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Natalia

Cuando Alba pronunció aquellas palabras me sentí dolida y traicionada en lo más profundo de mi ser. Me había abierto a ella, había sido totalmente sincera y sin embargo había utilizado esa información para echarme mierda encima. Claro que no sabía hacia donde nos iba a llevar aquello, no tenía ni idea, pero jamás había sentido algo así por nadie, incluso me sorprendía a mí misma cuando tratando de calmar a Alba había utilizado el plural, como si hubiera posibilidades de un "Nosotras". Esperé unos segundos a ver si oía a Alba decir algo más, pero no lo hizo, quise que me llamase, que me tomase de la mano, quise que hubiera algo en ella que me invitase a dejarme llevar por lo que estaba sintiendo, y lo que estaba sintiendo era que estaba rota de dolor ante la posibilidad de que le eligiese a él y no a mí, y no volver a disfrutar de su compañía, de sus besos, de sus risas, de sus caricias. Salí de allí camino de mi piso, al pasar por el salón, aún a oscuras, me sorprendió ver a Alex allí sentado. Estaba en el sofá, con las luces apagadas y sus manos sobre su cara ahogado en llanto. Pasé ante él tratando de ser lo más silenciosa y rápida posible, él se percató de mi presencia pero no dijo nada, continuó allí, inmóvil y llorando.

María

Eran las cinco de la mañana y ya no podía más con mi cuerpo, había bebido por encima de mis posibilidades y bailado como si me fuera la vida en ello. Cuando decidí cortar un poco el chorro y la cordura empezó a aflorar en mi cabeza estábamos en una churrería del barrio tomando un chocolate caliente. Recordé que no había vuelto a saber nada de Natalia ni Alba y que Alex estaba buscando a esta última

- Ufffff... Creo que me estoy empezando a agobiar – le dije a Afri que la tenía sentada justo al lado haciendo bromas sobre la mejor forma de mojar el churro

- ¿Qué te pasa cariño? ¿No te ha sentado bien el chocolate?

- No sé nada de estas Afri y Alex está por ahí buscando a Alba – empecé a mover nerviosamente la pierna – Espero que todo esté bien

- Es que Natalia se mete en unas movidas chica... algún día va a pasar algo

- Necesito irme a casa – me levanté y cogí la bolsa de tela que me hacía las veces de bolso

- No te voy a dejar ir sola, me quedaré a dormir en el dormitorio de Julia

Agradecí ese gesto en África, era esa persona con la que podías pasarlo de puta madre estando de marcha por ahí y a su vez podía ser la mejor amiga escuchándote, siempre estaba justo en el mood que necesitaras y eso es lo que más me gustaba de ella.

Llegamos en seguida al piso y supe que había pasado lo peor que podía imaginar cuando encontré a Natalia tumbada boca abajo sobre el sofá llorando desconsolada. Estaba demacrada, el maquillaje corrido, llevaba el top puesto del revés y no dejaba de llorar mientras Afri y yo le preguntábamos y tratábamos de que nos explicase qué había ocurrido y dónde estaba Alba. Estaba preocupada por ella.

Natalia

Aunque ver aparecer por el piso a María y África parecía haber desencadenado el llanto de nuevo en mí, en realidad me estaba viniendo bien. Fue un llanto más de sentirme de pronto agradecida por no estar sola que todas las lágrimas que había derramado hacía un momento por Alba. Después de un rato sollozando en el que ellas tuvieron la sensibilidad suficiente como para simplemente acompañarme y no avasallarme con preguntas, mi llanto se calmó al fin y empecé a relajarme poco a poco. No me sentía mejor, pero al menos no tenía esa sensación irrefrenable de seguir llorando.

- Natalia – me dijo dulcemente María mientras colocaba mi flequillo húmedo de lágrimas - ¿Qué ha pasado cariño?

Me incorporé quedándome sentada en el sofá, aprovechó para tomar asiento a mi lado acercándome hacia ella para que me apoyase en su hombro mientras África se ponía en cuclillas frente a mí tomándome las manos. Esperé un rato más en silencio, en ese momento no salían las palabras de mí. Ellas volvieron a esperar, pacientes.

- Alba y yo estábamos en su piso, nos estábamos liando y ha aparecido Alex

- A ver, disculpa mi reacción cariño pero son casi las 6 de la mañana, estoy borracha y resacosa a partes iguales... Me estás diciendo que Alex te ha pillado ¿besándote con Alba o tirándote a Alba? Porque tienes una cara que parece que se haya muerto tu padre

- ¡Afri no seas bruta joder! - Intervino María que estaba algo más centrada y además conocía algo mejor la historia que había entre Alba y yo

- Me he acostado con Alba, varias veces. Alex ha aparecido en su piso y nos ha pillado en una actitud no muy agradable para él, se ha puesto a puto chillarle a Alba y se ha pirado – empezaba a subir un poco la voz y la rabia se apoderaba de mis palabras – luego a Alba casi le da un ataque de ansiedad, he intentado estar con ella y expresarle que me quedaría junto a ella, que estaba empezando a sentir cosas – Empecé a llorar de nuevo, no pude evitarlo

- Natalia cariño – María me trataba de dar todo el afecto del que era capaz sin reproche alguno, no era momento para eso - ¿Dónde está Alba ahora?

- Me rechazó. Me dijo que no creía que yo sintiese más que un calentón, que la dejaría tirada en cuanto me cansase y que había arruinado su vida y su relación. Estoy hecha una mierda María. Me fui de allí y se quedó en el piso. Con él.

- Menuda mierda cariño. De todas las tías del mundo vas y te pillas de una a la que le verás la cara todos los días y encima tiene novio

- No va a pasarme más – dije llorando derrotada, apenas me quedaban fuerzas – a la mierda Alba y a la mierda los sentimientos

- Como si eso pudiéramos controlarlo cariño – intervino África

Estuvimos un rato más allí, en silencio. Luego María me acompañó hasta la cama y no sé cuánto tardé en dormirme, acabé derrotada venciéndome el sueño.

CAUSA Y EFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora