Solo

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     No me arrepentiré de conocerte.

El ruido de la música ya inundaba los oídos de Jihoon y las luces de colores lo dejaban casi ciego, aquella noche había accedido a salir con sus amigos y novio solo para demostrarles que no era un aburrido como ellos decían.

—Podemos irnos cuando quieras.—alcanzo a escuchar Jihoon antes de perder de vista a su novio y amigos.

Realmente Jihoon no disfrutaba mucho de ir a esos lugares por el alto volumen de la música y las luces que siempre parecían que estaban hechas para no dejarlos ver nada. A lo lejos estaban algunos de su amigos bailando o intentando parecer bailar, le daban risa pues estaban haciendo el ridiculo.

—Vamos Jihoon, ya tenemos una mesa.—la voz de Jeonghan se escuchó por sobre la música.

Algo había llamado la atención de Jihoon, más bien un alguien en el centro de la pista de baile, había un chico bailado como un Dios todos a su alrededor se miraban patéticos y aún así intentaban bailar con el, pero este chico dios los evitaba de una manera muy artística.

—¿Qué miras?—la voz de Jeonghan hizo que Jihoon saliera de su trance.—¿Jihoon?

Jeonghan al no recibir respuesta intento ver hacia el mismo punto que su amigo.

—Ah ya te conquisto.—aquel comentario había hecho de Jihoon lo viera sorprendido.—Kwon Soonyoung, siempre viene a mostrarnos que nadie baila igual que el, pero aún así es un chico muy misterioso.

—¿Misterioso?—cuestionó Jihoon.

—Siempre viene solo y nunca acepta bailar con nadie más.—respondió el más alto mientras sonreía.—Es un chico inalcanzable.

Mientras intentaban caminar entre las personas para llegar a su mesa, Jihoon seguía con la mirada aquel chico. Muy pocas veces había sentido que alguna persona le atrajera demasiado e incluso podía decir que ni siquiera con su novio había sido así.

—¡A bailar!—gritó uno de los amigos de Jihoon.

De nuevo se quedaba solo, pero ahora al menos tenía un lugar donde esperar y no perderse en medio de tantas personas y aparte tenia una vista increíble del lugar donde todos bailaban, donde estaba el dios del baile. Nada era más interesante en ese momento que mirar cada detalle de ese chico, a pesar de la distancia podía ver perfectamente su excelente estructura corporal y era obvio que se ejercitaba o era por lo mismo del baile, rostro era algo que quería poder apreciar más.

Sus pies lo estaban guiando hasta el, era como estar en trance.

—¿Jihoon?—en ese momento no le importaba quien lo había llamado.

Un par de pasos y estaría delante de él y podría quitarse la duda y la necesidad de estar cerca de la persona que se robaba todas las miradas. En un momento aquel chico se había girado y quedado justo enfrente de Jihoon.

Tenerlo frente era algo mágico para Jihoon pues su mirada estaba fija en él y parecían estar solos.

—No debes bailar solo.—dijo Jihoon sorprendiéndose de su valentía para hablar y cambió había recibido una sonrisa el dios del baile.

Soonhoon StoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora