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Pedido dedicado a: Hatsu_Misugi-16

-Toc toc, ya llegó tu princesa a salvarte- Habló el rubio, dando ligeros golpes en una de las ventanas del edificio abandonado.

Esperó pacientemente por algunos segundos, disfrutando del pánico que había creado en el interior.

Rompió la ventana de un golpe y saltó dentro, aprovechando la oscuridad del lugar para camuflarse en las sombras.

-Esto es tan gracioso- Comentó en voz alta- Deku es el héroe... pero al final siempre acabó salvandole yo- Se río de sus propias palabras.

Aquella tarde no tenía muchas ganas de jugar, así que se aseguró de saber exactamente la posición de cada individuo.

Dos custodiaban la puerta, había uno detrás de su esposo y el último vigilaba por una de las ventanas, todos parecían estar alertas.

Se río por lo bajó y se preparó para atacar.

El primero fue él que estaba cerca de su nerd, de un rápido movimiento le quebró el cuello, manteniendo siempre la elegancia.

Los siguientes fueron los de la puerta, ayudándose de sus granadas -Mucho más pequeñas y menos llamativas- les explotó toda la puta cara.

Y por último el que quedaba, el hombre estaba temblando, aferrándose a su arma, como sí eso fuera a salvarlo.

Puto ingenuo.

Bakugou caminó lentamente hacía él, sin importarle estar siendo apuntado.

El cañon de la pistola se apoyó en su frente, sus ojos se oscurecieron en placer y una sonrisa se pintó en su rostro.

-¿Qué esperas? -Preguntó en un susurro.

Pero el hombre estaba demasiado asustado como para moverse, Katsuki suspiró con aburrimiento.

Una de las explosiones de sus granadas le dio directamente, dejándo casi todo su cuerpo calcinado.

-Esto es demasiado aburrido- Murmuró el rubio haciendo pucheros.

De pronto se percató de que uno de los hombres seguía respirando, se arrodilló a su lado y lo miró con curiosidad.

-Tú si que te aferras a la vida- Comentó- Lástima para ti que te encontrarás con la mismísima muerte- Se burló.

Sacó uno de los cuchillos que escondía en sus botas y lo apuñaló repetidas veces en el pecho.

Cuándo ya estuvo satisfecho se levantó del piso y se limpió las manos con la ropa.

-Deku- Llamó en un tono cantarin.

Se dirigió al peliverde y se sentó en su regazo, mirando fijamente las esmeraldas, para posteriormente quitarle la cinta de la boca.

-Kacchan- Fue lo primero que dijo el héroe número uno- Desatame- Pidió suavemente.

-Mmm déjame pensarlo- Habló con diversión- No se me da la puta gana.

-Katsuki- Le gruño el peliverde- Te estás ganando un castigo- Amenazó.

-Oh mi querido héroe, estoy TAN asustado- Se río en su cara- ¿Cómo puedes amenazarme cuándo estas jodidamente duro? -Le provocó.

Y para reafirmar sus palabras, comenzó a mover sus caderas sobre el erecto miembro.

-Mírame Midoriya, tus amigos piensan que soy un monstruo y solo quieren deshacerse de mí... mientras tú me follas ellos corren detrás de mi culo como perros tras un hueso- A medida que hablaba, desabrochaba los pantalones del peliverde- El héroe número uno, la salvación de Japón, ¿Qué dirían todos tus fans si te vieran de esta forma? -Le susurró.

-Callate- Gruño Izuku, comenzando a enfadarse.

-Es tan patético que creas que puedes controlarme- Se burló.

Bakugou bajó sus propios pantalones y volvió a estar sobre el regazo del héroe, se acomodó correctamente y bajó.

La dura erección se abrió paso en su interior, penetrandole hasta el fondo, rozando su próstata.

-Mirate héroe, disfrutando de follar con un villano- Era gratificante ver la expresión de molestia y placer en el rostro de su nerd.

-Dije... que te calles- Midoriya luchaba por soltarse.

-Obligame perra- Le retó, saltando sobre la gruesa polla de su esposo.

En ese momento Izuku alcanzó su limite, utilizando su don finalmente pudo romper las putas cadenas que lo mantenían preso.

La espalda del rubio chocó violentamente contra el suelo, sus piernas fueron abiertas con brutalidad y Midoriya por fin se lo follo como le gustaba.

-Vamos héroe, destrozame de una puta vez- Sus manos tomaron las mejillas del peliverde, dejándo rastros de sangre.

Las mordidas iban y venían, los insultos y las provocaciones volaban. No había amor, solo era sexo desenfrenado.

Con un fuerte jadeo Midoriya se liberó en el interior del rubio, masturbando al villano para que se corriera también.

El héroe acomodó sus ropas, sonriendo al ver lo destruido y satisfecho que se veía su esposo.

-Te veo para la cena, Kacchan -Sus palabras iban cargadas de burla.

-Que te jodan- Respondió el villano, tratando de recuperar el aliento.

-Prefiero joderte a ti- Contraatacó el chico y antes de irse, dejó un suave beso en los labios de su explosivo rubio.

Estando rodeado de sangre y muerte, Katsuki se permitió reír con felicidad.

Le encantaba el juego que tenía con Midoriya.

Delante de la gente eran el matrimonio perfecto, Deku el mejor héroe y él la ama de casa perfecto.

Pagaría millones por ver la cara de toda esa gente de mierda si se enteraran de la verdad.

Que Katsuki era el villano número uno, que matar lo hacía feliz, que trabajaba juntó a la liga de los villanos.

Pero por sobretodo, que su amado Deku amaba follarlo brutalmente cuando estaba rodeado de cuerpos sin vida.

Quién diría que el inocente y puro héroe de Japón, estaba tan jodido como él.

Quién diría que a Midoriya lo excitaba verlo de esta forma, qué sacaba su lado más salvaje, la oscuridad que ocultaba de los demás.

Eran el matrimonio perfecto y pobre de aquél que se atreviera a meterse entre ellos.

Bakugou Pasivo •One Shots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora