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En el próximo capítulo tendréis noticias mías, tengo que comentaros algunas cosas.

Este, me dolió mientras lo escribía...

Natalia

Llegué al hotel cansada y sin apenas ganas de comer, solo me apetecía dormir un rato y que llegase pronto el día siguiente. Estar trabajando hacía que las horas lejos de Alba pasasen más rápido, si además era en algo que me gustaba tanto y de lo que sacaría tantas cosas mucho mejor. Algunos del equipo habían decidido cenar juntos y tomar una copa después, era una forma de ir conociéndose y haciéndose los unos a los otros, aun a riesgo de parecer una borde decliné la invitación, no tenía ganas de relaciones sociales en ese momento.

Mientras trabajaba el comentario que me había hecho Carla acerca de mi trabajo en la Galería había pasado a un segundo plano, suficiente tenía con seguir el hilo de lo que me pedían, aquello se convirtió en una puta locura cuando aparecieron los bailarines con la coreógrafa a la cabeza. Probamos los edit que se usarían durante la gala cero, los mismos con los que ensayaban los aspirantes y que al día siguiente probaríamos con ellos. En la gala cero no es que hubiera mucha coreografía, bastante tendrían los aspirantes con no caerse de bruces por los nervios, pero sí que había que estar atentos a la hora de tirar los cables y demás para no provocar una desgracia en directo. Así había pasado la tarde y en eso había ocupado mi cabeza básicamente, hasta que llegué a la habitación del hotel y las palabras de Carla volvieron a mi cabeza. No acertaba a entender cómo lo sabía. Durante la conversación que mantuve con Alba le comenté mi rallada, ella le quitó importancia, en realidad sí que había una posibilidad de que Noe sacase esa conclusión después de saber la relación que tenía con Alba y que el equipo era para ayudar a una amiga en un proyecto. Luego pensé en esto último ¿Y de qué coño conocía Noe a Alba? En alguna ocasión me había visto sonreír con cara de tonta y me había bromeado con que por fin alguien iba a conseguir evitar que fuese de cama en cama, pero nunca le dije quién era, como para hacerlo, tenía novio entonces y aunque ya me volvía loca ni siquiera me planteaba que en un futuro acabaría siendo mí novia, tampoco creo que llegase a verla, sin embargo cuando fui a hablar con ella me dijo algo así como "la rubia que te trae loca"

Mi cabeza pensaba a la velocidad de la luz y mientras más vueltas le daba a todo peor me sentía. No sabía qué coño era, pero había algo en todo esto que no tenía sentido. Igual ese era el problema, últimamente le daba demasiadas vueltas a todo, y aquellas cosas que se escapaban de mi entendimiento se quedaban ahí, colaborando con mis paranoias para terminar pensando algo que acababa por hacerme daño ¿Podía mi puta cabeza dejar de ser así?

Los días que me quedaron hasta mi regreso a Madrid fueron más locos aún que el primero. Prueba de sonido a 18 personas atacadas de los nervios y en su mayoría inexpertas más los dos artistas invitados. Acabábamos más allá de los doce de la noche y con pocas horas de descanso nos volvíamos a encerrar allí. La noche del estreno estaba de los nervios, sabía de memoria todo lo que tenía que hacer porque me había pasado la noche repasando el planing que me había hecho de la gala en lugar de dormir, una idea de puta madre que solucioné con una cantidad imprudente de cafeína. La adrenalina se apoderó de mí aquella noche, no he sudado ni corrido más en mi vida, pero todo salió bien. Las cifras de audiencia no habían sido escandalosas ni comparables a otras ediciones, pero propiciaban que algo bueno se venía, y yo formaba parte de todo eso.

Alba

Hablar con África sobre las sensaciones que rondaban por mi cabeza me había ayudado en parte a aliviar parte de la presión que sentía en los últimos días, por el nuevo proyecto, por lo que había despertado en mí, por la ausencia de Natalia. Los días hasta que ella volviese traté de recolocar y relativizar los cambios que ella había provocado en mi vida, traté de aceptar que parte de mis quebraderos de cabeza radicaban en que muchas de las cosas que me hacía sentir no solo eran nuevas para ella, sino también para mí. Todo debía estar bien, hablábamos las cosas y yo sabía de sus inseguridades y de que pondría todo su empeño para que no tomasen el control de sus pensamientos, eso a su vez aliviaría la ansiedad que me provocaba sentir que a ella le toleraría cosas que no haría con otra persona, simplemente porque haría cualquier cosa por ella, ese era el nivel.

CAUSA Y EFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora