Capitulo 137: Correr para despejarse

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     Pov James:

     Amor... el amor según el diccionario es un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Necesita y busca... busca... eso es lo que tengo que hacer, buscar a Bea, esa es la persona que necesito que esté a mi lado. Tengo que irme de aquí, salir de aquí, apartarme de mis amigos ya que ellos están con las personas que aman. Ellos son felices, cuando los miro uno a uno veo en sus ojos la felicidad, el amor... Esos es lo que yo tenía hace una semana, cuando Bea estaba para acariciarme el pelo, hacerme cosquillas y darme besos por el cuello, luego subía a la mejilla y finalmente terminaba en mis labios. Aún siento sus besos en ellos y la sensación en el estómago cuando me besaba. Mi corazón no se donde está ahora mismo, ya que en mi pecho no. Espero que se encuentre con Bea, esté donde esté, así se que mi corazón está con la persona a que siempre ha pertenecido. 

     - Me voy.

     Nat - ¿A dónde vas?

     - A correr, para despejarme un poco, llevo una semana sin saber de Bea y necesito despejarme, saber que vendrá.

     Nat - Espera voy contigo.

     - No no, tu quédate con Kendall...

     Nat - No seas tonto, me pongo el chándal y nos vamos a correr que yo también necesito despejarme.

     - Vale, ven conmigo.

     Kendall - No tardéis - Nat se levantó, subió y en menos de dos minutos estaba cambiada, con una coleta y lista para correr.

     Nat - Vamos allá - Abrí la puerta y empezamos a correr, Nat iba en un ritmo rápido, yo le seguía. La miraba de reojo en vez en cuando, su cara era muy difícil de descifrar, estaba mirando a la nada, tenía algo que la preocupaba, no sabía el que. 

     - Nat - Agitó su cabeza y me miró perpleja.

     Nat - Dime James.

     - ¿Qué te pasa?

     Nat - Nada, estoy pensando en Bea, solamente eso.

     - Yo tampoco puedo dejar de pensar en ella... - Estábamos por las montañas. No sabía como habíamos llegado hasta allí. Había un camino donde la gente iba a correr, pero hoy no había nadie. Seguimos corriendo hasta llegar a un sitio con unas rocas para sentarnos.

     Nat - ¿Por qué?

     - ¿Cómo?

     Nat - ¿Por qué Bea se ha ido?

     - Alexa ha hablado con ella, tendremos que preguntarle.

     Nat - Alexa solamente dice que quiere que nos olvidemos de ella, como si no existiese... ¿Qué habrá pasado?

     - No lo se. Ella tal vez querría...

     Nat - Ni de broma lo digas, ella nos quiere, te quiere. Y no se iba a ir porque si, tiene que haber una razón, una buena razón.

     - ¿Cuál?

     Nat - James... mírame a los ojos. Ella es fuerte, esté donde esté, sabe que cuando vuelva la recibiremos con los brazos abiertos, no la rechazaremos, no la olvidaremos, no la odiaremos... Ella se fue por una razón que por un motivo u otro no puede decírnoslo - ella tenía razón, Bea no se iba a ir por gusto, sino porque algo o alguien la obligó, tengo que averiguar quien es esa persona que me ha separado de ella.

     - Cuando fuiste a la comisaría con Susan ¿qué visteis?

     Nat - Una grabación del interrogatorio de Simón, ya que Alba dijo que él le robó el móvil, y ese mensaje que recibió Bea era desde el móvil de Alba. Pero Simón dice que el culpable es Óscar, que él escondió el móvil en su cama para echarle la culpa... Yo no creo a ninguno.

     - ¿Por?

     Nat - A Alba no la creo porque no le pueden robar el móvil tan fácilmente, a Simón porque en el interrogatorio sus ojos no miraba a un sitio fijo y eso es un símbolo de mentira, y a Óscar... nunca le creeré.

     - Necesito investigar para saber quien es el culpable, necesito saber quien ha estado jodiéndonos.

     Nat - Eso lo haremos los dos, quiero abrir los ojos a Susan y enseñarle que Alba no es tan santa.

     - Vale, pero no se lo digas a nadie será nuestro secreto.

     Nat - Vamos a volver, te lo prometo no se lo diré a nadie - Nos levantamos y nos pusimos a correr para casa. Nat estaba como antes, me sentía un poco mejor al saber que alguien me ayudaría, no me sentía tan solo, Nat estaba conmigo.

El amor puede ser verdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora