6.

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Pedido dedicado a: raisha_misheru, Sarina2604 y Mari_queen196

Botó lentamente el humo, dejándo que el viento se lo llevara lejos, justo como le gustaría estar.

Apoyó los brazos en el barandal del balcón, mirando a la lejanía, deseando ser como los pajaros que volaban libres.

Vale... que tal vez estaba exagerando un poco, después de todo solo tenía que asistir a estas reuniones de mierda dos veces al mes.

El resto de los días podía actuar con normalidad, gritar, enojarse y explotarle la cara a todo el mundo.

Podía ser él.

Pero no ahora.

Ahora tenía que ser el Omega perfecto. Educado, cortés, obediente, el hijo ideal, conquistando a todos esos Alfas millonarios.

Siendo exhibido como un puto pedazo de carne, siendo estudiado y observado por los hijos de los ricachones.

Por eso se escapó en cuanto tuvo la oportunidad, huyendo de toda esa gente hipócrita e interesada.

Dónde solo era él y su cigarro.

De pronto, un olor que le recordaba a los atardeceres en el océano lo invadió, relajando su cuerpo.

-No en normal ver a un Omega fumando y menos en este tipo de eventos- La voz era grave y mandó escalofríos por todo su ser.

-Como si me importara- Respondió vagamente.

-En realidad, podrías considerarlo como un halago. Eres diferente a todos esos muñequitos que están adentro- Eso logró cautivar su atención.

Se giró lentamente, retrasando el inevitable encuentro.

Tuvo que levantar la vista para poder mirarlo, el tipo era jodidamente alto... y musculoso.

No iba a negar el atractivo del chico, su rostro era muy masculino, pero tenía un aire amable. Su cuerpo se veía muy bien formado y no tenía la pinta arrogante de todos los Alfas pijos.

-Inasa Yoarashi a tu servicio- Y para su sorpresa, el chico no le tomó la mano para besarsela.

Su mano estaba extendida, esperando a que le correspondiera el saludo.

-Bakugou Katsuki- Murmuró impresionado.

Con algo de duda tomo la mano del contrario, a pesar del aspecto del Alfa, su piel era realmente suave y muy cálida.

Se dieron un apretón suave, pero el rubio no apartó su mano al finalizar, demasiado cautivado con aquél chico tan extraño.

-¿Cuántos años tienes? -Preguntó Katsuki.

-¿Veinte... y tú? -Ya está, definitivamente Bakugou estaba encantado.

-Diescisiete- Dijo y le sonrió coquetamente, avanzando un paso al frente.

A lo lejos, los padres de ambos chicos miraban conmocionados la escena.

Los Bakugou porque finalmente su cachorro parecía estar llevándose románticamente bien con alguien.

Y los Inasa porque llevaban años intentando que su hijo se fijara en alguien.

Pensar que las familias llevaban décadas trabajando juntas y jamás se les ocurrió presentar a sus hijos.

-¿Te cuento un secreto?-Comentó el Alfa pelinegro- Me muero de hambre en estos eventos.

La expresión avergonzada causo pequeñas risas en el rubio.

-Escapemonos de esta mierda- No fue una pregunta ni una sugerencia.

Aprovechando que sus manos seguían juntas, Bakugou comenzó a correr, jalando al gigante Alfa con él.

Terminaron cenando hamburguesas sentados en el pasto de una plaza, la gente los miraba raro, ya que iban vestidos para un evento elegante.

Pero a ellos no les importaba, demasiados sumidos en su propio mundo.

Los padres de Katsuki no pudieron contener el alivio al ver a su cachorro llegar con una sonrisa gigante.

Los padres de Yoarashi se emocionaron cuando su hijo llegó hablando de lo increíble que era Bakugou.

Apenas comenzaban a conocerse, pero sus progenitores ya estaban planeando la boda.

Bakugou Pasivo •One Shots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora