La visita (segunda parte)

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Omar y Esmé eran retirados de la sala de visitas para que nosotros siguiéramos allí sentados, ahora esperando a los jefes de las piratas finlandesas.

Ellos al llegar a la sala de visitas ellos habían pedido que no quería vernos lo podía ver por la expresión de sus caras al ver a mi tío, pero los policías decían que era importante así que lo llevaron con nosotros obligadamente.

-¿Qué es lo que quieren?– comento el hombre con barba pero sin pelo al sentarse junto a su acompañante.

-Queremos saber un poco más de las piratas finlandesas– comente sin rodeos para que estos se miraran y luego verme.

-¿Y tú eres?– comenta la mujer con pelo pero sin barba.

-Beatrice Baudelaire ii y ya vayamos al grano, díganos más sobre ella– comente de brazos cruzados mientras ellos se miraran.

-Está bien que es lo que quieres saber– comenta la mujer con pelo pero sin barba.

-Queremos saber el porqué los quieren libres– comenta mi tío mientras el hombre con barba pero sin pelo se quedaban viéndolo.

-Seguramente es porque no debemos estar en la prisión desde un principio– comenta el hombre con barba pero sin pelo.

-yo digo que sí por todos los secuestros que han hecho, ya díganos– comente con mucha ira.

-¿Por qué tanta prisa?– comenta la mujer con pelo pero sin barba.

-Por qué sus piratas secuestraron a mi familia– ante mis declaraciones ellos se sorprenden.

-Mira que mal, espero que ya este muertos– comenta el hombre con barba pero sin pelo para que yo de un golpe en la mesa.

-Usted no se atreva a decir semejante cosa– comente con tristeza mientras me salía una lágrima de uno de mis ojos –solo quiero saber qué es lo que traman esas mujeres– comente viendo a ellos con ira.

-Nosotros le dijimos una gran mentira a las piratas– comenta la mujer con pelo pero sin barba.

-¿De qué mentira están hablando?– comente confundida.

-Les hemos dicho que Bertrand y Beatrice Baudelaire quemaron su casa cuando ellas fueron de compras– comenta el hombre con barba pero sin pelo.

-¿Qué les dijeron qué?– exclamamos mi tío y yo al mismo tiempo enojados.

-Era una gran excusa para que nos vean a nosotros como sus aliados y bueno ya espero que sepan que nosotros somos sus líderes– comenta la mujer con pelo pero sin barba.

-Díganos donde se esconden– comenta mi tío con mucho odio mirando a hombre con barba pero sin pelo y a la mujer con pelo pero sin barba.

-No lo sé, recuerden que íbamos en cuervos– comenta la mujer con pelo pero sin barba.

-Tío podemos hablar un poco en privado– comente para que él asintiera y me siguiera apartándonos un poco de ellos.

-Debemos pensar que vamos a hacer– comente ya estando alejados de ellos.

-Sería lo más recomendable sacarlos de la cárcel sobrina– comenta mi tío dejándome sorprendida.

-No tío, debemos pensar en otra cosa ellos no pueden salir de este lugar– comenté con sorpresa ante lo dicho por él.

-Sobrina, si no lo hacemos uno de tus padres morirá, ya escuchaste a esa pirata finlandesa– comenta mi tío con miedo.

-Lo entiendo tío, yo también quiero salvarlos pero no sabemos de lo que son capaces ellos– comente señalando a ellos mientras los veíamos conversar desde lejos –de hacer si los liberamos, podrían volver a secuestrar– comente escepticismo.

-Bueno si los liberamos, tendremos que hacer lo mismo con Esmé y Omar– me quede sorprendida ante sus palabras, sus palabras eran como si estuviera hablando con la verdad.

-Tío pero ellos también serían capaces de hacer algo si los liberamos– comenté cruzándome de brazos mirando a mi tío.

Lo sé pero esta vez nos servirían de ayuda– comenta mi tío –como ya tú sabes es el giro clásico de una novela, el enemigo se convierte en aliado– comenta mi tío dejándome con gran escepticismo ante su comentario.

-Está bien, pero como los liberamos– comente con incertidumbre.

-Tendremos que pagar su fianza– comenta mi tío dejándome sorprendida ante sus palabras.

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