaba aún ruborizado y sentía que su corazón se podía salir por su boca por la velocidad que este latía.
- Eso de tocarme el pecho era broma...me alegra saber que no eres un pervertido chico nuevo. - exclamo Akatski mientras se abotonaba la camisa del uniforme.
- Oye Akatski...-el chico recordó que las cuatro inglesas lo esperarían. - necesito tu ayuda para salir de acá sin que me vean.
- Sin que te vean ¿Por qué quisieras hacer eso? - pregunto Extrañada.
- Veras hay cuatro chicas inglesas que me están esperando halla afuera y no quiero verlas.
- Cuatros chicas inglesas te esperan afuera... ¿te gustan los hombres?
- ¿Qué? No a mí me gustan las chicas.
- ¿En serio? Cualquier otro hombre fuera feliz si cuatro inglesas lo desean.
- Yo no soy como todos los hombre - Expreso nerviosamente el chico- Es que...
- Ya veo....tienes a alguien ya ¿no?
- Es una promesa con alguien....es... - Los ojos del chico se llenaron de lágrimas- difícil de explicar.
- Ya veo- Akatski puso su mano derecha sobre el hombro del chico. - Estas esperando a la indicada no es así. Sabes me alegra saber que no eres como el idiota de Iriuka de mujeriego así que te ayudare. Puedes escapar por la ventana del baño que solo podemos utilizar los trabajadores.
- Gracias Akatski te debo una. - El chico le dio un fuerte abrazo a Akatski, ella se ruborizo instantáneamente.
- Oye relájate no era para tanto. - dijo mientras le colocaba sus manos entre la espalda. - Me lo pagaras tomando doble turno mañana así haces que tenga un día libre.
- Hare tolo lo que tú quieras Akatski. - El chico soltó a Akatski y la sujeto de los hombros y la observo con una mirada cautivadora. - En serio te lo agradezco.
Akatski se encontraba completamente impresionada y cautivada por la mirada del chico, esta sin decir más palabras salió de la habitación con el rostro completamente ruborizado. El chico se empezó a desvestir primero se quitó la corbata junto con el saco y lo guardo junto con el pantalón negro del uniforme luego se puso un pantalón gris y unos converse all star negros, la camisa blanca de botones no se la quitó pero sobre esta se puso una gabardina caqui y debajo de esta una sudadera negra. Tomo su mochila y se dirigió al baño del personal y se salió por la ventana.

Alquimia OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora