Peligro

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Existe un algo entre los dos que no es de amigos.

Aquella tarde se escuchaban las voces alegres de los amigos de toda la vida, se podía oler una deliciosa cena preparándose y se sentía una vibra muy feliz en el lugar.

—¿Ocupas ayuda?—Seungcheol miro a Soonyoung.

—¿Kwon Soonyoung queriendo ayudar?—el mayor sonreía.

—Es un nuevo yo.—Soonyoung sonrió para después tomar un sorbo de su vino.

—Bien, cuida eso.—Seungcheol apuntó a una olla.—Ocupo a Mingyu aquí.

Soonyoung sentía la mirada de Jihoon en el, usualmente no le gustaba quedarse a solas con él porque había una tensión muy fuerte.

—Soonie.—el más alto se obligaba a no voltear a verlo.—Me encanta tu cabello oscuro, te miras más guapo.—Soonyoung fue débil y lo encaró.

—¿Por qué.—Soonyoung se acercó un poco a donde estaba Jihoon.—juegas conmigo?

—Yo no juego contigo, solo te digo la verdad, te miras muy guapo.—Jihoon podía ver perfectamente cada detalle del rostro del mayor.

—Sabes que no puedo contigo, no puedo verte ahí parado siendo tan perfecto y no querer llevarte conmigo, besarte.—Soonyoung sabía que tenía que salir de aquel lugar.

Jihoon contuvo el aliento, siempre había sentido una gran atracción hacia él, pero por cosas del destino él había terminado en una relación con Seungcheol, pero no iba a negar que algo en él se encendía cuando miraba a su Soonyoung, era algo inevitable.

—¿Por qué no lo haces?—el mayor lo miro confundido.—Llévame contigo, bésame.

Era un juego peligroso para los dos, siempre que estaban juntos ambos jugaban a ver quien aguantaba más el no tocar al otro, a no besarse como si no hubiera mañana, arruinar sus vidas perfectas.

—Hazlo, Kwon Soonyoung se que te mueres por hacerlo tanto como yo.—afirmó Jihoon acercándose mucho más al otro.

—No me hagas esto, aprecio a Seungcheol.—Soonyoung ya podia oler el perfume del bajito.

—Tú lo deseas tanto como yo.—Jihoon solo tenía que dar un paso más para estar cerca de Soonyoung.

Los dos se vieron a los ojos, sus respiraciones se volvieron una y sus ansias por besarse crecían más a cada segundo que pasaba.

—Espero que hayas cuidado bien la comida.—ambos se alejaron en cuanto escucharon la voz de Seungcheol en la cocina.

—Claro.—Soonyoung intento mostrarse confiado.—Ahora que regresaste, puedo ir con los demás.

—Creí que querías ayudarme.—el pelinegro ya se había ido.—¿Paso algo?

—Para nada.—Jihoon mintió.

—¿Seguro? Siempre entre ustedes pareciera que hay una tensión.—Seungcheol miraba a su novio.

—Para nada.—Jihoon le sonrió.

Aquellos encuentros esporádicos, a escondidas un día terminarían en lo que ambos más temían pero que tanto anehalaban y ambos lo sabían.

Soonhoon StoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora