Bajo cero

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Tener que sonreír, siempre estar feliz, pues cada cicatriz habla mal de mi.

Los gritos de las fans fulminadas ante otra gran presentación de Lee Jihoon, el gran nuevo artista favorito de todos, a cada lugar al que iba estaba rodeado de mil personas y su vida personal dejó de serlo para pasar a ser un tema público, todos parecían saber dónde estaría antes que el mismo.

—Tenemos que irnos pronto, aún debes grabar ese comercial y más fotos.—el manager de Suk también parecía que solo miraba al Jihoon artista y se olvidaba del chico que estaba debajo de aquella ropa glamorosa y ese maquillaje.—en el auto hay comida.

Un pendiente más uno menos así debería ser, pero para Jihoon era diferente, cada día e incluso cada hora parecía que había algo por hacer, antes era solo hacer música y grabar videos desde casa esperando un día triunfar y ahora todo lo que hacía era presentarse una vez cada día en un escenario, cantar la misma canción y volver a un estudio de fotografía para otra campaña de publicida, ya no estaba tan involucrado en la música, estaba jugando a ser un idol.

—Sonríe Jihoon hay seguidoras en la salida.—una orden más.

Como si se pusiera una máscara Jihoon sonrió ampliamente al segundo de salir del edificio recibiendo gritos a cambio de aquel gesto tan sencillo. La sensación de ser querido por personas que realmente no lo conocían y ni de lejos podrían algún día hacerlo era extraño aún, esas personas que añoraban tan siquiera una foto o siquiera tocarlo eran demasiado ajenos a él y a lo que sentía.

—Debemos traer más seguridad.—fue lo primero que escuchó Jihoon una vez estando en la seguridad del auto.—cada día vienen más personas.

Seguramente Suk siguió diciendo más cosas, pero Jihoon lo había dejado de escuchar usualmente no lo escuchaba cuando no decía algo referente a lo que debía hacer en su horario, odiaba que jamás pudieran hablar de algo que no fuera trabajo, esperaba si quiera que su manager pudiera ser su amigo, pero jamás sería así porque Suk lo miraba como una mina de oro más que como persona.

—¿No vas a comer? Más tarde no tendrás más tiempo.—Jihoon asintió algo dudoso ante lo dicho por Suk.

El viaje hasta donde sería la grabación estaba más lejos de lo esperado y la mente de Jihoon solo podía pensar en renunciar ahora que estaba a tiempo, ya había vivido un rato como todo una estrella con lujos y quizás debía regresar a su vida de simple mortal, tener un trabajo normal y esperar a un día poder formar una familia, claro para eso primero tendría que encontrar a alguien para amar. Era tan irónico que escribiera y cantara canciones sobre el primer amor, y como este lo hacía sentir una mejor persona y con gran poder, pero la realidad es que jamás había estado cerca de sentirse enamorado, siempre que parecía estar listo para dejarse llevar por el amor lo traicionaban dejándolo bajo cero.

—Nos encontraremos con tu nuevo equipo de imagen, quiero que los conozcas para que te sientas en confianza.—dijo Suk sin siquiera ver al chico.

Unas cuantas horas más para Jihoon donde solo se perdió en sus pensamientos y en lo mal que estaba sobrellevando todo aquel cambio de personal normal a una estrella.

—Llegamos.—Suk abrió la puerta del auto dejando entrar el aire fresco.—vamos, hay mucho que hacer.

Jihoon bajo del auto siguiendo los pasos de su manager quien estaba más concentrado en su celular que en otra cosa hasta que se encontraron con un grupo de personas.

—Aquí están.—Suk por fin se dignaba a ver a Jihoon.—tu nuevo equipo de imagen.

Jihoon dio una mirada rápida las personas delante de él que estaban perfectamente alineadas, todos parecían ser muy profesionales, eso significaría que seguiría rodeado de personas que no le interesaban conocerlo.

—Será mejor que empecemos.—una extraña sonrisa estaba en el rostro de Suk.

Jihoon estaba rodeado por aquellas personas que se encargaban de hacerlo ver como una estrella, unos buscaban la ropa más apropiada, otros hablaban sobre su cabello, pero había uno que solo lo observaba, parecía demasiado concentrado en aquello.

—¿Podrían esperar a que termine con su maquillaje?—la voz del chico basto para todos se apartarán aún hablando sobre lo que harían.—mucho mejor así puedes quitar esa expresión de terror.—una tímida sonrisa aparecía en el joven.

Jihoon miro su reflejo en el espejo y en efecto su rostro denotaba terror.

—Relájate, empezaré limpiando tu rostro para quitar todo ese maquillaje tan fuerte que te hicieron antes.—Jihoon observaba detenidamente lo que hacía el otro, su manos eran hábiles.—veamos cómo está tu piel debajo de todo esto.

La manos del otro chico eran cálidas y suaves al tacto del rostro de Jihoon, sus movimientos eran ágiles y rápidamente quitaba todo el exceso de maquillaje.

—¿No duermes?—sus ojos se encontraron.—tienes ojeras, pero tú piel es bonita.

—¿Siempre eres así?—pregunto Jihoon aún viendo lo que el otro hacía.—hablas con mucha seguridad.

—Lo soy siempre, creo que la persona que está ahí sentada ya tiene mucho porque pensar como para hacer este momento más tenso.—otra sonrisa aparecía.—ser artista no debe ser fácil, siempre tienen que estar felices y ocultar cada cosa que los pueda estar hiriendo.

—¿Cómo te llamas?—Jihoon jamás había tenido interés en las personas que trabajan a su lado porque todas eran iguales.

—Kwon Soonyoung.

Quizás no todo era malo en la vida de idol, si buscabas bien podías encontrar a alguien que pensara diferente.

Soonhoon StoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora