Capítulo 2. "La número cinco".

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Fue un largo viaje pero muy cómodo, estoy nerviosa por este día y ansiosa por darlo todo y dejarlo en la cancha, no quedarnos con las ganas de gritar gol aquí en Pachuca.

Se llegó la hora del partido y los nervios no tardaron en aparecer los cuales se volvieron mi miedo, cinco letras que pueden bloquear tu mente y no hacer las cosas claras.

-¿_____?-Una voz me sacó de mis pensamientos- Hey, tranquila, no jugaras sola, todas son un equipo-dijo el entrenador sonriendo de lado.

-Exacto, somos un equipo y si por un error mío todo se puede ir al caraj...-No me dejó terminar cuando él habló.

-Disfruta y vívelo, de lo demás no te preocupes-palmeó mi espalda levemente.

Salimos a cancha e hicimos todo lo que hace antes de comenzar un partido de futbol. Suena el silbato y da inicio a los primeros 45 minutos de esta tarde.

Había la mitad del estadio presente, apenas vamos empezando y es bueno saber que existe el apoyo al futbol femenil y eso nos da la ilusión de seguir en el camino. Casi se me olvidaba juego de medio campista, no es dato importante pero es bueno decirlo.

P.O.V Rodolfo.

-Buen día, hijo-sirvió mi madre el desayuno.

-Hola, mamá-mostré una sonrisa-¿Me acompañaran hoy al partido?

-Por supuesto, tambien aprovechamos para ver a las chicas jugar, contra las rayadas ¿verdad?-

-Creo que si, bueno entonces nos iremos antes, primero juegan ellas y después nosotros-Emocionado por jugar una vez más en la cancha de mis tuzos.

Soy tamaulipeco, viví en Ciudad Victoria antes de llegar a Pachuca, Hidalgo. A mis cinco años ingresé a mi primer escuela de futbol jugando para los correcaminos, desde los doce años tenía el sueño de ser futbolista y si no ser Arquitecto, pues siempre me gustaron las matemáticas.
Así como fui rechazado para las fuerzas básicas de Pachuca tambien lo fui de Chivas, y no lo dejé de intentar, desde aquel 14 de Septiembre del 2012 que fue mi debut hoy juego para los Tuzos del Pachuca.

No se rindan, lo que hoy sueñas mañana lo logras. Eres lo sificientemente soñador para después vivirlo.

Luego de unas horas ya estamos en el estadio, mis papás se fueron a la planta baja y yo me fui a los vestidores donde ya se encontraban mis compañeros.

-¿Que pasa hermano?-se acerca Hirving y me saluda de abrazo.

-¿Cómo andan?-saludé a todos con un choque te puños.

-Esperando a que comience el partido, va a estar bueno-Ese fue el burrito.

-¿Lo vamos a ver aquí?-me respondí solo cuando vi que estaban muy cómodos sentados viendo hacia la televisión del vestidor.

-¡Ya va a empezar!-grito Conejo y me senté en el suelo a lado de Chucky.

El arbitro hizo sonar su silbato y arrancó el primer tiempo, las rayadas eran veloces aunque tambien las tuzas no se quedaban atrás con sus jugadas.

-Vamos, vamos, vamos-dijo Erick sin quitar la vista del televisor.

-La número 5 de las rayadas trae buen juego junto con la capi-se adelantó a decir Burrito.

-Es lo que estaba viendo-opinó Chucky-¡Mira, mira! ¿Vieron esa jugada?-Se incó y emocionado nos miraba.

-Ya no sé si apoyas a nuestras tuzas o a las rayadas-

-Soy fan de la 5, mis respetos-alzó sus manos.

-Si no estuvieras casado...-dijo uno de atrás y todos reímos.

-Hey, hey, no, amo a mi mujer y sin ser jugadora de futbol para mí es maravillosa-

-Buena jugada de la número 5 de las rayadas, estan haciendo una dupla impresionante la capitana Rebeca Bernal y _____ _____-dijo el narrador mientras pasaban la repetición.

Me levanté y caminé hacia la puerta de entrada a la cancha, me quedé parado, ya no veía el partido, en realidad estaba viendo a la número 5, a _____. No le había puesto tanta atención hasta que la nombraron, es muy bonita, la palabra se queda corta.
Había terminado el partido para cuando las chicas caminaban hacia donde estaba yo, rapidamente me hice a un lado y me pegué a la pared jugando con mis manos. Las chicas siguieron su camino y la última era ella, no pude evitar sonreír.

-¿Donde andabas campeón?-me miró con los ojos entrecerrados.

-Hirving, no te puedo mentir-me acerqué un poco y le dije en voz baja-Me gustó una chica.

-Menos mal que es una chica-sonrió burlón-¿La conozco?

-Fuiste el primero en verla-asentí.

-Ah no, hermano, Ana es mía-

-Hablo de la número cinco de las rayadas-

-¡Oh! Ya, ya. ¿Le hablaste? ¿Qué te dijo?-Emocionado me preguntaba.

-Compañeros, les presentó a mi nueva amiga-dijo una voz detrás de nosotros y seguido volteamos.

-Creo que se te adelantaron Rodo-dijo en susurró Chucky y yo tragaba saliva.


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