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Natalia

No había pasado unas fiestas de Reyes peores en mi vida. Todo el puñetero día de aquí para allá comprobando que todo saliese bien ya que la empresa para la que trabajaba se dedicaba a hacer su agosto a base de cubrir cientos de eventos en esas fechas tirando del mismo personal que tenía contratado durante el resto del año. Había pasado las tardes enteras trabajando hasta la noche y la noche encerrada en la Galería terminando de comprobar que todo estuviese listo para el día de la inauguración. Ni siquiera habíamos tenido tiempo de pensar en regalarnos algo de lo ocupadas y cansadas que estábamos, es más, yo creo que era consciente de que aun estábamos en fiestas porque trabajaba en el montaje de eventos para estas, sino hubiera vivido en otro mundo como lo hacía Alba.

El jueves estuve hasta muy tarde trabajando, menos mal que ya lo tenía todo montado, y Alba pasó el día entre medios de comunicación y entrevistas previas a la inauguración del siguiente día. El viernes era el día, yo tenía que trabajar pero la parte pesada de los mini eventos de Reyes ya había pasado, así que sabía que como muy tarde estaríamos liados hasta las 6, hora a la que comenzaba el concierto en el que estábamos trabajando en el montaje de sonido, y el acto de la inauguración estaba previsto para las 10, aunque estuvieran citados desde bastante antes, al menos eso no me lo podía perder, era algo muy importante para Alba e incluso su familia viajaría desde Elche para poder asistir, saber que iba a conocerles y que me presentaría como su novia me tenía bastante nerviosa, aunque ella se reía de esa circunstancia logrando ponerme más nerviosa aún.

- Natalia, ¿Cómo va el tema de la percusión? No quiero problemas con esta gente diciendo que se sigue acoplando la batería – me dijo Manu

- Pues lo acabo de comprobar y parece que está controlado, ya se puede matar el tipo ese a golpear la batería que ya no reverberará junto a los bajos – dije satisfecha. Íbamos bien de tiempo y lo único que quería era salir corriendo a casa y estar lo antes posible en la Galería

- Mejor... cuando acabemos aquí hay que salir echando leches a Vallecas, allí empiezan los conciertos a las 8 y hay problemas

- ¿Cómo? – Manu notó como me tensaba y negaba con la cabeza – Manu te dije que hoy tenía que irme en cuanto acabásemos aquí, no puedo faltar a un sitio, es importante

- Sé que te dije que te irías en cuando acabásemos pero hay problemas, no sé qué coño pasa pero les falta material, no han podido montar todo y aquello suena como el culo, y no podemos joderla, tocaran cuatro grupos y llevan años contando con nosotros, cagarla no es una opción

- ¿Qué coño quiere decir que les falta material? Manu, dijiste que podría irme, llevo una semana echando horas como una hija de puta, no puedes hacerme esto

- Primero no me hables así, no soy tu colega sino tu encargado, no te confundas. Segundo, tenemos material del almacén repartido por medio Madrid, no sé qué coño pasa pero les faltan medios, aquello suena como el culo y tendremos que llevar cosas de aquí a toda leche cuando esto se acabe a las 7 o así, llegaremos tarde pero al menos valdrá la pena el sonido cuando allí empiecen a tocar

- Es imposible que nos dé tiempo Manu, ¿Quieres desmontar aquí e irnos a terminar en Vallecas? Eso es una locura

- También puedes irte a por el material que has cogido prestado y que ahora nos hace falta y terminar aquello, no quería tener que llegar a ese extremo pero si quieres irte pronto es lo que hay

Estábamos en un lío, por algún motivo que desconozco toda esta locura de abarcar demasiado para sacar dinero por parte de la empresa les había llevado a no tener medios para cubrir todo, y eso suponía que mis posibilidades de estar a tiempo para la inauguración se redujesen a cero. Aquello me puso los pelos de punta, no quería darle explicaciones a Manu y decirle que ese material no podía tenerlo, no hoy que era precisamente cuando lo usarían, pero estaba en un verdadero lío ya que compartir aquello podía hacer que Manu se enfadase por usar nuestro material en un evento público del que no recibíamos ni un ingreso cuando los que nos habían contratado para el concierto de Vallecas estaban pagando por tener unos medios de los que no disponíamos. No tenía más remedio que quedarme hasta que terminasen aquí y correr con la furgoneta cargada hasta el otro evento suplicando por no llegar demasiado tarde a la galería.

CAUSA Y EFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora