Brizuela.
-Solo ten cuidado-alzé la voz mientras bajaba yo las escaleras y me dirigía abrir la puerta-¿Tú?-voltee hacia atrás cuidando que no bajara y la viera-¿Qué haces aquí?-sostenía la puerta y la pared mientras ella esperaba que la invitara a pasar.
-Necesito decirte algo-sus ojos estaban cansados, sus ojeras un poco oscuras pero no dejaba de ser linda.
-Que sea rápido-me hice a un lado para invitarla a pasar-No me lo tomes a mal pero estoy ocupado.
-Si, ya veo-notó las cajas grandes que ocupaban espacio cerca de la cocina y comedor. Seguido tomo asiento-No es facil para mi decir esto, pero ya no puedo más-alargó un silencio y tomo aire-En realidad Ivanna es tu hija-fruncí el seño y tragué saliva.
-No-negué sin poder creerlo-No. ¿Vienes con Eva, verdad? Ella te dijo que me dijeras esto-sonreí incredulo.
-No, ella ni siquiera sabe que vine a Guadalajara-recargó sus codos en sus piernas para después hechar su cabello hacia atrás.
-¿Quieres tomar algo? Tengo limonada, algún tequila, whisky...-interrumpió sonriendo con esfuerzo.
-Limonada estabien-asintió. Sin dificultad hacía a un lado las cajas, tomé un vaso y a este le puse unos cuantos hielos y vacie la limonada-Gracias-me senté frente a ella y me puse comodo esperando que continuara.
-El día de la fiesta que hicieron con Fierro, Eva me presiono demasiado para que terminara acostandome con Rodolfo, pero él con alcohol o sin alcohol siempre decía no. No niego que una vez lo intentó, pero en su cabeza siempre estaba ella-bebió de su vaso.
-¿Quién?-me hice el desentendido.
-___, siempre fue ella-su mirada se poso en alguna esquina de mi casa pero en segundos reacciono-Pero bueno, esa es otra historia. Cuando Rodolfo y yo subimos a la habitación él no estaba en sus cinco sentidos, decía cosas incoherentes, al punto de llorar porque la extrañaba y quedarse dormido. Yo se que me crees, porque tu estabas ahí, estabas molesto con algo o alguien al igual que yo, estaba cansada de hacer lo que Eva me dijera, haciendome sentir que era su mono cilindrero.
-¿Porqué mentiste?-pregunté sin entender.
-Necesitaba dinero, mi familia casi pierde la empresa. Así que le llamé a Eva y tú la conoces ella no te da sin recibir algo a cambio, tuve que confesarle que estaba embarazada de ti, pero a ella eso no le bastaba, todo lo planeo, me pagó el viaje de regreso, ir al Doctor y confirmar. Hizo todo lo posible porque le dieran los resultados esa misma noche de la final-soltó un suspiro-Y bueno, ya sabes lo demás.
-¿Rodolfo sabe esto?-sorprendido me atreví a preguntar y negó con la cabeza.
-No, por eso mis noches de desvelo, la mentira me consume todo el tiempo, no puedo ni siquiera mantener una conversación con Rodolfo de mi hija porque tengo miedo a contarle-sus ojos se inundaron de lagrimas y su voz se entre cortaba-No soy feliz, yo no imaginaba mi vida así y saber que he arruinado una relación, no puedo dejar de pensarlo-con sus manos tapa su cara, me levanto y me siento a un lado de ella para posar mi mano en su hombro.
-¿Eva te amenazó con algo?-pregunté esperando que quitara sus manos de su cara pero no lo hizo.
-Regresarle el dinero y dejarme mal frente a los medios diciendo que yo fui la que planeo todo-dió un suspiro.
-Te ayudaré con el dinero y lo de la prensa ni te preocupes.
-No dejare que hagas eso, solo vine a decirte que pues...tenemos una hija-se puso de pie y camino hacia la puerta.
-Y muy bonita. Fabi...si no te molesta, me gustaría estar seguro...-me interrumpió con una sonrisa muy amigable.
-Estar seguro que es tu hija, no pasa nada, yo lo entiendo-asintió.
-¿Porque no la trajiste?-pregunté con curiosidad.
-Esta en casa de mis papás, primero quería ver como reaccionarías.
-Me gustaría conocerla-dije mostrando mi emoción.
-Entonces regreso mañana-ambos sonreímos y nos depedimos con un rápido abrazo. Seguido cerré la puerta detrás de mí, para recargarme en ella veo como __ baja de las escaleras-¿Escuchaste todo?-hice una mueca de conmoción y ella asintió cabizbaja.
Camino hacia mí y yo me acerque para abrazarla y estar un buen rato así mientras ella se desahogaba.Habíamos puesto en pausa la remodelación de mi habitación y acostarnos en la cama con todo el desorden que teníamos por acomodar y limpiar. Mirabamos al techo esperando que las ganas regresaran y poder continuar.
-¿Le dirás a Rodolfo?-pregunté a lo que ella negó y se acomodo pecho abajo observandome.
-No es mi responsabilidad, pero siento que debo estar ahí cuando se entere-suspiro-¿Porqué es tan dificil estar en paz?
-En esta vida tenemos que aprender mucho, la calma viene al final-la mire por unos momentos pensando como formular la pregunta-¿Seguirás con Diego a pesar de saber que Rodolfo nunca fue papá?-parecía estar pensando la respuesta, sus ojos se posaron en sus manos que jugaban con sus anillos-Tu silencio lo dijo todo.
-Necesito un respiro-se excusó.
-No, no vas a huir esta vez, lo que necesitas es tomar una decisión, tal vez no ahorita pero piensalo antes de que sea tarde-extendí mis manos para que las tomara y ayudarla a levantarla para seguir en la remodelación.
Afortunadamente __ me ayudó demasiado en toda la habitación, entre platicas y bromas logramos terminar de pintar y acomodar algunos cuadros, esas ideas fueron de ella, hasta eligió las mejores fotos que tengo con el uniforme de chivas para que fueran enmarcadas, toda mi habitación fue parte de ella, yo solo fui su asistente. Deje un cuadro en el buro que esta alado de mi cama, ahí pondré la foto que nos acabamos de tomar con nuestras camisas manchadas de pintura gris oscuro, ella con su paliacate azul dejando su cabello suelto, ojos achinados y sonrisa grande con una mancha en su mejilla. Yo con mi gorra para ocultar mi desastre posando mi otra mano por su cuello, recargando mi cabeza con la suya mientras sonrio olvidandome que tenía una mancha en mi nariz por culpa de cachetes.
___.
-¿Estas listo para conocer a tu hija?-dije mientras él saca mi maleta del auto.
-No sé como explicarte esta felicidad-se recargó en el auto-Ya te contaré todo, muchas gracias por haber venido, mi familia se quedo con ganas de verte ya andaban pensando en una carne asada para hacerte sentir en casa-soltamos una risa.
-Esa carne asada se va hacer, si o si-me acerque y terminamos en un largo abrazo y seguido besamos nuestras mejillas-Bueno ya, porque no quiero que salgamos en noticias y que seas mi proximo novio-me burleé y el reía.
-Buen viaje, estaré al pendiente-guiñó el ojo y lo perdí de vista cuando entre al aeropuerto.
Diego.
"¿Estás? Necesitamos hablar"
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MILLION REASONS
RandomHay un juez llamado tiempo y el pondrá todo en su lugar. Ella tiene un millón de razones para irse, pero sólo necesita una para quedarse.