-Y bien, ¿Te acostaste con él?-sin despegar su mirada de ella, jugaba con su popote dentro de la malteada.
-No-dijo sin ninguna expresión en su cara-Eva, ya no quiero seguir con esto. Esta mal, no debí de aceptar.
Soltó un largo suspiro de desesperación y si las miradas mataran Fabiana sería aniquilada en medio de la plaza comercial.
-Lo veo y no lo creo, te enamoraste-Rodeo los ojos molesta.
-Aún no, sí, me gusta Rodolfo, es un caballero, es muy atento conmigo, tiene confianza en mí y en verdad quiero hacer las cosas bien con él-sin darse cuenta ella ya sonreía.
-Que linda, espero y se casen y tengan muchos, muchos hijos. Pido ser la madrina-su sarcasmo era muy notorio ya que casi aplasta su malteada con su mano-Te pedí solo un favor y no lo pudiste hacer bien, maldita sea.
-Eva, que estes haciendo todo esto porque Rodolfo te haya tratado mal, tal vez te lo merecías por tu actitud-comenzaba a molestarse.
-No te estoy pagando para que ahora te hagas la psicológa.
-Si el dinero es el problema, te lo devolveré-dijo a la defensiva.
-¿Qué hace ella aquí?-Eva miro con desagrado detrás del hombro de Fabiana-Sé que hoy juegan las niñas pero no sabía que contra Rayadas.
El equipo de rayadas una vez que llegaron al hotel donde se concentraban, les dieron el permiso de poder visitar la Plaza Galerías. Era evidente que son jugadoras, ya que su uniforme con pants y chaqueta de los colores que las representan hacian llamar la atención. Así como les pedían fotos, algunos tuvieron la oportunidad de charlar con ellas y terminar con un autográfo.
___ y cinco compañeras más, entraron con la intención de una malteada o un frappé, ella prefiere el frappé. Sin tomar en cuenta su alrededor tenía miradas encima, unos por curiosos, otros con vergüenza acercarse y otras por ardidas.
-Wow, ella es bonita y en persona más-logró decir una vez que ___ pasó por su lado. Lo único que obtuvo fue una mirada celosa de Eva-Bien, yo me voy. Y dile a Jorge que yo estoy fuera.
Rebeca nota miradas muy obvias y al voltear hacia atrás vio a una Eva quien no contaba que la estaban observando. Rebeca concluyó que las miradas eran hacia su amiga ___. Seguido le habla cerca del oído y __ voltea por curiosidad y ella ya no estaba.
-Te lo juro que estaba ahí-asintió con seguridad y ___ alzó los hombros.
Rodolfo.
Al estacionar mi auto escuche desde fuera del estadio que el partido había comenzado.
Ayude a Fabiana abriendo la puerta de su lado y seguido tomarla de la mano para caminar juntos hacia la suite donde los demás compañeros ya se encontraban ahí.
Es la primera vez que veré a la femenil jugar y especialmente en semifinales así que será un partido interesante.
Saludando a mis compañeros, entre comentarios y bromas, Brizuela nos avisó que estabamos en la pantalla, así que el estadio sabía de nuestra presencia esta noche.
Fabi se fue con las demás chicas a sentarse y yo tomé mi lugar dentro de la suite. Uriel iba entrando, lo invitamos junto con Lucia ya que terminando nos iríamos a cenar los cuatro.
-Pensé que no querías venir-me dijo en voz baja para que solo yo escuchara.
-¿Porque no quisiera hermano?-sostuve una sonrisa.
-¿Tan siquiera viste contra quien estan jugando?-dijo absurdo. Lo cual hizo que pusiera atención a la pantalla, despistadamente me acerqué a las gradas y ahí estaba ella con el dorsal cinco.
Casualidades o destinadas a serlo, pues queramos o no tendríamos que estar en el mismo lugar, ambos jugamos la misma profesión, ambos somos mexicanos, ambos tuvimos algo que ver, para que ocultarnos.
Durante el primer tiempo me enfoqué en las chivas porque efectivamente juegan mejor que nosotros. El equipo contrario al igual no se dejaba, el balón era un cincuenta, cincuenta. Me he actualizado en cuanto a los partidos recientes y este es la vuelta, a decir verdad, no estoy muy informado en lo que hagan o deje de hacer la liga femenil y la razón es que ya no tengo a quién apoyar.
Los primeros cuarenta y cinco minutos han terminado y decidí darme una escapadita de la suite.
-Hazme un favor, distraela-le indique con los ojos y Uriel asintió.
-Quiero ir-dijo Lucia y yo me hice el desentendido-Quiero verla.
Solté un suspiro y asentí.
-La saludan de mi parte-sonrió Uri y salimos sin despedirnos, claramente volveríamos.
-¿Cómo sabías que iría a buscarla?-volteé a verla y ella sonrió victoriosa.
-Tu desesperación por salirte de la suite y ah, porque le pediste con tanta necesidad en tus ojos que distrajera a Fabiana-sonrió hipocritamente y yo solté una risa.
-Creo que estoy listo, por eso voy a buscarla.
-¿Listo para que?
-Lo siento, no puede pasar-frenamos en seco una vez que alzó su mano hacia nosotros.
-¿Porqué?-reaccioné inmediatamente.
-No tengo permitido dejarlo pasar, lo siento-dijo firme y a la vez apenado.
-Al menos solo puede avisarle a ___ que vinimos a ver..-Lucia fue interrumpida.
-Rodolfo, hola-dijo sorprendido cerrando la puerta detrás de él-No puedes estar aquí.
-¿Ella lo ordenó?-no entiendo porque, pero tenía miedo que la respuesta fuera sí.
-No, fui yo, es por su bien. Con toda la pena del mundo te pido que te retires.
Las jugadoras comenzaban a salir y tras seis chicas después ___ pasó esa puerta.
-___-Lucia gritó con desesperación haciendo que ella volteara.
Sorprendida y emocionada al ver a Lucia la abrazo sin desaperecer su sonrisa. Ví como Becerra me pedía a gritos con la mirada que me fuera, pero tengo que hacer algo antes.
-Escucha, no solo yo quería verte, también él-escuché decirle y ella volteó a verme, tenía una mirada tranquila y una sonrisa amigable.
Fue un sentimiento extraño verla así, pues sé que ella ha sanado.
-Hola, no te quitaré mucho tiempo.
-No pasa nada, te escucho-amablemente se acerco a mí.
-Sólo quería pedirte disculpas por todo lo malo que te he hecho y quería confirmar que ya no siento nada por ti y ahora que te encuentro, estoy más seguro-Ella realmente expresa paz, su sencillez que siempre la ha caracterizado pero se lo ha tomado de la mejor manera.
-Te entiendo, era necesario pedir disculpas y sanar esa parte de ti, esta bien, Rodolfo. Sin rencores, en verdad deseo que te vaya muy bonito en la vida-regaló una sonrisa sin despegar sus labios.
-Gracias ___, te deseo lo mismo y que se multiplique, suerte-sonreí y me adelante dejando a Lucia despedirse de ella.
ESTÁS LEYENDO
MILLION REASONS
RandomHay un juez llamado tiempo y el pondrá todo en su lugar. Ella tiene un millón de razones para irse, pero sólo necesita una para quedarse.