Atrapado en el submarino

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Alexander había escuchado como la mansión de su padrino volaba por los aires, su familia estaba cerca pero sabía que ellos no iban a poder ayudarlo, sabía que tenía que arreglárselas solo estando allí dentro del submarino.

-¡Suéltenme! –gritaba desesperado tratando de zafarse Alexander viendo como era alejado de su novia.

En ese preciso instante metían a Alexander al submarino, él no podía creer que estaba siendo alejado de su familia, pero aún así cree que puede haber una oportunidad de que su familia podía venir a rescatarlo.

-Entra allí y no te muevas– el hombre con verruga en el rostro colocaba a Alexander en una de las habitaciones tipo celda que tenía el submarino para que este cerrará la puerta.

-¡Déjame salir!– Alexander gritaba mientras daba golpes con su mano y pie en la puerta de metal de aquel submarino.

Sus manos quedaban rojas de tanto golpear aquella puerta de metal sabiendo que era inútil que pudiera abrirse solo.

-Ahora que voy a hacer– Alexander se estaba frustrando viendo como estaba encerrado en una especie de celda con una puerta de metal con una pequeña ventana encima.

Al ver la pequeña ventana de forma circular este con mucho cuidado comenzaba a tomar la manga de su chaleco para que este comience a golpear la ventana, dándose cuenta que estaba siendo imposible porque era un vidrio acrílico ósea que era un tipo de vidrio irrompible.

-Genial lo que faltaba– comenta Alexander quien se retiraba de la puerta para sentarse en uno de esas bancas tipo cama.

En ese momento llegaba Omar abriendo la puerta para entrar en aquel lugar, Alexander se levanta para que retrocediera hasta la pared de aquel lugar.

-¿Qué es lo que quieres conmigo?– Omar se acercaba lentamente a Alexander para quedarse viendo al chico.

-¿Qué es lo que quiero? Tus lingotes de oro, los rubís y las esmeraldas que tienes en tu poder– Omar le da un susto como si fuera a golpearlo para que este comience a reírse.

-¿Tú crees que a mi edad de los dieciséis años cumplidos, vas a conseguir lo que mi padre me dejo de herencia?– hablaba desafiante Alexander para que Omar cambiará su cara de felicidad a uno de enojado para que este le diera un golpe en la cara, ante el golpe Alexander cae en el suelo.

-Tu niño me darás– se agachaba a la altura de Alexander -¡lo que yo quiera! –le había gritado mientras este escondía la cara y no tenía ganas de responderle a Omar –está bien, no quieres responderme me iré de aquí– Se levanta para luego salir de aquella celda –te quedarás aquí hasta que veamos que haremos contigo– ante estas palabras, este villano cierra la puerta para dejar a Alexander solo nuevamente.

-Por favor espero que me encuentren rápido– comenta Alexander quien se levantaba del suelo y volver a sentarse en aquella banca.

En unos minutos llegaba Esmé a dónde estaba él abriendo la compuerta y dejarle la comida en el suelo, esta se percata de que él tiene un ojo morado, no dice nada más y cierra la puerta.

-¿Qué es lo que le hiciste a ese chico?– comenta Esmé cuando llega con Omar a la cabina de mando su voz era de enojo total.

-¿A qué te refieres Esmé? –Omar veía con gran confusión a aquella mujer que estaba vestida como pulpo.

-no te hagas el idiota Omar, como se te ocurre darle un golpe a Alexander –Esmé agarraba a Omar dejándolo sobre el tablero de comandos.

-¿De qué estás hablando? yo no le hice nada– mentía el hombre pero se notaba que era malo en ello.

-No te hagas Omar, ¿lo hiciste a propósito o fue sin querer?– Esmé estaba furiosa ante lo que había pasado, en ese tanto su hija adoptiva quien estaba bailando dejaba de hacerlo por el escándalo.

-Fue a propósito, el me desafío por el hecho de que no iba a lograr obtener sus lingotes, rubís y esmeraldas– fue lo que le decía Omar con toda sinceridad.

-Si lo haces todo mal, vas a parecerte a tú hermano gemelo Olaf –ante esto el hombre se enoja bastante para que este empujará a Esmé.

-no vuelvas a mencionar su nombre, ni menos compararme con mi hermano gemelo –Omar estaba de mal humor ante lo que había dicho aquella mujer –porque Olaf era un idiota–.

-Claro, y ¿tú te crees mejor que él? ¿Te crees el favorito de papá?– comenta con sarcasmo Esmé, en este momento Omar sacaba su pistola para apuntarle a Esmé

-No vuelvas a mencionar a mi padre– De uno de los ojos de Omar brotaba una pequeña lágrima cuando esta mujer mencionaba a su padre.

-O qué ¿Me vas a matar?– comenta Esmé acercándose para que esta tomará la pistola y la colocará en el lugar del corazón– si tienes los reflejos me matarías ahora–.

Carmelita estaba siendo cuidada por el hombre con verruga en el rostro mientras ella empezaba a llorar porque su madre junto a Omar estaban peleándose, esta se asusta cuando su madre colocaba la pistola en el lugar del corazón.

-Omar no lo hagas– La adolescente lo decía con sinceridad mientras trataba de escapar de las garras del hombre con verruga en el rostro.

Omar estaba por apretar el gatillo, pero se dio cuenta que sin Esmé Carmelita abandonaría el submarino en conjunto con el hombre con verruga, por esta razón decide bajar la pistola y tirarla al suelo, esto hace que Esmé de un suspiro.

-Solo procura no golpear a Alexander a la próxima vez si te desafía nuevamente, hija te toca lo que has ensayado todo el rato– comenta Esmé a su hija para que el hombre con verruga quitara las manos de la adolescente, ante lo dicho por su madre esta asiente para luego retirarse de la cabina.

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