29. Lejos y muy cerca

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Dancing Queen - Abba

SUPONGO QUE UN fin de semana en la Isla Whidbey no nos viene mal

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SUPONGO QUE UN fin de semana en la Isla Whidbey no nos viene mal. Por lo menos es lo que piensan los Wolff. Luego de que Gerald nos da luz verde, para el viernes ya tenemos todo resuelto

―¿Entonces hará frio? ―Tegan sortea enfrente de mí dos mudas de ropa, una para frio y otra veraniega.

―Empaca doble muda. ―Me encojo de hombros.

Tengo que admitir que todos esos años corriendo de lugar en lugar me hicieron un experto en viajes exprés. Empaco lo necesario y se moverme. El problema es que nunca escapé a Washington, por lo tanto, no sé en qué consistirá el viaje.

―Entendido ―Tegan chasquea la lengua.

Entiendo porqué está así. A pesar de que Coop parece tenerla superada y ella a él, aun hay un aire de incomodidad entre ellos. Si me lo preguntan, yo diría que no se aun superado. Pero ninguno de ellos me lo ha preguntado, y yo planeo mantenerme al margen hasta que ellos lo vuelvan a hablar.

Por ahora los chicos empacan sus cosas, mientras decidimos como acomodarnos en los autos. Somos muchos y me parece que tomaremos un ferry, así que, entre menos autos, mejor.

La puerta de Tegan se abre, revelando a K.T. Ella nos mira un instante, luego se queda en mí.

―Eh...¿Sebastian vendrá?

No es algo que Reiner le encante, pero Gerald nos dio la libertad de invitar a los que queramos. Aparte de Coop y los demás chicos, Spencer logró convencer a Christi, y yo no pensé mucho en extenderle la invitación a Sebastian. K.T se puso de mi lado.

―Pasaremos por él ―le digo. Ella hace todo lo posible en ocultar una sonrisa.

Cuando Tegan tiene todo empacado, bajamos al recibidor. Spencer y Reiner están subiendo las maletas en el Jeep y el Honda. Dallas y las chicas son los últimos en recoger. Le había sugerido a Coop venir en el Honda, pero me regaló una mirada que me dijo todo. Así que él está manejando el Jeep, sin importarle la presencia caramelosa de Tegan y Dallas.

Reiner no me dirige la palabra cuando toma mi mochila y la sube en el compartimento de atrás del Honda. Estoy tentado a decirle que tomemos a Ray, pero la ventana sigue en reparación y aun no estoy seguro si Reiner desea pasar el resto del viaje cerca de mí. Aunque necesito apartarlo y preguntarle sobre la devolución de mi navaja.

Suelto un suspiro luego de adentrarme al Honda. Gerald nos está esperando en la entrada, mirando como metemos todo. Ahora no estoy seguro si es buena idea dejarlo solo.

―Disfrútenlo ―nos dice, llegando a la ventanilla del copiloto, donde está Reiner.

―¿Vas a estar bien? ―K.T le pregunta.

―Estaré bien. ―Nos da una sonrisa antes de alejarse y vernos partir.

A mi lado, K,T murmura entre dientes:—Tal vez Kelly lo acompañe.

La Manada de los WolffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora