35. Citas y regalos

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Song 2 - Blur

EL MIÉRCOLES LLEGA y todavía no contraigo una gripe viral

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EL MIÉRCOLES LLEGA y todavía no contraigo una gripe viral. Después de la invitación de Sebastian, la casa es todo un caos. Los hermanos Wolff siguen resentidos con Reiner, Nash me sigue odiando en lo secreto de su corazón por salir con Jackie. Yo aún no estoy seguro porqué estoy con Jackie.

Ella no me ha dejado ni un solo día. En la escuela se la pasa a mí lado, tomándome de la mano, y dándome besos cuando menos me lo espero. Y ahora no ha parado de llamarme en el teléfono de la mansión. Miro a Tegan buscando ayuda, pero ella se limita a encojer los hombros.

Otra cosa rara que descubro esta semana; Tegan y Sebastian estaban comprometidos.

Si, se iban a casar hace dos años.

¿Qué cómo pasó?

—Mi padre fue un idiota —me dice Tegan, mientras la ayudo a ella y a Liz a ver vestidos para mañana.

¿Qué cómo acabé aquí? No lo sé.

—Ya sabes, él está casado con la idea de que hacer tratos es la solución para todo. —Tegan remira los ojos.

—Vaya, me pregunto quién habrá heredado eso...—Liz canturrea con una sonrisa oculta.

Trato de no reírme con ella.

—El padre de Sebastian era socio de papá, y un buen amigo. De hecho fue uno de los que brindaron ayuda en tu búsqueda...—Tegan me da una mirada significativa que comprendo. El padre de Sebastian ayudó en la búsqueda de Travis—. Ellos decidieron hacer un trato para proteger a nuestras familias. Así que se les ocurrió la grandiosa idea de unirme en matrimonio con Sebastian.

Tegan hace arcadas mientras se mira en el espejo del probador. Un vestido coral de olanes cae hacia abajo en la parte de la falda. Liz arruga la nariz bajando su pulgar.

—Y fue horrible —deduzco.

Tegan hace su camino hacia los otros vestidos, buscando uno nuevo.

—Aunque no lo creas, Sebastian no era en ese entonces nuestro enemigo declarado. Simplemente no frecuentábamos por lo mal que te llevabas con él de niños —dice refiriéndose a Travis—. Pero claro estaba, yo no quería casarme con él...Sebastian por otra parte le daba igual, sólo quería complacer a su padre. Así que estuvimos comprometidos por varios meses.

—¿Y qué pasó entonces? —La curiosidad empieza a pellizcarme.

—No lo sé, de un momento al otro Sebastian se negó a continuar con el compromiso, luego descubrimos que su padre trabajaba para alguien más. Entonces papá cortó lazos con la familia Shaw y nuestra enemistad con Sebastian creció.

Me giro hacia Liz consternado de que Tegan dijera todo eso enfrente de ella.

—Oh si, ya sé que los Wolff son una manada de mafiosillos. —Liz se pasea por los espejos viendo su vestido como si esta plática no fuera la gran cosa—. Estoy segura que todos en St. George tienen una vida turbia. Que la escuela sea católica sólo es una tapadera.

La Manada de los WolffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora