🌿TamaBaku🌿

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¡Buenas mi gente! Ya que esta vez realmente lo pidieron mucho, les traigo la continuación del TamaBaku anterior.

De hecho, estoy pensando hacerla una mini serie, osea que el siguiente cap sea su cita, después el primer beso, cuándo se pidan ser novios, etc.

¿Les gusta la idea? Los estaré leyendo

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Era un día jueves como cualquier otro, habían tenido entrenamiento la mayor parte de la mañana, por lo que cuando la campana que indicaba el inicio del período de almuerzo sonó, no pudo evitar sentirse aliviado.

Se levantó de su lugar, no sin antes dejar sus cosas perfectamente ordenadas y caminó hacía su mejor amigo que ya lo estaba esperando en la puerta para ir a la cafetería para comprar sus almuerzos, como hacían todos los días.

Escuchaba con atención lo que le relataba el rubio sobre sus aventuras con los estudiantes de años menores y lo mucho que se divertía asustándolos, cuándo la vibración de su móvil lo desconcentró, pero se apresuróen sacarlo, pensando en la única persona con la que hablaba a través de ese aparato.

Ven a la parte trasera, tengo algo para ti.

Sus ojos se iluminaron al leer el remitente de aquel mensaje y una sonrisa invadió su rostro de forma natural, sintiéndose emocionado por ver a aquel chico que había conocido hace un par de semanas y con el que se mensajeaba a diario.

-Tengo que irme, te alcanzó luego- Y sin esperar la respuesta de su amigo, se dio la vuelta y comenzó a andar hacía su destino.

Dejando a un confundido ojiazul detrás, sin entender aquella rara actitud que había tomado su amigo desde hace algunos días, pero le agradaba, porque desde entonces Tamaki parecía ser un poco más seguro con sus acciones y se le notaba mucho más feliz, así que por mucho que quisiera insistir con aquel tema, esperaría pacientemente a que el pelinegro quisiera comentarle la situación.

Mientras tanto, Amajiki iba llegando a su destino, sintiendo como su corazón se aceleraba ante la emoción que lo invadía y sus manos sudaban ante el nerviosismo, Katsuki era una bomba de sorpresas y nunca sabía que esperarse cuando el rubio pedía verlo.

Desde aquel día donde lo acompañó hasta su salón, se habían vuelto sumamente cercanos, al punto de quedarse hablando por horas a través de la pantalla de su celular, donde ninguno de los dos ocultaba lo que eran y se hablaban sin restricción alguna, conociéndose a fondo.

Sin notar como poco a poco se iban enamorando, como cada día esperaban con ansias a que llegara la noche para hablar, como sus pensamientos se inundaban del contrario y necesitaban volver a verse, aunque fuera de reojo o de lejos, aquellas pequeñas sonrisas cómplices significaban demasiado para ellos.

Dio los últimos pasos antes de que el lindo rubio apareciera en su campo de visión y no pudo evitar contemplarlo con adoración, viendo sus desordenados cabellos y su ceño fruncido con levedad a la par que mordía su labio, dando una imagen sumamente encantadora.

-Bakugou- Saludó de manera casual, intentando no mostrarse demasiado nervioso.

-Sempai- Devolvió el saludo de inmediato, ocultando su sonrisa juguetona al ver como las mejillas del mayor tomaban un leve tono rojizo- Gracias por venir, espero no haberte molestado- Murmuró con suavidad.

Odiaba la timidez que lo invadía cada vez que tenía los profundos ojos del pelinegro observándolo, toda su personalidad se iba a la mierda y parecía una de esas putas chicas que salían en las comedias románticas que tanto disfrutaba de ver su madre.

Bakugou Pasivo •One Shots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora