el regreso a casa

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Hola, en este capítulo comentaré como fue nuestro regreso y mi primera vez estando en Vancouver, ósea la ciudad natal de los hermanos Baudelaire.

Todo esto comienza en dónde lo dejamos, el Sr. Poe manejaba su auto verde mientras veía hacía atrás viendo a los niños Baudelaire mientras que a su lado estaba Alexander.

-¿Esta seguro que nos van a dar un juicio por lo que nosotros no hemos hecho?– Violet miraba al Sr. Poe mientras tenía su cabeza apoyada contra el asiento del auto.

-Realmente solo lo dije para despistar, habian personas que estaban pasando en ese momento– Sr. Poe pasaba su mano por el retrovisor de su auto para girarlo un poco para ver a Sunny y después mirarme a mí con una sonrisa para luego volver a dejar su retrovisor como estaba antes.

-Lamento mucho lo que paso con tu padre Alexander– Sr. Poe daba una breve mirada a Alexander quien veía por la ventana con tristeza mientras se alejaban de Los Angeles mientras al fondo se veía el humo.

-gracias Sr. Poe– dice con tristeza Alexander mientras trataba de no llorar.

En ese tanto Violet pasaba su mano para tocar el hombro de él mientras me tenía en su regazo.

-No te preocupes Alexander, nos tienes a nosotros recuerda– en ese momento Alexander se sorprende al sentir las manos de aquella chica de hermosos ojos azules en su hombro para que este chico de ojos verdes le dé una sonrisa.

-Gracias chicos, realmente no sabría qué hacer en estos momentos si ustedes no hubieran entrado en mi vida– este les da una gran sonrisa a todos los hermanos Baudelaire mientras Alexander comenzaba a tocar la mano de Violet quien se pone roja por sentir las manos de él con las suyas.

Pasaban las horas y la noche cae para que en ese momento los hermanos Baudelaire comenzarán a dormir al igual que yo, el único que no pudo dormir era Alexander quien seguía viendo el exterior en ese momento justo comenzaba a mirar el Sr. Poe hacia donde estábamos nosotros para luego dar una breve mirada a Alexander sorprendiéndose que estaba durmiendo.

-¿No deberías estar durmiendo Alexander? –El Sr. Poe seguía mirando al horizonte mientras manejaba.

-No puedo dormir, hay días que tengo insomnio, por ese motivo me quedo mirando las estrellas todas las noches –replico ante la pregunta que le había hecho el Sr. Poe quien comenzaba a toser nuevamente pero esta vez se tapaba la boca con un pañuelo, Alexander vuelve a ver las estrellas.

El Sr. Poe mantenía una de sus manos en el volante de su auto mientras con la otra mantenía su pañuelo en la boca mientras tosía, en un momento este dejaba de toser para luego guardar su pañuelo y poner su mano devuelta en el volante, este vuelve a mirar por el retrovisor como los hermanos Baudelaire estaban durmiendo con sus cabezas apegadas, el Sr. Poe da una breve sonrisa al verlos dormir para luego comenzar a ver a Alexander, esta vez él había hecho el asiento para atrás hace unos minutos cuando el Sr. Poe miraba a los hermanos Baudelaire, Alexander estaba se puso a dormir en ese preciso instante porque un bostezo había salido de su boca. El Sr. Poe daba una breve sonrisa mirando a Alexander para luego seguir conduciendo.

A la mañana siguiente nosotros seguíamos durmiendo mientras el Sr. Poe seguía manejando su auto verde, el que se despierta primero fue Alexander porque lo primero que escuche fue que el asiento se hacía para adelante para que el dará un breve bostezo.

-Al final si dormiste Alexander –Sr. Poe en ese momento estaba viendo como los niños Baudelaire comenzaban a despertar.

-Buenos días –estas palabras salían de la boca de Violet quien comenzaba a despertar.

-Buenos Días Violet– Alexander gira su cabeza para darles una gran sonrisa.

-Bueno niños, estamos próximos a llegar a Vancouver nuestra ciudad natal– eran las palabras del hombre de color que veía por el retrovisor a mí para luego volver a ver hacia adelante para seguir conduciendo.

-¿Qué haremos en Vancouver Sr. Poe? Todavía no entiendo cual es nuestro deber– Klaus miraba con extrañeza al banquero quien lo comienza a ver por el espejo retrovisor del auto.

-Francis García me pidió antes de que fuera a buscarlos, que buscara los papeles dónde estaban los que podían ser sus futuros tutores en un futuro.

-¿Esperé mi padre vivía antes en Vancouver?– la cara de Alexander era de completa confusión.

-Si Alexander, por algo me contacto a mí ya que la corporación Fraudusuaria tiene los lingotes de oro que se tendrás a tu poder cuando tengas dieciocho años mi estimado Alexander –esto sorprende a los hermanos Baudelaire a tal punto de comenzar a cuestionarse si realmente Alexander era de confianza.

-¿lingotes de oro? –Klaus era el que preguntaba sorprendido ante aquella revelación.

-Si Klaus, oro de este porte –Alexander trataba de imitar la forma del lingote de oro para que comprendiera como era el tamaño.

-Tus padre debieron tener una fortuna de lingotes de oro –ante la imitación del lingote de oro, Vi se quedaba sorprendida ante la declaración del Sr. Poe.

-Para ser exacto 574 –aseguró el banquero quien comenzaba toser mientras buscaba su pañuelo que estaba guardado en sus bolsillos para llevárselo a la boca para que este hombre tosiera en el.

Ante aquel argumento que dio el banquero que ya iba a recibir un ascenso al haber encontrado nuevamente a los hermanos Baudelaire los hermanos Baudelaire se miraban uno a otros incluso me veían a mí con total asombro.

Alexander no sabía que contestar ante esta situación, el ni si quiera tenía la certeza exacta de cuantos lingotes de oro tenía su padre.

-Y no solo lingotes– el hombre de color volvía en si al terminar de toser diciendo esas palabras.

-¿Hay más Sr. Poe? –Alexander ante las palabras ''no solo lingotes'' se encontraba completamente desconcertado.

-¿Cómo es eso? ¿Hay más lingotes? –musitó Violet ante aquellas palabras del Sr. Poe.

-No niños, me refiero a que no solo hay lingotes de oro sino que también rubís y esmeraldas– el Sr. Poe dejaba sorprendido a Alexander con estas palabras que no dice nada.

-¿Tú sabías de eso Alexander? –la voz de Klaus hacía eco en los oídos de Alexander.

-No... - Dejaba a Alexander sin aliento lo que había dicho aquel banquero –Solo sabía con certeza sobre los lingotes lo demás no tenía ni la más mínima idea de la existencia de rubís y esmeraldas como parte de la fortuna –comenta Alexander quien miraba como estaban llegando Vancouver.

-Bueno niños hemos llegado a casa –comenta en el momento en que comenzaba a entrar en la ciudad de Vancouver.

-¿Quién será mi tutor? –fue lo que recordó Alexander ante lo dicho por Sr. Poe hace unos minutos atrás.

-Es tu tía Isabel– fue lo que contesta ante la pregunta del chico Alexander.

-¿Quién es mi tía Isabel y por qué mi padre lo me hablo de ella?– es lo que no logra entender Alexander ante la respuesta de Sr. Poe.

-Bueno por lo que tengo entendido es la esposa del hermano de tu madre argumenta el Sr. Poe ante la inquietud de Alexander.

-Sinceramente no recuerdo a ninguna Isabel en nuestra familia y ni si quiera entiendo el porqué no nos visitaba –fue lo que comenta ante aquella respuesta de Sr. Poe.

-Quizás ella estuvo trabajando, por eso no tenía tiempo para ir a Miami a darles una visita– fue lo que el hombre de color comento.

-Bueno hemos llegado– Sr. Poe apagaba el motor de su auto deteniéndose frente a una casa.

-¿Y qué pasará con nosotros Sr. Poe?– fue lo que pregunto Klaus cuando ve abrir la puerta el Sr. Poe.

-Bueno ustedes deberían quedarse con él por orden de los Baudelaire por si es que sucedía cualquier cosa– Sr. Poe les da una sonrisa para que Alexander abriera la puerta para que los hermanos Baudelaire pudieran bajarse.

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