Bakugou Pasivo •One Shots•

DekuKatsu

Por primera vez en años pudo sentir el arrepentimiento.

Era una sensación que lo estaba ahogando por dentro, su corazón dolía de una forma horrorosa y sus ojos picaban constantemente.

Se le vino el mundo encima cuándo lo supo.

Toda su vida fue creado con el pensamiento de que los Alfas eran superiores, que tenía que ser el más fuerte y darse a respetar, que jamás tenía que ser débil ni estar cerca de los Omegas.

Su posición debía ser la más alta, tenía que ser el mejor, el más rápido, el más inteligente, el más fuerte.

Porque era obvio que él iba a ser un Alfa.

No tenía otra opción, sus padres eran Alfas y más aún si su madre era una Alfa dominante.

Además, que desde pequeño destacó por sobre sus demás conpañeros.

Todos le aseguraron que sería un Alfa y empezaron a tratarle como tal. Desde temprana edad tuvo más responsabilidades que el resto y era tratado de forma dura por su madre.

Con la presentación de su don todo fue peor, explosiones salían de sus manos, era una habilidad poderosa y él no podía quedarse atrás.

Tenía que ser el número uno a toda costa.

Porqué eso era lo que sé esperaba de él.

Dejó muchas cosas de lado para cumplir con lo que todos sus maestros y sus propios padres creían que era lo mejor.

Midoriya fue parte de eso. Su pequeño e inocente amigo.

Intentó ser sutil, aún siendo tan menor, entendía el mundo de los adultos a la perfección.

Y sabía que para el peliverde iba a ser imposible sobrevivir, especialmente con esa actitud de Omega sumiso que tenía.

Jamás quizo dañarlo, pero no tuvo opción.

Intentó hacerle entender con palabras que tenía que volverse fuerte, que alguien como él jamás conseguiría nada en la vida.

Pero Deku jamás entendió, por mucho que le gritó y suplicó, el peliverde seguía mirándolo con esa sonrisa de admiración y era demasiado ingenuo.

¿Cómo podía mirarlo así? ¿Cómo se atrevía a mirarlo como sí no fuera un monstruo?

Cada día que pasaba sentía que se sumergía aún más en un pozo profundo de oscuridad. El cariño de Midoriya solo le hacía sentir más miserable.

Y de pronto tocó fondo.

El primer empujón, el primer rechazo, las primeras lágrimas... en ese momento la línea de amistad con Deku fue rota.

Trató de no arrepentirse, pero cuándo llegó a su habitación le fue imposible no llorar, mirándose a sí mismo en el espejo. Sintiéndo miedo y asco de lo que se estaba convirtiendo.

Todos los días era lo mismo, no importaba cuánto lo golpeara, insultara o despreciara... Izu seguía a su lado como si nada.

Todos los días se sentía peor consigo mismo. Hasta que su madre lo descubrió llorando.

Jamás olvidará la cachetada que la Alfa le dio aquél día.

Eres un Alfa, Katsuki. Deja de ser patético y aprende a controlarte. Nunca conseguirás nada de esta forma, eres débil.

Nunca volvió a mostrar sus sentimientos.

No importaba que tan mal se sintiera, o si estaba feliz, si algo le dolía... todo fue ocultado bajo una máscara de furia y rebeldía.