Natalia
Los días que quedaban de la semana pasaron como un suspiro y casi sin darme cuenta había llegado el viernes, día en que Alba tendría que presentar el proyecto simulando el día de la inauguración. Si tanto Laura como el consejo consideraban que era la opción más válida no solo estrenarían la exposición de la pintora rusa planteándola con la idea que Alba había concebido sino que además numerosos medios de comunicación se harían eco de ello. No tenía nada que hacer y decidí matar el tiempo a la espera de que me llegasen noticias o pudiese verla esa noche, habíamos quedado todo el grupo para salir y saliese la cosa como saliese celebrar que al fin tendría una pequeña tregua.
Los días que restaron de la semana hasta llegar al viernes no podían haber sido mejores. Al día siguiente de haberle hecho esa confesión no podía estar más nerviosa. Sentía que había metido la pata y esperaba encontrarme una Alba nuevamente distante conmigo, marcando las distancias, sin embargo eso no fue lo que ocurrió. Cuando llegué a la Galería más tarde de lo que solía hacerlo me encontré la revolución que había organizado en aquella sala, cada elemento de la puesta en escena que había ido trabajando iba cobrando forma, sin duda se había dado un trabajazo en conseguir un ambiente acorde a la obra que se expondría. Dispuso las cajas de madera que había rehabilitado simulando la parte trasera de un escenario, las pinturas resaltarían como obras con vida propia entre las telas, la madera, las cálidas luces que creaban ambiente pero sin descuidar la iluminación de los cuadros para poder disfrutar cada matiz, parecía un sitio en el que no había estado nunca. Al entrar me puse la mano en la boca y empecé a girar sobre mi misma viendo en qué había convertido aquella sala. Ella lejos de estar distante se acercó a mí sonriendo y me cogió la mano para que llegase hasta ella
- ¿Pero dónde he estado todo este tiempo? ¿Esto lo has hecho tú?
- Sí – me decía mientras no dejaba de mirarme y sonreír
- Es alucinante Alba... A ver ¿Dónde está tú varita? Porque aquí has hecho magia – le buscaba divertida bajo los brazos la varita imaginaria
- Qué tonta eres Nat... - decía sonriendo mientras golpeaba mi brazo a modo de broma – Llegas tarde
- ¿Tenía una hora para llegar? – le dije alzando las cejas
- No... pero te he echado de menos
Cuando me dijo aquello todas las dudas que había tenido yendo hacia allí se habían disipado, no solo no estaba distante conmigo sino que volvíamos al punto en que lo habíamos dejado la semana anterior, justo antes del fatídico fin de semana ¿Qué significaba eso? Puede que simplemente no le pareciese justo estar mal conmigo cuando en parte se sentía en deuda por haberla ayudado, o puede que efectivamente su mala cara hubiera tenido que ver con el hecho de que hiciese ver que no me importaba lo que sentía por Joan a nivel personal y mi confesión le hubiera alegrado. No quería perder el tiempo y perderme a mí misma en saber que le hacía estar así conmigo, solo quería disfrutarlo, y así lo hice, durante cada uno de los días que nos quedaban hasta llegar al viernes.
Nos reíamos, compartíamos bromas, me manchaba la cara con algún producto de esos raros que ella usaba y se dejaba atrapar cuando hacía como que la perseguía para vengarme, luego se disculpaba entre risas y me quedaba extasiada cuando se acercaba a mí más de lo normal tratando de borrar la pintura de mi cara con la ayuda de algo, sabía que esos momentos serían finitos, sabía que pronto acabarían y solo me dediqué a disfrutar del tiempo que pasaba con ella que cada vez era más especial. No había lugar para otra cosa en mi cabeza, no había lugar para lo que habíamos pasado juntas, no había lugar para pensar que estaba con otra persona, no lo había para recordar que esa persona era Julia ni que esta era mi mejor amiga, solo estábamos ella y yo.

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CAUSA Y EFECTO
FanfictionAlba acaba de llegar a Madrid en busca del éxito profesional tras concluir sus estudios en Bellas Artes, en esta nueva aventura no estará sola, su novio la espera deseando completar con ella los planes que habían hecho de vivir al fin juntos. Natali...