CAUSA Y EFECTO

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Natalia

Después de dos años de trabajo frenético, de no querer parar, de aprovechar cada oportunidad que se me presentaba, los próximos meses vislumbraba al fin algo de calma. En mi cabeza seguía la idea de trabajar con y para gente que ofreciese algo nuevo, que le interesase lo que yo pudiese aportarles y hacerlo por mis propios medios, pero aún quedaba para llegar a ese nivel. De momento, el contrato que había firmado con Universal me estaba dando, no solo la posibilidad de trabajar con gente a la que yo admiraba de alguna forma, sino las tablas, el nombre y los contactos para que todo fuese más fácil. 

Todo esto me lo habían traído los últimos años. No solo el empezar a trabajar en un medio en el que comencé a conocer a la gente adecuada, que no solo me aportó cosas maravillosas en el plano profesional sino también en el personal, también tuve la necesidad de llenar mí tiempo ampliando mis estudios en producción musical y formarme en Dirección Artística en esa misma rama. Me llenaba poder intervenir de esa forma en proyectos donde no solo trabajaba la producción de canciones, sino que tenía la influencia necesaria para aconsejar a aquellos que trabajaban conmigo a la hora de dirigir su proyecto y buscar otros productores que les ofreciesen lo que estaban buscando, reuniéndolo todo en un proyecto musical único y con sentido, innovador. Por primera vez tenía la posibilidad de intervenir directamente en la creación de principio a fin de un disco que yo me compraría, y aunque el reconocimiento a nivel medios se lo llevaba por entero el artista en sí, ya que era pieza clave del proceso creativo, tenía la certeza de que de alguna forma también había dejado mi propio sello en ese trabajo. Las cosas no me habían ido nada mal, y eso había conllevado tener que volver a Madrid. Era lo más fácil, aunque en Barcelona había podido desarrollar mi profesión hasta un punto, esta se había quedado pequeña y para seguir mi camino debía dar ese pequeño paso, aunque a nivel personal eso significara volver en parte a la ciudad que amaba pero de la que terminé por huir en el pasado.

Mi regreso a Madrid solo me había traído cosas buenas, no solo en el plano profesional que era lo que esperaba que sucediera, ya llevaba un tiempo yendo y viniendo y hasta ahora cada proyecto en el que me había mezclado había terminado siendo un éxito, habíamos acertado con los sonidos, aportado cosas nuevas, y eso había tenido un repercusión a nivel profesional que me había traído hasta aquí de manera definitiva. Pero como digo no solo lo hizo a nivel profesional, a nivel personal había recuperado poco a poco cosas que creí haber perdido definitivamente. Me había reencontrado con mis raíces, con la gente que me ayudó a crecer cuando llegué a esta ciudad por primera vez cargada de sueños e ideas, con gente que además de conocer a la Natalia famosilla en el mundo de la música, también habían vivido con la Natalia desenfadada, ligona, amiga, bueno... y con otra no tan agradable, pero ante la que, a pesar de todo eso, siempre estuvieron ahí, en la distancia, en las llamadas telefónicas, en los encuentros de un café rápido, permaneciendo en mi vida y no dejándome nunca terminar de romper el hilo con lo hermoso que habíamos creado en otra época.

No olvidaré nunca la cara que pusieron María y África cuando les dije que volvía para quedarme. Tenía intención de buscarme un estudio céntrico y encontrar mi nuevo sitio aquí, pero a María le faltó tiempo para reclamarme a su lado de nuevo. Fue algo que nunca me planteé, demasiados recuerdos, y luego estaba Julia.

Cuando me marché de Madrid cargada de dolor, de dudas sobre mí misma y de angustia no quería saber nada de nadie, y al paso de los meses, curiosamente, con la primera persona que decidí tener contacto fue con ella, con Julia.

Al principio su presencia efímera era recurrente en mi cabeza por cuestiones más destructivas que otra cosa, en medio de mi dolor aparecían sus palabras como una estaca clavada en el mismo centro del corazón.

"... Ojalá sea verdad, ojalá estés tan pillada por ella que sepas algún día cuanto me está doliendo esto, que entiendas lo mal que se pasa cuando la persona en la que has confiado siempre, a la que has escuchado, por la que habrías dado todo como amiga se estaba tirando a tu novia mientras tú estás lejos en una situación tan incierta que darías cualquier cosa por poder controlar"