CAUSA Y EFECTO

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Alba

- ¿Hola? Alba, ya estoy en casa

Era la voz de Alex. 

No sé qué hora sería, hacía ya un rato que estaba despierta pero me había sido imposible levantarme de la cama. No sabía cómo me sentía. Pensé que me sentiría culpable, pero no era así. 

Cada vez que venían a mi cabeza las imágenes de la noche anterior sentía un pinchazo de placer cálido justo en mi centro, y me había hecho adicta a él. 

En todo el rato que había estado despierta, ni uno solo de mis pensamientos había sido dedicado a Alex, es como si mi mente se hubiera negado a asimilar que la noche había terminado y se encontraba presa de la tregua que yo mismo le había concedido ayer. 

Pero la noche había pasado, y yo estaba ahora en mi casa, la que compartía con Alex, mi novio, al que le había puesto los cuernos con una chica que, para colmo, era mi vecina y amiga de Alex.

"Te has lucido Alba" me dije a mí misma.

- ¿Se puede saber a qué hora te acostaste ayer que estás todavía en la cama? – decía Alex entrando a la habitación y sentándose a mi lado en la cama

- No sé – le dije incorporándome mientras me restregaba los ojos – salí con María y el resto al concierto del que nos hablaron ¿Te acuerdas?

- Claro que me acuerdo, me parece perfecto. Anoche te llamé varias veces desde el hotel, supuse que habías salido al ver que no contestabas

- Lo siento, era imposible que hubiera escuchado el móvil con tanto jaleo

- ¿No me vas a dar un beso? – me sonreía mientras se acercaba a mi boca

- Nooo estoy recién levantada – puse como excusa, no me parecía bien besarle teniendo aún el sabor de Natalia en mi boca

- ¿Desde cuando eres tan remilgada? – me preguntaba mientras me hacía cosquillas. De un salto me incorporé y terminé de rodillas sobre la cama separándome de él - ¿Lo pasaste bien anoche?

- Bien, sin más – contesté poniéndome nerviosa al recordar lo que había dado de sí la noche, me parecía surrealista toda esta situación

- ¿Sin más? Pero si son casi las 1 y aún estás en la cama – reía contento - ¿no me vas a preguntar qué tal nos fue?

- Es verdad ¿Qué tal el partido? – se había levantado de la cama y se dirigía hacia la puerta de la habitación quitándose la camiseta

- Ganamos – dijo encestando su camiseta en el cesto de la ropa sucia y alzó la voz mientras desaparecía por el pasillo – Vamos a jugar la final a cuatro dentro de dos semanas SIIIIII – gritaba imitando al famoso futbolista

Tenía que darme una ducha. 

Tenía que darme una ducha y después, después ya veríamos. 

Si antes me había dado todo igual ahora ya no era así. Ver a Alex de nuevo me había hecho poner los pies sobre la tierra. 

Ahora sí me sentía culpable.

Natalia

Estaba fumándome un cigarro en el jardín cuando apareció María

- Anoche te perdí la pista cuando ibas a pedir y no te volví a ver el pelo

- Pues aquí estoy – le dije echando el humo con la mirada perdida

- Supongo que acabaste la noche con uno de tus ligues...

- Sí, me crucé con Alicia cuando iba a pedir y...