Bakugou Pasivo •One Shots•

KiriBaku

La fiesta de Kaminari acabó en un verdadero desastre, los cuerpos de los borrachos dormidos en el suelo, los hormonados universitarios besándose en los rincones, gente aún bailando en la pista, apestando a alcohol y marihuana.

Katsuki buscaba al idiota de su amigo con la mirada, para decirle feliz cumpleaños por última vez y luego irse a la chingada.

Cuando finalmente lo encontró, tuvo que rodar los ojos con diversión. Durante meses estuvo detrás de Kyoka y finalmente la estaba besando.

No quiso interrumpirlos, así que salió de la casa del Pikachu y fue hasta la calle. Su uber debería estar por llegar.

No pasaron ni cinco minutos cuándo un auto negro con los vidrios polarizados se detuvo frente a la casa.

Bakugou revisó la matrícula, asegurándose de que era su transporte. Todo estaba correcto, así que abrió la puerta del co-piloto y se subió.

-¡Buenas noches, amigo! -Un guapo pelirrojo saludó con entusiasmo.

-Buenas, bombón- Respondió el rubio, guiñando un ojo.

Bien... es probable que el también haya bebido en la fiesta, pero solo un poco.

Se miró en el espejo retrovisor, su cabello le daba un aspecto salvaje, sus labios estaban rojos de tantos que se los mordió, sus mejillas levemente sonrojadas a causa del alcohol y sus ojos lucían brillantes.

Y en su mejilla, tenía tres colores, simulando la bandera bisexual.

Antes de entrar a la fiesta, tenías que dejar que te pintaran tu orientación sexual, según el Pikachu eso ayudaría a que la gente ligara mejor.

Lucía bastante atractivo, tal vez podría intentar coquetear con el conductor.

-¿A dónde vas...? -Dejó la interrogante ahí, preguntando disimuladamente por su nombre.

-Katsuki- Se presentó- Y voy al sector de kurasako- Indicó.

Tenía media hora para entablar una buena conversación.

-Dime Kirishima- Llamó la atención del chico- ¿Te gusta el pan? -Nuevamente guiño el ojo.

-Si, me gusta el pan- Respondió el pelirrojo, tratando de aguantar la risa.

-Mmm- Murmuró- ¿Te puedo preguntar algo? -Cuestionó nuevamente.

-Ya lo hiciste- Observó de reojo al rubio, notando como había colocado un puchero- Pero si, puedes preguntar lo que quieras.

-¡Bien! -Exclamó el chico con emoción- ¿A ti...-Se inclinó mas cerca- Te gustan los chicos? -Susurró a su oído.

Eijiro se estremeció al sentir la calida respiración chocando con su piel.

-Ugh... tal vez- Se estaba comenzando a sentir nervioso.

-A mi me gustan como tú- Declaró el chico- Musculosos, altos, fuertes, guapos, con esa sonrisa de idiota y con sexys cicatrices- Murmuró en su oído.

El teñido tuvo que tragar saliva y por el bien de ambos, buscó un lugar seguro donde orillarse.

-Dime Kirishima, ¿Quieres que te haga una mamada? -Preguntó de forma coqueta, dejándo una suave mordida en el lóbulo de su oreja.

Las manos del rubio bajaron al pantalon del conductor y sin una pizca de pudor, liberó el miembro.

Sus ojos brillaron con emoción, mirando con hambre el pedazo de carne entre las piernas del otro.

-Gracias por la comida- Murmuró de forma juguetona.

Eijiro colocó el freno de manos, en el momento justo en que la cálida mano de Katsuki rodeo su polla.