EPÍLOGO.

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❝Estabas muy lejos pero ahora estas frente a mí. ¿Podemos empezar de nuevo? Solía ser frio como el invierno, pero ahora soy cálido. Mi corazón herido se está curando poco a poco. Tocaré la puerta de tu corazón, lo único que tienes que hacer es abrir... Vamos a amar ahora, mi amor.❞


Canción; Suho - Let's Love.




4 años después...



El invierno estaba cerca, lo supo hace cinco días cuando llego a Busan, y ahora mientras sentía el gélido viento entrar por la ventana de la casa de su hermano lo corroboraba. Que época tan melancólica y triste, principalmente si recordaba que era Jimin la persona que siempre había amado el invierno.


Oh, Park Jimin. Han pasado cuatro años desde la ultima vez que lo vio; cuatro años desde que tuvieron su última conversación; cuatro años desde que lo dejó y aún dolía como si hubiera sido ese mismo día. Darse cuenta que se había convertido en una pesadilla para Jimin fue como un balde de agua fría, recordar las lágrimas en sus ojos incluso la última vez que se vieron le lastimaba. Leer sus últimos mensajes de despedida le hacían querer regresar el tiempo al momento en el que todo comenzó, para no poder equivocarse nuevamente; lamentablemente no había forma de hacerlo.


Le tomó unos meses perdonar a Jimin por haberle dejado, pero le costó más aceptar con el dolor de su corazón que el principal culpable fue él y no podía cambiar el hecho de que Jimin ya no estaba con él.


Sin embargo, lo que, si podía hacer, era pedir ayuda. Sabía que la necesitaba por si en algún futuro quería volver a verlo lo hiciera esta vez con el corazón mejorado y una versión diferente de lo que fue. Siempre había segundas oportunidades, aunque parecía que esa segunda oportunidad estaba cada vez más alejada de hacerse realidad. Era el cuarto invierno que pasaba desde la última vez que lo había visto; sin dejar pista de cual sería su refugio para sanar su corazón roto, no tuvo opción, excepto esperar.


—Una taza de leche para el bebé de la casa —habló Junghyun una vez que salió de la cocina con dos tazas llenas de liquido caliente.


Jungkook hizo lo posible por mostrarle una sonrisa, incluso si acaba de llamarlo bebé, palabra que siempre había odiado para que se refirieran a él.


—Sigues sin perder tu bobo sentido del humor, ¿verdad, Hyun? —Replicó una vez que le dio un sorbo a su leche caliente, y mierda no quiso verse como un chico pequeño, pero la leche estaba justo como le gustaba, con dos cucharadas de miel—. ¿Dónde están las chicas? Quiero ver a Dain, de hecho, sólo vine por ella.


—Ah, ¿quieres romperme el corazón al saber que no vienes por mí? —Su hermano mayor tomó asiento en el sofá que estaba enfrente de él un minuto después de haber encendido la calefacción—. En realidad, me sorprende que hayas venido siquiera a Busan, Kook. Mamá estaba preocupada por ti, lleva más de dos años convenciéndote para que puedas pasar las Navidad con nosotros.


—Dude mucho en venir, pero tuvieron suerte. La época se cruzó con el descanso que estamos tomando.


—Han crecido tanto y eso es increíble, Jungkook. Bangtan ahora es conocido internacionalmente y no hay persona en Corea del Sur que no esté orgulloso de la banda que ayuda a que el país sea más reconocido —dijo mientras soplaba a su taza de té para de esa forma darle un sorbo grande—. Pero siendo sincero, me alegro que se hayan tomado un descanso, creo que después de tanto éxito que siguen cosechando siempre es importante tomarse un respiro para continuar y pasar tiempo con las personas que amas.

COLD MESSAGES. [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora