Bakugou Pasivo •One Shots•

KiriBaku

-Kirishima- Llamó de forma avergonzada el rubio a su mejor amigo.

-¿Qué pasa Blasty? -Respondió emocionado el pelirrojo.

-Mañana comienza mi celo- Un silenció incómodo lleno la habitación del teñido- No es necesario que me sigas ayudando, solo quería decirte eso.

-Oh... esta bien- Contestó de forma despreocupada el dientes de tiburón ¿Otra partida más? -El rubio asintió y continuaron jugando.

Desde que se conocieron hace más de un año, Kirishima se encargaba de cuidar, proteger, satisfacer y alimentar a Bakugou en sus cinco días de celo.

Cada tres meses, se encerraban en las habitaciones especiales que la UA tenía para estos casos y follaban como conejos.

Era la primera vez que Kacchan le decía eso, por un momento pensó que se habia conseguido a alguien más. Pero pronto lo descartó, eso era imposible, su Blatsy solo confiaba en él para cuidarlo cuando más vulnerable estaba.

Pero tampoco era como sí pudiera insistir más en el tema, por dos razones. La primera porque al rubio le daba verguenza y asco hablar de esas cosas y la segunda... porque no eran nada más que amigos.

Bakugou le había pedido que lo ayudara porque lo consideraba un amigo de confianza y el no iba a defraudarlo con esos estúpidos sentimientos que tenía cada vez que lo veía sonreír, gritar y explotar.

Lo que quedaba del día se dedico a hacer reír a su mejor amigo, lo consintió con su comida favorita y dejo que se apoderará de su cama durante toda la tarde.

Cuando la noche ya estaba en su máximo esplendor y Katsuki empezaba a sentir la temperatura de su cuerpo más alta, decidieron que era hora de irse.

Mientras Blasty terminaba de ordenar el bolso con su ropa limpia y productos de limpieza, Kirishima se encargaba de gruñirle a todo aquél que se atreviera a mirar la habitación del Omega por más de dos segundos.

Una vez todo listo caminaron en un relajante silencio hacía la parte más segura de toda UA.

Llegaron frente a la gran habitación que les pertenecía a ellos, Kirishima coloco su mano en el sensor digital y la puerta abrió.

El sistema era muy fácil, si eras un Omega la escuela te asignaba una habitación y tenías hasta tu tercer celo para elegir a un Alfa. Una vez que eligieras a uno, solo ellos tienen el poder de abrir la puerta, velando de esta forma por la seguridad de su Omega.

-Supongo que este es el adios- Murmuró Bakugou de forma incómoda.

-Vendré a darme una vuelta mañana, te traeré algo de fruta y te cambiare las sabanas ¿De acuerdo? -Más que una pregunta era una afirmación, pero con Kacchan nunca se sabía que esperar.

-Esta bien- Y ocurrió algo que Kirishima nunca vio venir.

Blasty actuo como un típico Omega, bajó la cabeza, se negó a mirarlo a los ojos y salió huyendo dentro de la habitación.

Esa noche el teñido no pudo dormir, cada vez que cerraba los ojos veia a su amado Katsuki siendo follado por otro hombre.

Se presentó temprano al día siguiente, de esa forma tal vez encontraba al Omega dormido y entraba sin incomodarlo.

Apenas desbloqueó la puerta, el potente olor a chocolate amargo golpeo todos sus sentidos, dejandolo aturdido por unos segundos y con una dolorosa sensación en el pecho.

Pero lo que más lo alertó fueron los sollozos que resonaban a través de las paredes. Rápidamente volvió a bloquear la puerta y avanzó por el pasillo que llevaba a la habitación donde el Omega estaba.