3. Los hermanos Wolff

4.1K 393 162
                                    

It's About Time - Young the Giant

It's About Time - Young the Giant

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JODERJODERJODER. Es lo primero que pienso.

Me quedo un minuto pecho tierra con la respiración entrecortada. Miro a mis lados y toco mi cuerpo comprobando que sigo vivo.

¿Qué demonios fue eso?

Cuando pasan los segundos y compruebo que sigo vivo y sano, me incorporo de la tierra y atuso mi mochila, buscando la dirección del sonido.

Me dirijo hacia la parte lateral de la casa en donde un portón blanco se encuentra entre abierto. Lo abro con delicadeza encontrándome con un jardín inmenso. En el, está una piscina más grande que mi  antiguo departamento, una pequeña habitación techada y unos establos que curiosamente no tienen caballos, entre otras cosas.

En medio de todo está la silueta de un chico sosteniendo un revólver entre sus manos, apuntando a unas dianas improvisadas, con el ceño fruncido y la boca torcida.

—¡¿Se supone que esto es divertido?! —grita a lo alto hacia un hombre con corbata que se encuentra a lado de él—. Pon las latas, Joseph. Esto se pondrá más emocionante.

El chico mira expectante al hombre mientras este va a cambiar las dianas por unas latas de hojalata, que las acomoda en la cercas de madera.

—¡Listo señor! —grita de regreso Joseph.

El chico alza la pistola, apuntando hacia una lata, con una risa en su rostro y un ojo cerrado para mejor puntería.

No me hubiera dado cuenta si no fuera por el rostro lívido de Joseph, que me encontraba a unos segundos de ser perforado por la bala.

Viene de familia.

Salto de la tierra corriendo lo más lejos posible, pero apenas me da tiempo de volver a caer sobre mi pecho cuando escucho el disparo y un grito ahogado por parte de Joseph.

—Santa mierda, Joseph. ¡Creo que maté a alguien!

El cuerpo me retumba por un momento, pero al instante siento el agarre de alguien que me impulsa hacia arriba.

—¿Y este quién es? —El chico que me tiene agarrado por los hombros frunce el ceño.

—¿Estas herido? —pregunta. No parece preocupado pero sí parece bastante confundido.

Me toma cinco segundos en responderle:—Eh...no lo creo.

No pasa ni un segundo para dejar de ser interesante para él, zafa su agarre de mi cuello dándose la media vuelta, dejándome caer secamente sobre la tierra.

Suelto un gemido al sentir el impacto de mi rostro. A este paso mi cara debe estar destrozada.

Otras manos me agarran pero son más cuidadosas y me ayudan a levantarme con lentitud.

La Manada de los WolffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora