Haze - Amber Run
NO RECUERDO COMO llegué aquí, pero cuando abro los ojos lo primero que percibo es el olor a moho y excremento. Necesito tragar fuerte y despacio para pasar saliva. Estoy recostado en el suelo, donde probablemente me pasen las ratas. Ni siquiera puedo abrir bien los ojos, pero logro visualizar que estoy en un pequeño cuarto, donde hay una pequeña ventana y un escritorio.No hay nadie custodiándome, ni siquiera me han amarrado. Supongo que Sergey hizo un buen trabajo en mí, ya que es obvio que no puedo escapar por mí mismo.
Trago saliva, me duele tragar. Me duele moverme. Incluso me duele pestañar.
No recuerdo cuando caí inconsciente, sólo recuerdo la mirada posesiva de Travis. Travis Wolff.
Lo odio.
Todo lo que ha hecho, todo lo que dijo, todo lo que me hizo.
Siento los pantalones mojados. Me doy cuenta que el olor a excremento viene de mí. Me hice pipí, todo sobre mí.
¿Qué sucederá hoy? ¿Qué planes tiene Travis conmigo? ¿Otros golpes?
De sólo pensarlo mi cuerpo se sacude con temor. No, no podré aguantar más. Tal vez esa sea su plan, romperme hasta que no aguante, hasta que yazca medio muerto y mi única salida sea suplicar.
Pero nunca, nunca le suplicaré.
Travis Wolff no merece nada. Lo único que merece es mi odio.
Me dejo yacer sobre el piso húmedo y rasposo. Escucho los sonidos de afuera, de los trabajadores. ¿Sabrán que estoy aquí? Abro la boca, listo para gritar pero apenas si digo una vocal. Una amarga lágrima hace su camino por mi mejilla.
Este es mi fin.
Ojalá pudiera irme de otra forma. No así, no como perro a medio morir, no solo.
Cierro los ojos, porque los parpados empiezan a pesarme, y no encuentro otra manera de sucumbir a la resignación. A la resignación de querer seguir luchando.
Entonces sólo descanso.
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La Manada de los Wolff
Teen FictionNoah no ha dejado de correr desde el día en que unos hombres asesinaron a su padre a sangre fría enfrente de él. Desde ahí siempre supo que se las vería por sí solo. Pero todos sus planes se complican cuando un día, un hombre llamado Gerald Wolff...