-¿Vas a ir a verla?-noté emoción de su parte a lo que Rodolfo sonrió asintiendo-No pierdes tiempo galán.
-Me escape un rato para darte las mejores vibras en tu cita-entró Alan corriendo.
-¿Con quien te tocó?-dijo Carlos con intriga.
-Orejas largas, rabo cortito, corre y salta, muy ligerito.
-Conejo-rodeó los ojos Fierro a lo que Rodolfo soltó una risa.
-¿Era necesario esa adivinanza?-negó con la cabeza y ambos se le quedaron viendo como se arreglaba para su tarde-noche.
-Solo para romper el hielo. ¿Llevas el anillo?.
-Si, uno de ustedes me haría el favor de ir por el ramo en la entrada, por favor.
-¿En que momento mandaste a pedir unas?-Carlos se ofreció a bajar.
-Un mensaje y lo tengo controlado todo-chasqueo provocando que rieran-Creo que ya estoy listo.
-Supongo que vendrá por ti, ya que no cuentas con auto en la ciudad.
-Ni me lo recuerdes, debería ser yo quien pase por ella pero insitió en que no tenía problema-sonó mi celular haciendome llegar una notificación-Mi cel esta en la cama, ¿Puedes ver quien es?
-Uy, que mandón andas hoy-escuché como saltó a la cama-Es güero, dice que te apures porque el mandado se le esta...¿parando las moscas? ¿De que habla? Que brizuela esta muy risueño con ella. ¡YA LLEGÓ ___!-di un salto y yo salí del baño.
-Ya, ya, estoy listo-le quite mi celular y revisé que el anillo siguiera en mi camisa.
Deje que Alan cerrara la puerta y me adelante al elevador, mis nervios se estaban apoderando de mí y hasta puedo jurar que estoy temblando. Una vez abrirse las puertas Alan me acompañó y aproveche para hacer el ejercicio de la respiración, lo cual no sé si en verdad esta funcionando.
Despúes de tanto tiempo me encontraría de nuevo en una cita con ella, formal y sencillo justo como le gusta a ella, y me encargé de comprar un ramo que esta vez no fueran tulipanes, ni peonias, si no que fueran las rojas más hermosas que pudiera tener.
-Me alegra verte así...feliz y emocionado por alguien que no tengo el gusto de conocer pero no es necesario cuando a mi amigo lo traen babeando-sonreí.
-Esta noche quiero recuperarla.
Las puertas se abrieron, Carlos estaba cerca del elevador practicamente esperando que saliera de ahí, a lo lejos la ví, se ve muy diferente con su cabello corto con unas pequeñas ondas que dejan ver sus pomulos y esa sonrisa encantadora.
-Eres un suertudo-escuché decir a Alan y seguido tomé el ramo.
Ella aún no me ve así que aprovecho para escanearla con mi mirada mientras camino hacia ellos, usa un pantalón negro de vestir dejando ver sus tobillos con unos tacones negros de punta, con una tipo camisa de vestir color hueso, estoy seguro que así lo llamarían las mujeres y lleva consigo una bolsa de mano.
-Hola, ¿Nos vamos?-le sonreí y obtuve una respuesta de su parte.
-¿Porque tanta prisa? Apenas nos estabamos pasando los numeros-soltó Isaac a lo que Carlos intervino.
Aquí es donde Cone debió de agradecer para no romperle la cara.
-Hola __, soy Carlos el "güero" Fierro-amigablemente se acercaron y se saludaron de beso en la mejilla.
-Y yo Alan, un gusto conocerte-seguido hicieron lo mismo.
-El gusto es mío-regaló una sonrisa-Espero volver a verlos.
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MILLION REASONS
RandomHay un juez llamado tiempo y el pondrá todo en su lugar. Ella tiene un millón de razones para irse, pero sólo necesita una para quedarse.