42

6.1K 276 11
                                    

Natalia

Cuando María nos interrumpió a Alba y a mí me sentí mal. La última vez que había estado en aquel estudio con Alba habíamos sido sorprendidas por su novio entonces, ahora de nuevo éramos sorprendidas, aunque para mi suerte había sido María y no Julia la que había aparecido por allí. Estaba segura que María se había ofrecido voluntaria para avisarnos y había sido tan prudente de llamar a la puerta porque se imaginaba que el hecho de que ninguna de las dos estuviésemos en el salón y que llevásemos tanto tiempo fuera a solas solo podía significar que nos estábamos liando de nuevo, más aún después de que yo misma le hubiera contado lo que pasó entre nosotras la última vez que nos habíamos juntado. Me sentí fatal por Julia, me sentí mal por poner a María en el compromiso de tener que callarse lo que imaginaba que estaba pasando allí dentro entre nosotras, me sentí horrible por Alba, a la que le ponía barreras una y otra vez haciéndola creer que solo ella quería indagar en lo que sentía cuando estábamos juntas cuando en realidad yo me moría por estar con ella. Pero sin duda alguna, lo que peor me hizo sentir fue lo que había ocurrido con Julia y por lo que María nos había venido a buscar.

Julia había tenido intención de salir fuera un rato donde estaba Alba, al ir a buscar la chaqueta encontró el móvil en el bolsillo y le sorprendió ver que tenía varios mensajes y llamadas perdidas de su tío, se preocupó pensando que podía haber pasado algo, y había pasado. A su madre le habían diagnosticado semanas antes un cáncer de mama. Ella no tenía intención de decirle nada hasta que viajase allí durante las fiestas y su madre ya estuviese operada, pero a su tío no le pareció buena idea, así que la noche antes la llamó desde el hospital varias veces para explicarle la situación. Aquello supuso un duro golpe para Julia, de pronto todos habían dejado de beber y reír al verla llorando sentada sobre uno de los taburetes de la cocina. Julia explicó lo que había ocurrido, necesitaba tomar el primer tren a Cádiz aunque fuese aquella misma noche. María salió a avisarnos antes de que todos empezasen a preguntarse dónde andábamos y por qué tardábamos tanto. A Alba se le saltaron las lágrimas al llegar dónde Julia y enterarse de todo, se ofreció para ayudarla a hacer su maleta y acompañarla hasta la estación, en eso estuvimos de acuerdo todos de modo que a las 5 de la mañana íbamos en dos coches camino de Atocha. Julia estaba más entera, más incluso que nosotras que se nos había pasado la tajada en un suspiro. Se despidió de todas nosotras mientras se preparaba para tomar la pasarela que la llevaría al tren. Me hizo prometerle que acompañaría a Alba al concierto "A ver, que mi madre está bien, solo quiero estar con ella cuando salga de allí" me decía "Y ese pedazo de regalo se lo has hecho tú, tendrás que aprovecharlo ya que yo no puedo ¿no?" Sabiendo lo que había pasado entre Alba y yo aquella frase tan inocente dicha de su boca me sonó a un ofrecimiento de otro tipo, sentí asco de mi misma por pensar así y por haberme comportado así con la chica que le gustaba, aunque a mí también me tuviese loca. Por último pasó su mano dulcemente por el rostro de Alba y se marchó, sin besarla, como si pensase que aquel gesto ya no le pertenecía.

- ¿Vas a salir? – me preguntó María mientras terminaba de maquillarme

- Sí, le dije a Julia que acompañaría a Alba al concierto

- ¿Estáis liadas Natalia? – me espetó María, yo dejé de maquillarme y me giré apoyándome en el lavabo para hablar con ella

- No... - bajé mi mirada, no sabía en realidad cómo estábamos, no había vuelto a hablar con ella desde el jueves ya de madrugada cuando despedimos a Julia en la estación, esa mañana me había enviado varios whatsapp para quedar para el concierto pero poco más habíamos hablado – María...

- Cuando el otro día fui a buscar a Alba estabais solas, Natalia, encerradas en aquel estudio sabiendo que la última vez que os quedasteis solas os importó poco que el resto anduviéramos por ahí para enrollaros

CAUSA Y EFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora