Mas eventos desafortunados

Presente (nueve años después)

Hola soy yo Beatrice, debo decirles que ahora mismo estoy en busca de mi tío Lemony Snicket, si el único sobreviviente de la rama de los Snicket, el acostumbra esconderse para no ser atrapado. Pero se preguntarán ¿Por qué sigue escondiéndose si ya han derrotado a los malos? Pues debo decirles que ellos no son el problema ahora.

El no tenía idea de que yo lo estaba siguiendo pero sin duda sentía algo, lo seguí por todo el pasadizo secreto que conectaba la antigua mansión de los Baudelaire con la mansión de los Quagmire, llegue a una especie de entrada al pasadizo secreto dónde mi tío salió del lugar, en el momento en que me asomo a mirar me doy cuenta que estoy cerca de un café al ver ese café me doy cuenta que mi tío no estaba dentro, se había detenido en una tienda a conversar con alguien

Hecho para a un lado la tapa del alcantarillado para luego salir de allí, coloco la tapa en su lugar para luego dirigirme al café Soda Shop, tenía un bolso que tenía dentro el libro de una historia incompleta de las organizaciones secretas.

Entro a la cafetería con suma cautela para que nadie perdiera la atención, me acerque a una de las mesas que estaba frente a la entrada del café y al estar sentada pido dos malteadas de chocolate. En cuanto llega las dos malteadas dejo el libro de la historia incompleta que esta vez ya parecía más a escritura que la real y este libro no era tan ancho como el original, me dedique a darle una pequeña ojeada, justo en ese momento mi tío comenzaba a entrar en la cafetería.

-Sr. Snicket –mi tío se da la vuelta para quedarme mirando confundido –soy su sobrina. Beatrice Baudelaire... II –comento para que mi tío se quede sorprendido.

-¿Le cuento una historia sobre nuestra familia? –comente a mi tío mientras él se sentaba frente a mí.

-Eso me gustaría mucho –mi tío dijo en el momento en que se arreglaba el traje.

-Como sabe, Violet, Klaus y Sunny Baudelaire eran niños listos... -ante esto mi tío prosiguió.

-Eran encantadores, ingeniosos y tenían –comenta el con una sonrisa.

-Rasgos faciales agradables –dijimos los dos al unísono cuando yo iba a hablar el prosiguió mientras yo le dedicaba una sonrisa.

-Vivían con sus padres en una mansión en la ciudad –comenta mi tío.

-¿Usted conoce la historia? –comente algo sorprendida y a la vez confundida.

-Ciertas partes –comenta mi tío.

-¿Sabe la parte de los piratas? –le pregunte.

-¿Piratas? –pregunto confundido mi tío.

-Piratas finlandesas, fue tras irnos de la isla, pero antes del tercer viaje a Playa salada, mucho antes de que Violet se enamore perdidamente–.

Cierto había omitido esa parte de la historia, porque quería comenzar en cómo conocimos a Alexander, siento haberles molestado sigan leyendo.