Bakugou Pasivo •One Shots•

KiriBaku

Mi hermosa gente, no se olviden de leer la nota al final, que esta si es bien importante.

¡Disfruten del cap! <3

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Bakugou recorrió ágilmente el camino, esquivando los espesos árboles y saltando sobre las raíces.

Podía ver como los conejos escapan cuándo lo sentían cerca o escuchar a los ciervos corriendo a lo lejos.

El trinar de los pajaros, la brisa pasando entre las hojas, el sol colándose a través de las ramas.

El bosque estaba en paz.

Y de repente el ambiente cambiaba, el camino comenzaba a descender.

El rítmico trinar pasaba a ser graznidos de gaviotas, las piedras, ramas y raíces eran sustituidos por la blanca arena. Y los tupidos árboles se convertían en kilómetros y kilómetros de agua salada.

Ante sus ojos relucía un cielo despejado, las olas calmadas y unas cuantas aves en la lejanía.

Si forzaba un poco su mirada, podía ver los barcos en la lejanía, rondando las fronteras con los otros reinos.

Se aseguró de que no hubiera nadie en los alrededores, se aplicó protector solar y solo entonces se permitió caminar hacía el muelle.

Se sentó en la orilla, dejando que sus pies quedaran sumergidos en el agua.

Sacó las cosas de su mochila. Manzanas, un cuchillo, libros antiguos y su botella con refresco.

Comenzó a pelar y partir en trozos las manzanas rojas, mientras leía las amarillentas páginas de uno de los libros.

Habían pasado menos de quince minutos cuándo sintió algo pasar debajo de sus pies, no le dio tiempo a mirar, cuando una llamativa cabellera roja se asomó desde las profundidades.

-¡¡Blasty!! -Chilló -Te extrañe mucho, ¿Por qué no viniste por una semana entera? ¿Acaso ya no me quieres? -Preguntó el pelirrojo haciendo pucheros.

-Joder pelos de mierda, te he dicho que no aparezcas de sorpresa- Lo regaño levemente-

Colocó una de sus manos sobre los desordenados cabellos y lo acarició suavemente.

-Además, sabes que yo siempre te voy a querer, idiota... soy él único con la paciencia suficiente para soportarte- Habló con desdén.

Más la brillante sonrisa del chico no le pasó desapercibida.

-¡Te amo Blasty! -Exclamó el chico con emoción, salpicando agua con su cola.

-¡No digas esas cosas, Kirishima! -Reclamó avergonzado el rubio.

Intentó empujar el cuerpo del hibrido de tiburón de vuelta al agua, pero no logró moverlo ni un centímetro.

-¡Ah! ¿Esas son manzanas? -Los brillantes ojos rojizos miraban con deseo la fruta.

-Eres imposible- Murmuró Katsuki, desistiendo de tratar echarlo.

Cogió las trozos de manzana y acercó uno a la boca del híbrido, alimentando lentamente.

Sabía que eso era el alimento favorito de Kirishima, así que siempre que podía le traía algunas.

-¿Por qué desapareciste? -Cuestionó el pelirrojo con las mejillas abultadas con comida.

El rubio tomó uno de los libros y se los enseñó con orgullo.

-Lo conseguí- Habló con fuerza, tratando de contener su emoción.