Bakugou Pasivo •One Shots•

8.

Pedido dedicado a: Apikey02

La sala de estar de los dormitorios de la clase 2-A estaba en un tensó ambiente.

Y no, esta vez no era porque Bakugou y Midoriya se pusieron a pelear o porque Mineta dijo alguna estupidez.

El problema recaía en Bakugou Katsuki, pero no en su explosiva actitud, si no, en el asiento disponible a su lado.

Y en Todoroki y Midoriya, quiénes se lanzaban miradas de muerte, luchando silenciosamente por obtener el privilegio de sentarse al lado de su amada.

Un suspiró de aburrimiento resonó en medio del tensó silencio y la chica se levantó irritada de su lugar.

-Estúpida pareja de gays calenturientos, ¿Cómo no pueden aguantar estar separados un puto momento? - Comenzó a reclamar la rubia.

De inmediato Momo y Uraraka se rieron por lo bajo, disfrutando de la desgracia de sus amigos.

Porque Bakugou podría ser una de las mejores estudiantes de la clase, pero a la hora de los sentimientos era un completo desastre.

Todo el salón sabía del enamoramiento que el peliverde y el bicolor tenían hacía la agresiva chica.

Todos menos ella.

Katsuki pensaba que los chicos eran una pareja, por eso que siempre que los veía estaban juntos.

Volviendo al presente, la chica se dejó caer sobre las piernas de su mejor amigo. Provocando que las miradas de odio fuera dirigidas hacía Kirishima.

-Bakugou, no es correcto que una señorita se siente en las piernas de un hombre- La estricta voz del megane no tardó en aparecer.

-¿Por qué siempre tienes que ser tan aguafiestas?- Se quejó la rubia, pero de inmediato una sonrisa malvada se instaló en su rostro.

Aprovechando que Iida tenía justo el asiento de la orilla, pasó por encima de Sero y Kaminari, hasta llegar dónde el pelinegro.

Y, finalmente se recostó en el regazo del presidente, acurrucandose contra el amplio pecho.

-Pues ahora te jodes- Dijo de forma infantil y le sacó la lengua de forma burlesca.

Tenya suspiró, pero finalmente terminó por acunar el cuerpo de la rubia entre sus brazos, resignado a ver la película de esa forma.

Del otro lado del sofá, Shoto e Izuku se lamentaban internamente por haber fallado nuevamente en su intentó de conquista.

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Aquél día regresaban de una extenuante jornada.

No solamente por las clases, si no que Bakugou, Todoroki y Midoriya tuvieron que quedarse a limpiar toda la cafetería como castigo.

Los dos jóvenes por iniciar una pelea para comprobar quién era digno de merecer el amor de la rubia.

Y la chica por arrancarle unas cuantas extensiones a Monoma.

El estómago de la ojirubí resonaba con fuerza, quejándose por no haber ingerido nada desde la hora de almuerzo. Y considerando que ya casi eran las siete de la tarde, era completamente normal.

Entró arrastrando los pies a los dormitorios, bostezando con pereza y sobandose el estómago.

Su cuerpo funcionaría mucho mejor si la noche anterior no hubiera tenido una puta pesadilla... y claro, si no hubiera tenido a sus dos rivales hablándole por más de dos horas como si nada.