Cuando desperté estaba sola en la cama. Alex tenía que entrar a trabajar temprano y seguramente ya se había marchado. Me levanté y me dirigí hacia la cocina. Me sorprendió la cantidad de luz que entraba al piso a través de la cristalera que daba al jardín, tenía mis dudas cuando Alex me dijo que había alquilado un piso maravilloso, pero que era un bajo. La luz natural siempre me ha parecido imprescindible para vivir, odio los pisos que deben tener las luces encendidas casi todo el día porque apenas entraba en ellos luz natural. Al entrar a la cocina me encontré una nota pegada en la nevera, supuse que era de Alex.
"Buenos día bonita, supongo que te has despertado con la idea de tomar un café, lo siento, yo no suelo tomarlo y olvidé comprarlo para cuando llegases. A dos calles de aquí hay un sitio "Tetris" se llama, ponen un café estupendo, al menos eso dicen sus adictos, si no te apetece aventurarte hasta allí puedes pedirle un poco a María, seguro que tiene, es una adicta a la cafeína y a la cerveza. Te llamo luego"
Perfecto, lo único que consigue volverme persona cuando me levanto y resulta que no hay ¿Quién no tiene un triste paquete de café en casa? Pues claramente yo, en ese justo momento.
Decidí darme una ducha rápida e ir al piso de María, ayer me había caído muy bien y si hoy me ofrecía una taza de café sería mi amiga para toda la vida.
Estábamos a principios de Junio, aún no llegábamos a las temperaturas de Agosto pero ya hacía un calor importante en Madrid desde por la mañana. Decidí ponerme un mono claro de pantalón largo con finas rayas verticales de varios colores. A pesar de ser de pantalón largo, la tela era fluida y fina y la parte del torso algo más entallada y escotada y con un tirante fino. En apenas media hora estaba lista, miré el reloj, las 10:30, espero que María ya esté despierta porque no me apetece ir a gorronearle un café y encima tener que sacarla de los brazos de Morfeo.
- Vooooooy! Joder, encima no te has llevado ni las llaves – Oí gritar a María mientras se dirigía hacia la puerta
- María yo...
-¿Alba? Joder si eres tú – me interrumpió mientras abría la puerta de par en par para que pasase – Pensaba que era Natalia, me ha llamado hace un rato para que pase por donde está trabajando y le lleve varios CD's, al parecer esta mañana iba tan dormida que se le han olvidado.
-Yo ... verás, no quería molestar – dije bastante avergonzada y un poco confusa
- No te preocupes, estaba despierta si es lo que te raya ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?
- Verás, cosas de salir con un deportista, no toma café, y pensé que igual podías prestarme un poco y...
- Ah! ¡Es eso! Claro, justo iba a hacer una cafetera ahora, yo tampoco puedo vivir sin un buen café cuando me levanto por la mañana. Iba a tomármelo en el "Tetris" aprovechando que tengo que llevarle esto a Natalia – dijo mientras levantaba una bolsa de papel que supuse que contenían los CD's de los que me había hablado antes – pero mejor nos tomamos uno aquí tranquilitas y ahora me acompañas a tomarnos el segundo y así te haces un poco con la zona.
María se dispuso a entrar a la cocina mientras yo me senté fuera a esperarla al jardín como me había indicado ella. Tenían unas sillas muy cómodas de mimbre alrededor de una mesita del mismo material terminada con una tapa de cristal transparente. El sol llegaba hacía mi posición y aún no era demasiado fuerte, así que cerré mis ojos y me relajé allí sentada con mi cara buscando los rayos de este. Debía estar bastante pálida, a mi color blanquecino de piel se sumaba el haber pasado los últimos meses bajo la luz blanquecina de la biblioteca de la facultad o del flexo que utilizaba para estudiar en mi antigua habitación en el piso de Valencia, así que mi aspecto y el de una vampiresa poco se diferenciarían en ese momento.
- Aquí se está a estas horas de puta madre – María apareció de pronto con dos tazas de café y una jarrita de leche – Lo siento ¿te he asustado?
- No, es que estaba tan relajada que no te he oído llegar. Me tomaré el café solo – dije mientras le tomaba las cosas que traía en la mano y las depositaba sobre la mesa – no creo que esa leche que traes sea sin lactosa y soy intolerante
- Pues no, es leche semi normal ¿Te viene bien solo? Si no podemos ir ya al "Tetris", tienen tantos tipos de café que no creo que se hayan saltado la opción para los intolerantes a la lactosa
- Me viene bien, no te preocupes – le sonreí agradecida por el gesto – Me has hablado varias veces de ese sitio y no sé lo que es. Alex también me dejó una nota diciendo que fuese allí a buscar café.
- Es donde trabaja Natalia, es un local enorme que está a unas dos calles de aquí, solemos ir bastante. Por la mañana es una cafetería y lugar de desayunos, al medio día es un lugar de comidas tipo sándwich y todo tipo de cremas y ensaladas, y al anochecer sube el volumen del ambiente y se convierte en un lugar de copas bastante agradable, solemos ir por allí a menudo.
- ¡Guau! Cuantas cosas dentro de un mismo sitio, sin duda el nombre le va como anillo al dedo – María asentía con su cabeza, su mano libre y todo su cuerpo mientras daba un sorbo a su preciado café – Supongo que Natalia es tu compañera de piso, te oí nombrarla ayer cuando la pillamos dándose el lote con su pareja en la puerta del baño
- ¡Es verdad! Te estabas meando muchísimo – decía María divertida mientras ponía cara de estar rememorando ese momento – ¿Has dicho pareja? ¿Natalia con pareja? ¡JA! Me moriré antes de ver eso
- Lo siento, estaban allí, así... di por hecho que eran pareja – solté atropelladamente mientras notaba como un rojo intenso subía hasta mis mejillas
- No pasa nada, es solo que ya conocerás a Natalia. Ella siempre tiene a alguien entre manos, pero nunca la misma, así es ella. Tiene claro que quiere divertirse pero sin complicaciones, no le va nada eso de tener pareja. La verdad es que no sé cómo lo consigue, quiero decir, si obviamos el tema de que es guapísima, mide 1'80, tiene un rollazo que te mueres y una puta cara preciosa que competiría con cualquier modelo, si obviamos esa parte... ¡qué coño! Ahí lo tienes – soltó una carcajada que me contagió – Se lleva de calle a toda la que se propone.
ESTÁS LEYENDO
CAUSA Y EFECTO
FanfictionAlba acaba de llegar a Madrid en busca del éxito profesional tras concluir sus estudios en Bellas Artes, en esta nueva aventura no estará sola, su novio la espera deseando completar con ella los planes que habían hecho de vivir al fin juntos. Natali...