Natalia
Aquello no tenía sentido ninguno. Con todo lo que me había jugado, con todo el daño que habíamos provocado al estar juntas y Alba sencillamente se piraba de allí, dejándome con Laura cuando, si no era muy tonta se habría dado perfecta cuenta de lo que Laura buscaba de mí aquella noche. ¿Eso era lo que quería? ¿Qué acabase con ella en la cama para tener una excusa real para mandar lo nuestro a la mierda otra vez? Por un momento me lo planteé, pensé en la posibilidad de olvidarme de todo y seguirle el rollo, como lo había hecho en otras ocasiones con otras mujeres cuando quería olvidarme de todo, pero no pude. ¿A quién quería engañar? Alba se había metido tan dentro en mi cabeza que llagaba a afectar a mi estado de ánimo hasta el punto de, a pesar de que me hubiese dejado allí sin tan siquiera despedirse ni lanzarme una mirada, no tener ganas ninguna de compartir mi tiempo con otra persona en ese sentido porque desde que había estado con ella ese tipo de situaciones me hacían sentir cada vez más vacía
- ¿Te apetece que bailemos un poco? – me decía Laura tratando de tirar de mi mano para balancearme junto a ella
- No, no mucho. Atiende a esta gente si te apetece, son tus invitados y yo me iré a casa cuando me termine la copa
- Ya he dado todo de mí esta noche y solo queda que lo pasen bien y acaben borrachos como cubas, siempre es así – me miró con una media sonrisa y se acercó un poco a mí – me apetece atenderte a ti
- Laura... ¿A qué estás jugando?
- No sé... ¿A qué quieres que juguemos?
Me sabía de memoria ese tipo de insinuaciones y en que solían acabar, pero de verdad que mi cabeza estaba en otra parte y no me apetecía nada ese coqueteo tan cutre. De hecho, nunca me había sonado tan absurdo como ahora que no me apetecía nada y ni siquiera llevaba unas copas encima que lo disfrazasen.
Mientras Laura no perdía la esperanza y seguía ahí trabajándose lo mío a pico y pala sonó el timbre del ático de Laura, cosa que a mí me trajo sin cuidado, ni siquiera sabía qué hora era, sin embarga Laura prestó atención a la puerta desde donde estábamos, lo tenía todo controlado y se ve que no esperaba que a esas horas entrase nadie, sino más bien que saliesen. Su mirada se tornó tan seria y sorpresiva que al verla y escuchar cómo se le escapaba un "¿Qué coño...?" de sus labios me giré a ver qué estaba pasando, entonces fue cuando la vi.
Alba venía decidida a donde nosotras estábamos y como si nada hubiera pasado entre nosotras, ni esa noche ni las semanas anteriores, como si fuera la primera vez que nos veíamos desde aquella maravillosa noche que pasamos juntas, me rodeo con sus brazos y me pidió dulcemente que me marchase con ella. No puedo describir lo que me hizo sentir, solo sé que una sonrisa tonta salió de mi boca al sentirla tan cerca de mí y volver a escucharla llamarme como sola a ella le permitía que lo hiciera. No sé si aquello tendría consecuencias, no lo quería pensar, tan solo me apetecía darme el lujo de demostrarle a Laura que por mucho ático, mucho amigo pijo o mucha pasta que tuviera, ninguno de sus encantos le llegaba a la suela de las zapatos a la rubia que me estaba abrazando y que había vuelto a por mí, así que le dejé la copa en su mano libre dándole las gracias a su cara de pasmada y me largué de allí junto a Alba.
Me sorprendí al salir junto a Alba de aquel ático y encontrarme a Joan sentado en el suelo del descansillo mirando su teléfono y aparentemente esperándonos. Nos saludó con una sonrisa, sin decir nada, y en silencio nos dirigimos los tres hacia su coche, y en silencio nos llevó hasta la puerta de nuestro bloque donde nos despedimos de él y frente al que nos quedamos mirándonos sin decir nada, tan solo mirándonos.
- Hace frio... ¿Entramos? – decidí romper el hielo
Alba asintió y comenzó a caminar hasta dentro mientras yo me limitaba a seguirla.

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CAUSA Y EFECTO
Fiksyen PeminatAlba acaba de llegar a Madrid en busca del éxito profesional tras concluir sus estudios en Bellas Artes, en esta nueva aventura no estará sola, su novio la espera deseando completar con ella los planes que habían hecho de vivir al fin juntos. Natali...