CAUSA Y EFECTO

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Alba

El verano tocaba a su fin, estábamos ya a últimos de septiembre y aunque había ahorrado bastante no tenía dinero suficiente para irme a Madrid y empezar de nuevo. Había echado varios currículos relacionados con lo mío, pero nunca contestaban a las ofertas que realmente eran interesantes y no quería irme sin tener nada asegurado, no estaba en condiciones de soportar un nuevo fracaso y tener que volver con mi madre y mi hermana por segunda vez. Estaba en casa pintando cuando sonó el teléfono, era África.

- Hola Afri

- Hola Alba ¿Estás sentada? Siéntate, te tengo notición

- ¿Qué dices? Me estás poniendo nerviosa... ¿Venís a verme o qué?

- Mejor aún – me dijo África

- Eso es imposible

- JAJAJAJA – reía Afri – ya lo verás reina. Agárrate ¿Recuerdas la noche que nos conocimos?

- ¿Sí?

- Recuerdas que te dije que conocía a tu jefa... en la galería

- Sí, lo recuerdo

- Pues después de mucho tiempo he vuelto a coincidir con ella. Teníamos yo y una compañera que maquillarla a ella y un par más para una inauguración importante en la galería

- ¡Afri! Al grano, estoy muy nerviosa

- ¡Ay! Cariño no me estreses – ella se lo seguía tomando con calma y yo me salía del pellejo – Pues bien, me comentó que este año habían concedido dos contratos en prácticas, y no habían podido tener peor suerte. La primera candidata ni siquiera se presentó el primer día...

- Dios Afri, que vergüenza – la interrumpí

- Alba Por favor... consiguieron suplirte con el candidato que tenían de reserva. La segunda persona acaba de renunciar

- ¿QUEEEE? – Grité

- Al parecer había solicitado una beca en Francia y se la han concedido, no quería perder esa oportunidad. El hecho es que no había segundo candidato de reserva ya que, que rechace uno no es habitual, que lo hagan los dos es imposible.

Me quedé callada, pasaban miles de cosas por mi cabeza y no sabía dónde me llevaría aquella conversación

- En fin – continuó viendo que no decía nada – Espero que no te importe pero le he hablado de ti. Le expliqué que tú eras la chica que renunciaste, te sobrevino un problema personal que te superó. Que ya está todo solucionado y que estarías encantada de volver

- No me lo puedo creer ¿Y qué ha dicho?

- Ha dicho que te dará otra oportunidad

- AHHHHHHHH

- Pero tendrás que pasar una entrevista Alba

- ¿ES EN SERIO?

- La entrevista es pasado mañana a las 10 en la galería. Prepáratela, es un hueso duro de roer

- Pero ¿Pasado mañana? No tengo dónde quedarme

- Eso ya lo hemos hablado Damion y yo, te quedarás en nuestro piso. Ya sabes que hay una habitación de sobra, él y yo compartimos espacio.

No me podía creer lo que acababa de pasar. Para cuando colgué el teléfono mi madre ya estaba con cara alarmada mirándome desde el umbral de la puerta de mi dormitorio. Había oído mis gritos. Le expliqué la situación y le faltó tiempo para ayudarme a hacer la maleta y sacar el billete. Al día siguiente a primera hora saldría hacia Madrid.

Natalia

Mi jefa estaba contenta con mi trabajo en el Tetris, había sido responsable y nunca había faltado a mis obligaciones ni en la cafetería ni los fines de semana que organizaban conciertos. Aquella mañana me había pedido que me pasase por su oficina al acabar mi turno, quería proponerme algo.

- Pasa Natalia

- Gracias Noemí –entré y me senté nerviosa frente a ella

- Por nada del mundo me gustaría perder una empleada como tú, has demostrado sin duda ser una chica responsable y capaz, pero precisamente por eso no me parecería justo que perdieras aquí años con un sueldo escaso y con poco que hacer en relación a lo tuyo.

- Yo... estoy a gusto aquí – no sabía por dónde iba a salir

- Mi marido se dedica a organizar conciertos, él mismo se ha encargado todo este tiempo de traer aquí a gente que está empezando. Su empresa se encarga de organizar y montar todo, luces, sonido, espacio... Me ha comentado que existe un puesto vacante como técnico de sonido – cuando escuché aquello mi cara se demudó blanca – Le he hablado de ti y quiere que vayas a un par de eventos para ver que tal te desenvuelves, no los cobrarás, estás a prueba, esto me ha pedido que te lo deje claro, pero a cambio tendrás tu puesto de trabajo aquí esperando por si no fuera bien la cosa

- No sé qué decir, sinceramente

- Pues dirás que sí, ya es hora de que te dediques a lo que te gusta

- Pero... ¿quién me cubrirá?

- Tú no tienes por qué preocuparte de eso, pero por si te interesa le daré una oportunidad a Famous, el pobre está deseando salir de la cocina

Noemí me tuvo que echar de la oficina cuando vio que no tenía intención de dejar de darle las gracias. Era una oportunidad que no pensaba desaprovechar. Salí pitando hacia casa deseando contarles las buenas noticias a María y Julia. Cuando llegué María hablaba con Afri en el jardín, desde que éramos vecinas pasaba más tiempo allí que en su casa.

- Hola ¿No está Julia?

- Debe estar al llegar – me dijo María – ha salido a comprar el pan. Nosotras estamos haciendo el aperitivo en el jardín. Píllate una cerveza y te unes

Salí de nuevo con la cerveza en la mano y me senté con ellas, me dio la impresión de que se callaron al entrar yo pero no me comía el coco con ese tipo de dramas, ambas eran mis amigas, me decían todo lo que yo tuviera que saber, seguramente sería alguna movida de Afri y Damion que estaba compartiendo con su mejor amiga.

- Preguntaba por Julia porque tengo una noticia... Pero no voy a poder esperar así que lo suelto... Estoy a prueba como técnico de sonido en una empresa que organiza conciertos – sus bocas se abrieron y sus caras reflejaban una alegría contenida – Noemí, mi jefa, me ha recomendado, si todo va bien me quedaré en el equipo

- Y va a ir de puta madre – me dijo Afri levantándose para abrazarme

- ¡Buah! Aún no me lo puedo creer, menudo día de puta madre llevo

María y Afri se miraron con cara de circunstancias. Esta vez no hice caso omiso a su actitud y directamente les pregunté

- ¿Pasa algo?

- Cariño – me dijo María – Mañana viene Alba a Madrid, se va a quedar en el piso de Afri