Not like the movies

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No me sentía como en un cuento de hadas.

Otra cena más, otras personas con las que jamás llegaría a entablar una verdadera amistad, de nuevo los chismes de la alta sociedad y los últimos detalles de la boda del año. Todo era igual, todos ellos solo jugaban a ver quien tenía más, quien sabía más sobre otros para en algún punto destruirlos, todos actuaban una vida perfecta.

—¿Podrías tan siquiera sonreír?—Soonyoung sintió la mano de su padre apretando su hombro mientras simulada que disfrutaba hablar con su hijo.

—Sabes que odio esto.—respondió el joven sin intentar ocultar su enfado.

—Te aguantas, esta es tu vida.—el señor Kwon lo miro molesto.

La familia Kwon se había echo de una gran fortuna durante toda la vida del abuelo y padre de Soonyoung, y aún seguían aumentando esa fortuna para cuando él hijo heredero estuviera listo para seguir con el legado Kwon, para la lastima de aquella familia Soonyoung no quería nada de eso.

—¿Cuando vas a entender que por más que finjas ser un joven normal como los demás tú nunca lo serás? Llevas un legado en tu sangre.—el señor Kwon tomo un trajo de su copa.—Soonyoung madura, sonríe y no me hagas quedar en vergüenza.

Soonyoung los observó a todos, los hombres portaban sus elegantes y las mujeres presumían sus vestidos de diseñador que después de esa noche jamás volverían a utilizar, todo aquello solo era para mostrar quienes tenían más y eso le parecía estupido a Soonyoung, deseaba poder huir de aquel lugar y en el primer descuido de todos él se iría.

—Señor usted no debería estar aquí.—Le dijo uno del servicio a Soonyoung cuando lo miro en la cocina.

—Y-Yo solo necesito un poco de aire, ¿le puedo pedir un favor?—el joven del servio asintió.—Si alguien pregunta por mi, no diga donde estoy.

El aire fresco de la noche le agradado demasiado a Soonyoung, dentro de aquel salón él se sentía sofocado por todas aquellas personas que eran demasiado falsas.

—¿No te parece hermosa?—Soonyoung miro a la persona que estaba a su lado.

—¿Qué cosa?—la persona desconocida apuntó al cielo, específicamente a la luna y Soonyoung miro hacia esa.

Y como había dicho aquella persona, la luna esa noche era hermosa, de echo Soonyoung jamás la había visto brillar tanto.

—Me llamó Jihoon.—el joven extendió su mano haciendo que Soonyoung lo viera extraño.—¿No vas a decirme tu nombre?

Soonyoung dudo en decirle su nombre ya que sabía bien que en cuanto lo escuchar esté solo de dedicaría a preguntarle cómo era su vida o en el peor de los casos le pediría ayuda cuando él realmente no podía ni siquiera ayudarse a sí mismo.

—Hoshi.—respondió Soonyoung estrechando su mano con él otro.

—Que raro nombre, ¿eres extranjero?—ambos soltaron sus manos.

—Sí.—Soonyoung estaba nervioso aunque el otro chico no parecía notarlo.

—Con razón tú nombre.—Jihoon miro su reloj y su expresión de volvió de preocupación.—Tengo que irme, debo trabajar.

Jihoon empezó a caminar o de echo a correr seguido de Soonyoung, lo cual fue extraño para el joven.

—¿Qué haces?—Pregunto Jihoon extrañado.

—No se, solo no tengo nada que hacer.—dio Soonyoung una simple respuesta.

Jihoon le restó importancia, ahora solo le importaba poder llegar a tiempo a su trabajo que por cierto últimamente llegaba siempre tarde por lo que su jefe lo regañaba.

Soonhoon StoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora