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Natalia

No volví a ver a Alba en todo el fin de semana, tampoco salí cuando María me dijo que habían quedado para cenar fuera. Aproveché que estaba sola para investigar acerca de la idea que me rondaba en la cabeza del proyecto de Alba. A pesar de intentar mantener la cabeza ocupada de vez en cuando acudía a mi cabeza la conversación que había tenido con Julia, yo sabía que en muchas de las ocasiones que Alba le había dicho que estaba con Joan era precisamente para evitar decirle que había estado estado conmigo, sin embargo también me había desvelado cosas que yo desconocía. No me había fijado demasiado en el tipo de relación que ellos se dispensaban, no es que hubiera visto nada raro entre ellos, pero también es verdad que había estado concentrada en montar el sonido y no estaba pendiente de lo que ellos hacían. De vez en cuando miraba a Alba, sí, pero casi siempre cuando estábamos a solas en aquella sala. Por otro lado, me empezó a parecer raro que Joan estuviese siempre allí, él debía presentar su propio proyecto y aunque si bien la forma de abordarlo era más simple que la de Alba, no sabía qué interés podía tener en pasar allí más horas de las debidas solo por ayudarla, más aun cuando se suponía que echaba tanto de menos pasar tiempo con su novia. Empecé a comerme la cabeza pensando que quizá todos los días que al salir yo me había ido hacia otra parte para evitar llegar al bloque en el que vivíamos juntas y que Julia sospechase algo, ella realmente se había ido con él. Darle vueltas a la cabeza en ese sentido me hizo llegar a la Galería el lunes más seria de lo normal, no quería dar por hecho nada, pero mi actitud con respecto a la semana anterior había cambiado y sabía que sin querer hacerlo iba a estar más pendiente de lo normal de la actitud de ambos.

Aunque cuando llegué Alba intentó nuevamente sonsacarme la idea que se me había ocurrido no me encontraba preparada para ponerme a explicarle las cosas y estar con ella como si tal cosa, no podía, pensar que se hubiera pillado de alguien me estaba quemando por dentro, así que la convencí para que me diera un rato para tratar de montar lo que llevaba en mente y luego le explicaría. La idea en sí era tan básica que asustaba, pero si funcionaba solucionaría el mayor de nuestros problemas. Cuando el primer día Alba empezó a subir cosas del almacén me llamaron la atención varios sensores de movimiento que actualmente no usaba la Galería. Eran bastante primitivos, supongo que por eso los tenían en desuso. Se trataba de varios grupos de dos pequeños sensores que acoplados por parejas se unían en un haz de luz, estos irían conectados vía bluetooh a un ordenador que lanzaba un aviso al romper algún objeto físico el haz de luz. Mi idea era conseguir la forma de que al llegar el visitante ante el cuadro y traspasar el láser del sensor este activase la música. Mientras trataba de conectar todo para demostrarle a Alba lo que pretendía no pude evitar fijarme en ellos. Alba pasaba fotografías de la autora con un proyector mientras Joan la ayudaba a decidir cuales elegir. Estaban pasándolo realmente bien, Joan le contaba a Alba algo divertido mientras a ella le daba un ataque de risa y le lanzaba una revista que había sobre la mesa para que se callase. Mi cabeza cada vez imaginaba más cosas y mi estómago se ahogaba en un nudo al verlos así juntos.

- Alba, he tratado de montar esto pero creo que tenemos un problema

Alba dejó lo que estaba haciendo y sin borrar la sonrisa que le había provocado las bromas de Joan vino hacia mí

- ¿Me vas a contar ya de lo que se trata o pretendes que te ayude a solucionar el problema sin saberlo? – Me decía divertida

- Se me había ocurrido usar los sensores de movimiento que encontraste el primer día en el almacén para hacer que estos activasen la música, así nos evitaríamos que alguien tuviese que estar pendiente de hacerlo manualmente, que es como lo teníamos el viernes

- Pero... ¡Eso es genial! – se puso a dar palmadas y se lanzó hacia a mí para abrazarme pero no le seguí el abrazo, no podía. Apenas la contuve un poco y me alejé de nuevo para seguir hablando

CAUSA Y EFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora