la séptima carta

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Regresamos al primer piso con la carta que tenía en mis bolsillos, al llegar con nuestros tíos nos dimos cuenta que los mellizos estaban con ellos.

-¿Qué está pasando? –comenta Kyle quien ve a los mellizos sentados a los lados de nuestros tíos.

-Estábamos esperándolos para irnos a casa –comenta nuestro tío.

-¿Ellos vendrán con nosotros? –comenta confundida Kara quien ve que los mellizos asentían -¿Cómo es eso posible? -

-Bueno resulta que nuestro tío necesita descansar todavía por la herida de la pierna y nos ha dicho que les acompañáramos hasta el día de mañana para ver si estaba mejor o no –comenta Alison quien sonreía a Kyle coquetamente mientras esté mencionado se colocaba rojo como tomate.

-Eso es genial así nos conocemos un poco mas –comenta Michael con una sonrisa.

-Bueno vamos, no tenemos todo el día –comenta nuestro tío para que todos lo siguiéramos a la camioneta.

Regresamos a nuestro hogar permanente, al entrar en la casa nos reincorporamos en el sofá para que yo sacara la carta que tenia en mi bolsillo derecho del pantalón.

-¿De quién es esa carta ahora? –comenta esta vez Alison quien se sentaba en el suelo.

-Es de mi padre, Lemony Snicket –comente leyendo su nombre que estaba escrito en el sobre, abrí con cuidado el sobre para sacar la carta de su interior.

-¿Qué dice la carta? –comenta Alex quien comenzaba a ver que yo estaba confundida y a la vez no entendía nada lo que estaba leyendo,

-No sé que dice, esta todo encriptado en anagramas –comente viendo tanto confundida la carta.

-¿Quieres que lo descifre prima? –pregunto Michael quien se me acercaba, yo asentí para pasarle aquella carta completamente encriptado de anagramas.

Michael tomo un bolígrafo que estaba sobre la mesita de entrada de la casa Trainor para que este luego se dirigiera a la mesa del comedor.

Todos le seguimos para que mi primo se sentará en la mesa, al instante estaba descifrando los anagramas, eran un poco complejo ya que estaban completamente desordenadas las palabras.

Estuvimos esperando un buen rato, demoro en descifrarlo, se estaba colocando muy nervioso tratando de encontrar las palabras concretas y correctas. Tuvimos que sentarnos en la mesa a esperar, algunos cayeron dormidos en la mesa mientras el seguía descifrando los anagramas hasta que de pronto

-Oh por dios –fue lo que ha dicho después de media hora de estar descifrando aquel anagrama todos los que estaban durmiendo despertaron para acercarse a dónde estaba Michael para que estos leyeran lo que había descifrado Michael quedando todos ellos menos nuestros tíos que se habían salido a comprar algunas cosas importantes para la casa y menos los mellizos que miraban confundidos ante nuestras reacciones.

Nos miramos completamente sorprendidos mis primos y yo uno con los otros.

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